En medio de la tragedia que envolvió el último recital del Indio Solari, dejando un saldo de dos muertos y un gran número de gente incomunicada en una Olavarría colapsada, Facundo Pedrini, periodista y guionista de las famosas placas rojas de Crónica TV, se apartó de la tendencia opinóloga y condenatoria – en algunos casos irresponsable-, que prevaleció en la mayoría de los medios y marcó la diferencia.

A través de las redes sociales, se dedicó a brindar información para ayudar a encontrar personas que no podían ser halladas.
Al mismo tiempo destinó varias placas del canal para colaborar en los momentos de mayor caos. “Urgente: vecinos de Olavarría, liberen el Wi-Fi”, fue uno de los sócalos más comentados.

“Lo que pasó en Olavarría nos agarró a todos desprevenidos, pese a que conocíamos las dimensiones del recital. El papel que me tocó ocupar a mi fue de servicio. Creo que el periodismo puede ser servicio también,  además de ser carcajada, ironía, información y opinión”, señaló Pedrini quien se ganó el reconocimiento de las personas que ayudó y el de colegas de diferentes medios.

Por caso, La Nación calificó su trabajo como “certero, efectivo y confiable”, mientras que el periodista Mario Wainfeld lo destacó como “un ejemplo de comunicación social”. “Informó sobre personas perdidas. Emitió directivas inteligentes, constructivas, acopió información, divulgó sin sensacionalismo ni sadismo. Juan Carr, un especialista en la materia, lo designó como héroe de la jornada”, agregó el columnista de Pagina12.

“Definitivamente había que ir por otro lado. La difusión sin juicio moral previo y la necesidad de buscar a los pibes  nos unió  y ahí no hubo grieta, ni odio visceral”, sostuvo Pedrini.

El periodista contó que el acontecimiento lo interpeló en principio desde lo familiar porque un primo de él había ido al recital. Pero también desde lo humano “porque quería que aparezcan todos”. “Por suerte de los 61 casos registrados, todos están en su casa”, celebró.

Trayectoria y libro

Pedrini entró a Crónica TV a los 19 como generador de caracteres. “Luego me ascendieron a coordinador de aire que es el que maneja la transmisión”,  apuntó quien también colabora con Infobae, Anfibia, revista Crisis, Sudestada y Noticias urbanas.

En enero del 2016 ganó notoriedad con la desopilante cobertura que hizo sobre la fuga de Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta, condenados del Triple Crimen. “Cayastá (localidad donde capturaron a Martín Lanatta) en Guaraní significa ‘hasta acá llegue’” rezaba una de las tantas placas de Crónica que hicieron de la persecución y los desaciertos gubernamentales un show cómico.

Ese fue el puntapié de "Argentina. Una historia en placas", el libro que propone imaginar cómo se hubieran titulado, en vivo y en directo y con tipografía catástrofe, ciertos sucesos de la historia argentina.

Al ver la repercusión que tuvieron las placas de los hermanos Lanatta, el sello editorial Genaro Press se acercó para sugerirle el proyecto en el marco del bicentenario de la declaración de la Independencia.

“Es un libro de historia titulado en placas rojas”, definió el periodista y precisó: “Comienza en 1810 con la creación del periódico Gazeta de Buenos Aires y finaliza en nuestros días con la grieta”.

“Hay un revisionismo que va más de la mano de la carcajada que de la seriedad”, indicó sobre el eje que estructura la propuesta.  “No son apreciaciones que tracen una dimensión nueva de cómo entender la historia argentina, sino una manera de reírse sobre lo que ya sabemos”, explicó.

“Me parecía bastante erótico poder reconciliar la historia con el repentismo. Crónica tiene que ver mucho con el último momento. El ejercicio de aplicar ese ingenio a distancia era un desafío y una idea que salía de lo común”, dijo sobre los motivos que impulsaron la publicación que cuenta con un prólogo de Carlos Ulanosvky.

En cuanto a su trabajo diario en Crónica, Pedrini dijo que “siempre hay metidas de gamba” y señaló que si bien “todos tenemos un sesgo y la objetividad no existe como tal”, el intenta que su cuota de subjetividad interfiera en la creatividad y no en la bajada de línea”.