“Ni kirchnerismo ni peronismo, alcanza para enfrentar a Macri y ganarle en una elección que se está polarizando porque el gobierno y los medios hegemónicos trabajan para generar la contradicción kirchnerismo – macrismo”, afirmó Fernando “Chino” Navarro y agregó que “eso achica y nos lleva a debatir el pasado”.

Para el referente del Movimiento Evita “necesitamos una autocrítica” aunque todavía “no ha habido condiciones para que entendamos por qué perdimos, porque las elecciones las perdimos nosotros”.

Consideró que “hay que pensar hacia adelante y tener la decisión de construir un espacio muy plural” y “tener una apertura y no la cerrazón en la que habíamos caído en los últimos tiempos”.

Sobre la campaña para desprestigiar los piquetes y los cortes, el diputado provincial bonaerense describió que “el piquete es como un grito desesperado de sectores sociales que a veces no tienen un plato de comida para poner en la mesa”.

- ¿Es el peor momento del gobierno de Macri?

- Da la impresión que están en una situación donde el gobierno anuncia, y está haciendo política en base a esos anuncios, de que la economía está mejorando, que la inflación ha bajado producto de las políticas económicas, que el desempleo o la baja del empleo la están recuperando, que empieza a haber reactivación; y en la realidad cuando uno habla con comerciantes, empresarios, trabajadores, en la calle, en la fábrica, restaurantes, la respuesta es totalmente diferente. Estuve reunido ayer con cerca de 50 comerciantes de un centro comercial de Lomas de Zamora, y todos me decían que nunca les fue tan mal en los últimos años como ahora, pero además que enero, febrero, y lo que fue de marzo empeoró. No hay un sólo atisbo de mejora. Esa mejora que ve Macri, que ve Dujovne no se condice con lo ayer me dijeron los comerciantes, que muchos de ellos deben haber votado a Macri en la elección del 2015; no era una reunión partidaria, era una reunión para charlar problemáticas del lugar.

- ¿El gobierno mantiene una distancia entre lo que dice y lo que pasa, o lo que usted ve que pasa?

- Creo que el gobierno tiene otra realidad, yo digo que están en “Macrilandia”, ellos viven de la Casa de Gobierno, o donde tenga el despacho el funcionario, a su country o a su edificio y no tiene contacto con la realidad; ni siquiera saben lo que pasa en la esquina de la casa donde viven. Hoy leí que se llegó a un acuerdo con las empresas de calzado. Estuve hace tres días en La Matanza, visitando una empresa de calzado de 150 trabajadores, que a su vez tiene 300 trabajadores vinculados en forma indirecta y la situación es dramática. Si bien hasta ahora no han echado personal, lo pueden hacer porque son una empresa más o menos grande con una espalda financiera. Pero me cuentan de colegas de empresas más pequeñas o medianas que están cerrando o despidiendo personal. Y la situación de muchos trabajadores del calzado, de la economía informal, porque son emprendimientos familiares, ahí la situación es desesperante porque hace muchos meses que no pueden hacer zapatos, porque la importación indiscriminada de calzado del Lejano Oriente y también del Brasil torna a nuestros calzados como muy caros para nuestro mercado interno, porque nuestros trabajadores ganan mucho mejor que los trabajadores brasileños y de países como Vietnam, China o Tailandia.

El gobierno tiene otra realidad, yo digo que están en Macrilandia

- ¿Qué opina de esta embestida del gobierno y los medios contra los piquetes? El presidente le echó la culpa de que no vengan las inversiones...

- El gobierno, como algunos medios hegemónicos de comunicación, analizan la consecuencia pero no la causa. Pueden cuestionar el piquete, lo que puede ser razonable, entendible, obviamente discutible; pero lo que no discuten es por qué se produce el piquete. Yo le explicaba días atrás a un periodista que el piquete es como un grito desesperado de sectores sociales que a veces no tienen un plato de comida para poner en la mesa. No estamos hablando de el lobby de las empresas mineras o de los agroexportadores que tuvieron éxito porque les quitaron las exportaciones o las empresas eléctricas que tenían una deuda de 20 mil millones de pesos que el gobierno graciosamente se las condonó; si no de familias que al caerse la changa, supongo que en Neuquén la situación debe ser similar, tienen dificultades para comer día a día. Nosotros no pudimos derrotar la pobreza estructural durante los últimos 12 años a pesar de que bajamos considerablemente los números de la pobreza. Pero en nuestro gobierno no había hambre. Hoy empieza a haber hambre y es agobiante para las familias que lo afrontan, pero también es muy triste y nos compromete a la oposición y a las personas de buena voluntad, a ser solidarios y trabajar para frenar el ajuste de Macri. No podemos permitir que esto continúe porque una familia acorralada, una sociedad acorralada por el hambre por el ajuste, no puede ser funcional en los términos institucionales de la gobernabilidad. La gobernabilidad hay que cuidarla, preservando un piso de dignidad en los barrios más humildes en los territorios, en las ciudades, en los asentamientos; no sólo acordando con la Corte Suprema o en el Parlamento.

- En este sentido, ¿Hasta qué punto sirve seguir dialogando con el gobierno?

- El diálogo es imprescindible. Uno dialoga, discute, puja, empuja, y trata de generar alguna política en favor de los sectores castigados por la crisis. Si nosotros rompiéramos todo tipo de diálogo con el gobierno seguramente la situación política se tornaría mucho más tensa y compleja, y los sectores sociales que representamos quedarían mucho más a la deriva y mucho más desamparados. Nosotros tenemos como política, el objetivo, es tratar de expresar las necesidades de los sectores que hoy sufren el ajuste pero también tratar de resolver día a día, aún sabiendo que son paliativos, que son medidas de emergencia, parches, remedios de un día para el otro. Ir ganando tiempo hasta que podamos construir una correlación de fuerza que en el marco democrático nos permita frenar a través de las elecciones este proyecto de ajuste y empobrecimiento.

Buscan polarizar con Cristina sobre un pasado que además analizan de forma sesgada y muchas veces mentirosa

- ¿Cómo piensa que tiene que rearmarse la oposición, sobretodo el peronismo?

- Estamos convencidos que el kirchnerismo no alcanza para ganarle a Macri en la provincia de Buenos Aires, tampoco alcanza con el peronismo. Ni kirchnerismo ni peronismo, alcanza para enfrentar a Macri y ganarle en una elección que se está polarizando porque el gobierno y los medios hegemónicos trabajan para generar la contradicción kirchnerismo - macrismo. Eso achica y nos lleva a debatir el pasado. En eso yo comparto lo que dijo días atrás Axel Kicillof; acá hay que discutir el gobierno de Macri, sus errores, cómo ha empeorado la situación social de millones de argentinos cómo se ha empobrecido a millones de familias de argentinos y no discutir el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Ya llegará el momento de poder analizarlo con más tiempo, con más detenimiento, nuestra gestión se discutió, se debatió y se votó en el 2013, en el 2015, en el 2011 con resultados favorables y desfavorables. Pero hoy nosotros no somos gobierno, pueden hablar de la herencia, de nuestros errores, que hablen de lo que quieran,  pero los que tienen que gobernar son Macri en la Nación y Vidal en la provincia de Buenos Aires. Siguen hablando de la herencia pero tienen que dar respuestas, y hace 15 meses que están en el gobierno, no hace una semana, un mes o 4 meses, hace 15 meses, con lo cual ya llevan más del 33% de la gestión. Que se dejen de hablar de pontificar y que gobiernen resolviendo el problema de los sectores más humildes, de la clase media, de los trabajadores, de la industria nacional, del comercio, de los productores.  

- ¿Por eso cree que Cristina Kirchner no debería ser candidata en estas elecciones?

- Primero es una decisión de Cristina si es o no candidata. Hablar de candidaturas que aún no son, no es fácil porque estamos haciendo un análisis contrafáctico. Lo que sí creo, porque es claro y así lo plantea Macri en su discurso y todos sus voceros de prensa; que buscan polarizar con Cristina sobre un pasado que además analizan de forma maniquea, de forma tendenciosa, en forma sesgada y muchas veces mentirosa. Muestran siempre parte de la realidad y con el bombardeo mediático quieren imponer situaciones que no son ciertas. Además de la persecución jurídico política a la que está sometida Cristina. Pero nuestra tarea hoy desde la política, desde el kirchnerismo, desde el peronismo, desde cualquier mujer u hombre que busca frenar el ajuste y el empobrecimiento es construir unidad en la calle, defendiendo a los que pierden o están por perder su trabajo, a la pequeña y mediana empresa, a los que son víctima de la violencia institucional, de los abusos de poder; y desde allí, desde esa unidad en la acción, en la calle, en el conflicto, intentar conformar un programa con cuatro o cinco ideas disruptivas, que den registro de una realidad novedosa en el mundo, en la región y en la Argentina. Para eso hay que pensar hacia adelante y tener la decisión de construir un espacio muy plural, muy democrático, muy horizontal que permita entender que se requiere un frente político y social diverso, multicolor, multipartidario, pero también social, con pequeños y medianos empresarios, con sectores de la producción, trabajadores, activistas de organizaciones que luchan para frenar la violencia de género, para defender del medio ambiente. Tener una apertura y no la cerrazón en la que habíamos caído en los últimos tiempos.

El paro va a ser un éxito absoluto, una señal muy fuerte de todo el pueblo

- ¿Cree que está preparada la clase política? Por todos los rencores que hay, ¿Cree que ya se hizo la catarsis por haber perdido las elecciones presidenciales?

- Más que catarsis necesitamos una autocrítica. Pero no ha habido condiciones para que entendamos por qué perdimos. Porque las elecciones las perdimos nosotros. Esto es como un campeonato de fútbol, era un campeonato que ganábamos holgadamente e íbamos a clasificar para jugar la Libertadores y terminamos jugando el descenso. Nos tenemos que hacer cargo. Esto es una responsabilidad colectiva de todo la dirigencia del peronismo y del Frente para la Victoria. En cada rincón de la Argentina. Obviamente a mayor cargo mayor responsabilidad. Pero yo más que confiar en los dirigentes confío en el sujeto de transformación que es el pueblo. Hago política porque confío que el pueblo es el que va a construir escenarios, dinámicas, políticas, y por supuesto, de allí se generaran referencias, candidatos, liderazgos, conducciones. Se ratificarán las que existen o se generará nuevas figuras, pero lo más importante, no son los dirigentes, lo primordial es frenar el ajuste y el empobrecimiento al que nos somete Macri. Lo que está en juego no es el destino de un dirigente, de un partido, de un espacio; si no del pueblo argentino.

- ¿Cómo va a ser el paro de la CGT del 6 de abril?

- El paro va a ser un éxito absoluto, una señal muy fuerte de todo el pueblo, más allá de que esté más o menos de acuerdo con la CGT, más o menos de acuerdo con algún dirigente, lo que si todos estamos de acuerdo en que hay que pedirle al gobierno por todos los medios posibles que escuche a la voz del pueblo. Y el pueblo está arrinconado, está siendo ajustado, empobrecido y empiezan a haber señales como lo que pasó esta semana en Lanús, donde se reprimió a compañeros del merendero del MTE, y poco a poco se va preparando un operativo de represión que por ahora son hechos aislados pero todo indica que va a ser una política generalizada.