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Entrevistas
23/01/2017

Raúl Godoy

“El año será de ajuste y represión pero también de resistencia”

“El año será de ajuste y represión pero también de resistencia” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El legislador del Frente de Izquierda y obrero de Zanon evalúa que 2017 “arrancó con un ajuste” pero “no está dicha la última palabra” sobre si podrán imponerlo. Califica al convenio petrolero como el “plan piloto” de flexibilidad laboral en el país, y llama a “romper la tregua de la burocracia sindical” con el gobierno.

Mauricio Rojas

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Trabajador de Zanon que sigue realizando labores en la fábrica -para la cual reitera el reclamo de “urgente” renovación tecnológica-, y diputado provincial neuquino del PTS-Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Raúl Godoy cree que 2017 “será un año de ajuste y represión por parte de los empresarios y los gobiernos”, como lo demuestra la violencia de la Policía y la Gendarmería contra los mapuches en Chubut y contra los obreros gráficos despedidos por el Grupo Clarín, “pero también de resistencia por parte de los trabajadores”.

Advierte que el acuerdo con empresas petroleras firmado por el presidente Mauricio Macri, el gobernador Omar Gutiérrez, y el dirigente sindical y senador nacional Guillermo Pereyra, “es un convenio no solo para los hidrocarburos no convencionales, sino la punta de lanza para imponer la flexibilización laboral en todo el país”. Señala incluso que “ya se empezó a discutir en los mismos términos” en el yacimiento chubutense Cerro Dragón, el más importante del país.

Entrevistado por Va Con Firma en la Legislatura provincial, dice sentirse allí “sapo de otro pozo” donde “hoy nos toca dar una pelea y la damos”, afirma también que “la banca de la izquierda” ha llevado a ese ámbito problemas que antes no se trataban, y cree que el FIT “demostró coherencia” en los temas esenciales, por lo cual en las elecciones de este año tiene “la oportunidad de ampliar su representación” legislativa en la provincia y en la Nación.

-Viene de la fábrica. ¿Sigue trabajando en Zanon?

-Sí, así es. Estoy colaborando con la producción de la fábrica que atraviesa una situación muy difícil. La gestión obrera necesita una renovación tecnológica urgente para poder seguir produciendo y mantener los puestos de trabajo. Muchos compañeros por esta difícil situación se han ido, y el resto del plantel le está poniendo el cuerpo como pueden. Por eso estoy dando una mano. Para mí es muy importante estar cerca, conectado con mis compañeros y compañeras, sobre todo porque entiendo que la mejor manera para defender la gestión obrera es arremangándose y metiéndose en la producción. Yo llevo 23 años laburando en Zanon, así que es mi segundo hogar y lo voy a defender poniéndole el cuerpo.

-Es distinta la Legislatura de la fábrica…

-Sí, totalmente, son dos ambientes completamente distintos. Respirar el aire mismo de la fábrica, uno se siente mucho más a gusto entre pares. Con los compañeros y compañeras uno puede discutir, tener diferencias, pero sabés que te estrechás la mano, te pegás un abrazo o una gastada, y eso tiene un valor muy importante. Son lazos, relaciones tan directas, tan francas, que para mí es enorme, me llena muchísimo y es un orgullo seguir siendo obrero de Zanon. Es una deuda de la Legislatura que los precarizados pasen a planta, cobrando un sueldo acorde a lo que se necesita. Su situación contrasta con la de los diputados, que cobran salarios altísimos.

-El resto de los diputados y los empleados legislativos, ¿cómo toman que usted siga trabajando en la fábrica mientras es diputado?

-Tenemos muy buena relación con los trabajadores y trabajadoras de la Legislatura, con los mozos, con todos los que trabajan. Yo hago esa distinción siempre, incluso se siente esa distinción entre el que es funcionario, el que tiene un cargo, el dipu como le dicen acá, y la gente que es laburante. Por ejemplo los compañeros y compañeras de limpieza están tercerizados, están de paso porque si cometen un mínimo error, aunque no los echen los mandan a otro lado. Es una deuda de la Legislatura que los precarizados pasen a planta permanente, cobrando un sueldo acorde a lo que se necesita para vivir. Su situación contrasta con la de los diputados, que cobran salarios altísimos. Mi banca no es parte de esto. Para nosotros, la Legislatura no es nuestra casa, es un lugar de paso donde nos toca dar una pelea hoy y la damos, pero yo me siento sapo de otro pozo. Aún con el respeto que hay con algunos legisladores, yo no me considero par de otros diputados.

-¿Han logrado introducir temas al debate desde la banca del PTS-FIT?

-Entiendo que sí. Sobre todo las luchas de los trabajadores, las mujeres, los derechos humanos, los pueblos originarios. Algunos diputados que tenían otra costumbre se quejaron porque la Legislatura parecía la subsecretaria de Trabajo, y parecía que acá se estaba para otras cosas. Si no se habla de los problemas de la gente, ¿de qué se va a hablar? Pérdida de los puestos de trabajo, violaciones de las leyes laborales que cometen un montón de empresarios y de empresas. Temas que si no era por la banca del Frente de Izquierda no se discutían. También en derechos humanos. Acá se hacen homenajes de vez en cuando a las Madres u otro organismo, pero nunca toman casos reales, como los asesinatos dentro de la Unidad 11, los casos de gatillo fácil, represiones a trabajadores. Lo mismo con los problemas de los pueblos originarios en su totalidad, integralmente. El MPN y los partidos mayoritarios tienen algunos mapuches que son más amigos o más afines, y vienen a alguna ceremonia, un día especial. Pero en lo cotidiano, cuando tienen problemas con Chevron, con la Panamerican, o con los terratenientes de la provincia, son temas que acá no se trataban y se tuvieron que empezar a tratar. El MPN y los partidos mayoritarios tienen algunos mapuches que son más afines y vienen a alguna ceremonia a la Legislatura. Pero sus problemas con Chevron, la Panamerican o los terratenientes, eran temas que no se trataban.

-A nivel nacional durante el 2016 hubo políticas de ajuste, aumento de las tarifas, despidos en el sector público y privado, inflación de más de 40 %. El 2017 es un año electoral. ¿Cree usted que el gobierno va a tratar de frenar, aminorar, esas políticas?

-Arrancó el año con todo, con una política de ajuste bastante brutal que tuvo la primera repercusión fuerte en nuestra provincia con el convenio petrolero, que no es solo para la explotación no convencional sino la punta de lanza para imponer la flexibilización laboral en todo el país. Después de haberlo presentado Macri, junto con el gobernador Gutiérrez y con Guillermo Pereyra, se empezó a discutir en los mismo términos en Cerro Dragón, el yacimiento más importante de todo el país, que está en Chubut. Están haciendo una experiencia piloto. También lo que está pasando con el Grupo Clarín, que despidió a 400 trabajadores y trabajadoras de AGR (Artes Gráficas Rioplatenses). Todo eso muestra el inicio de un año que pintaba electoral, parecía que se iban a cuidar en algunas cosas, pero arrancaron con todo. Con ajuste, despidos y flexibilización laboral. Con despliegue de Gendarmería, Policía e Infantería, es decir con represión también. Acá en la provincia de Neuquén se vio, y también en Chubut aplicado por el gobierno de Das Neves contra los mapuches que sufrieron una represión brutal. Ajuste y represión por parte de los empresarios y los gobiernos, pero también de resistencia por parte de los trabajadores. Ahora Aranguren anunciando un nuevo tarifazo en la luz y el gas. Va a ser un año bastante duro, acorde también a los nuevos aires internacionales con la asunción de Donald Trump, al que quieren alinearse. Lo que tuvo a favor el gobierno nacional para avanzar con el ajuste, fue el rol de los grandes sindicatos. Los arregló con millones de pesos para las obras sociales, con acuerdos individuales a las cúpulas.

-¿Estas políticas se frenan desde lo electoral o en las calles?

-Va a ser una combinación, porque las elecciones son un tema fuerte en la agenda política. Y está en juego cuanto más avanzan y cuanto no, y qué posicionamiento va a tener tanto el oficialismo como la oposición. Pero la resistencia en la calle ya está empezando a hacerse sentir. Lo del conflicto en el gremio gráfico por AGR es un caso testigo, en la que se está mostrando una resistencia importante, y la clave para los trabajadores y para la izquierda es romper con la tregua de la burocracia sindical. Si hay algo que tuvo este gobierno a favor para poder avanzar con el ajuste, fue el rol de los grandes sindicatos. Los arregló con millones de pesos para las obras sociales, con acuerdos individuales a las cúpulas, y con ello ha mantenido, entre comillas, una paz social para poder aplicar todo lo que ha implementado. La cantidad de despidos que hubo en el Estado durante el año pasado fue brutal y no avanzaron más por la resistencia desde la base. En privados lo mismo y avanzando ahora con los convenios flexibilizadores. Nosotros apostamos a unir las demandas democráticas para pararle la mano a la represión.

-¿Cuáles son las expectativas para este año para el FIT, que cerró 2016 con acto masivo en Buenos Aires, en la cancha de Atlanta?

-Tenemos un desafío importante, una responsabilidad mayor a la que hemos tenido años anteriores. El FIT se consolidó como una fuerza política importante. En lo esencial hemos tenido una postura coherente y de enfrentar a este gobierno en las calles y con las denuncias en las respectivas legislaturas y en el Congreso Nacional. Electoralmente hay un espacio para el Frente de Izquierda, que se ha mostrado todos estos años con una coherencia, a pesar de la diversidad interna que tiene integrado por distintos partidos. Tenemos el desafío de profundizar y ampliar esta representación. Este año es una oportunidad para levantar nuevamente una alternativa independiente de parte de los trabajadores, basada en la resistencia que estamos llevando adelante, pero también con una representación en la Legislatura y en el Congreso.

-Los gobiernos de la provincia habitualmente se llevan bien con los nacionales. ¿Qué opina de la relación de Gutiérrez con Macri?

-Creo que en lo esencial tienen un acuerdo estratégico. Si hay algo que les interesa a los gobiernos nacionales respecto de Neuquén son los hidrocarburos y la energía. Por un lado los hidrocarburos y por otro las represas que proveen de energía. El único problema que tiene eso es que los negocios lo hacen otros, no el pueblo neuquino. Con estos acuerdos entre el gobierno provincial y nacional terminan llevándose la parte del león las multinacionales, como está pasando. Tienen un acuerdo estratégico desde ese punto de vista, ahora lo ratificaron con el acuerdo de petroleros. A mí me suena nuevamente a las promesas que hizo Sobisch con respecto al desarrollo hidrocarburifero de nuestra provincia, son todos espejitos de colores. Así que ahora están alineados, pero hay que ver con el transcurrir del tiempo porque esto va a ser de mucho más ajuste. El macrismo todavía no ha mostrado todo lo que tiene para hacer. Avanzan en la medida en que pueden y lo van dejando, pero no ha desplegado todo el programa liberal que tienen.

-¿Cree que van a obligar a las provincias a ajustar, a achicar la planta de empleados?

-Creo que va a haber tensiones respecto de esto, ya lo ha anunciado el mismo (Horacio) Quiroga como fiel representante del macrismo acá en la provincia. Ha hecho declaraciones al respecto, ha planteado lo que significan las plantas de empleados estatales, contra los docentes, y ahora tocaron una fibra sensible para Neuquén que fue el movimiento obrero petrolero, algo que está empezando recién. Si logran consolidar el paso que están dando con este convenio, lo van a ampliar. Pero creo que habrá ciertos cambios o movimientos en Neuquén, no está dicha la última palabra sobre si van a poder avanzar. Es importante estar alertas y con la cabeza bastante abierta. Consolidar y defender en este momento las gestiones obreras, que son conquistas que han tenido los trabajadores del pueblo neuquino. Son parte de las conquistas a defender, porque también estamos en riesgo. Con oposiciones como esas, con esos conglomerados, lo único que van a hacer es que haya 50 años más de MPN. (Sobre la propuesta de Rioseco, de unir a toda la oposición contra el partido provincial).

-Ramón Rioseco, quien ha sido candidato a gobernador, habla de juntar a toda la oposición, a Quiroga, a los peronistas e incluso a la izquierda, para poder ganarle al MPN. ¿Cree que eso es posible?

-Eso es imposible. Además esto de jugar siempre a la oposición hacia el MPN, ayer con el kirchnerismo, ahora con el macrismo, el único sentido que tiene es jugar la personal en base a agrupamientos que no tienen principios. Son intereses absolutamente disimiles y esos gobiernos duran meses, no tienen ningún futuro serio. Más allá de que desde la izquierda siempre opinamos que los trabajadores tienen que ser independientes de los partidos patronales, aunque muchas veces confluimos con otras fuerzas en algunos temas puntuales, demandas, reclamos específicos. Pero donde hay mil trabajadores y un patrón, el que manda es el patrón. Y en política entendemos que es lo mismo, por eso para nosotros ese tipo de frentes no contribuyen. Incluso a lo que contribuyen es a generar más confusión y a que siga reinando el MPN. Con oposiciones como esas, con esos conglomerados, lo único que van a hacer es que haya 50 años más de MPN. Nosotros entendemos que el cambio pasa por otro lado.

29/07/2016

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