Novedosas como el grave problema que las motiva, las “marchas por la salud de los ríos” que se realizaron recientemente en la capital neuquina y en las ciudades rionegrinas de Allen, Roca, Viedma y Conesa, advierten que el Limay, el Neuquén y el Negro llegaron -tal vez- a un punto de contaminación inédito y riesgoso para el ambiente natural y la salud humana.

entrevistó a Carlos Pomponio, uno de los impulsores que lanzó la convocatoria a través de Facebook, y que el pasado sábado derivó en un hecho de participación popular probablemente nunca antes vivido en el Alto Valle que une a las dos provincias, ni en el Valle Inferior del río Negro: movilizaciones para expresar la indignación y preocupación por la contaminación de los cursos de agua que son un tesoro de la naturaleza en el norte de la Patagonia.

En Neuquén la manifestación tuvo lugar en el sector del balneario Río Grande y la isla 132, y Pomponio -un guardavidas que trabaja en la capital provincial- se refirió en particular a esa marcha, aunque la protesta fue similar en las otras ciudades y localidades, y el problema presenta un urgente desafío para los poderes públicos y la comunidad en su conjunto.

-¿Cómo surge la convocatoria en defensa del Limay y todos los ríos de la región?

-La convocatoria surge porque todos los vecinos que participamos estamos cansados de ver cómo está la situación, y ver cómo no hacen nada. Entonces, después de ver tanta repercusión a través del on line, nos pareció que era necesario hacer algo más físico, a la vieja escuela, salir a hacernos ver y escuchar. Sin ningún tipo de violencia, por supuesto. Tampoco una cosa sindical o de otro tipo.

-¿Le sorprendió la repercusión que tuvieron?

-Sí, nos sorprendió un montón. La convocatoria fue hecha por Facebook, primero una nota bien simple en mi muro, y de golpe tuvimos una repercusión tremenda que nos quedamos más que contentos. Hubiéramos estado contentos igual si fueran cinco personas, o si fueran 3.000. Y creo que nos quedamos cortos, fueron muchas más. Así que 100 por ciento sorprendidos, y muy contentos porque quiere decir que la gente tiene ganas de moverse para cambiar esta situación.

-¿Ud. cree que la gente que participó dijo algo así como “basta, con el río No”?

-Sí, por cierto fue así. La gente se copó, hizo sus propios cartelitos, había niños, había adultos mayores. Ibamos a paso de abuela para que la gente grande que había no se quedara en el camino. Yo creo que la gente de todas las partes de la sociedad dijo “basta”, tal cual. Dijo “estamos cansados”.

-¿Y según  usted cuál podría ser la solución a esta problemática?

-La solución sería que realmente los políticos que tienen que hacer las cosas se pongan a trabajar. Hay que hacer varias cosas. Lo más básico, me imagino, sería empezar a ponerle dinero a las plantas de tratamiento de las cloacas, y empezar a intimar a la gente que tiene cloacas ilegales conectadas a los canales de la ciudad. Estoy hablando de Neuquén capital. Y los entes que corresponden, como el EPAS (Ente Provincial de Agua y Saneamiento) y la AIC (Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas), empezar a trabajar con realmente deberían. Porque los dos vienen ocultando información, vienen tratando de apaciguar el tema de alguna forma, y eso no es correcto. Y por otro lado el municipio, también, que tiene el deber de informar cuando alguno de esos dos entes que pertenecen a la Provincia no cumplen con lo que tienen que hacer. Allí el municipio tiene el deber de decirles “no están haciendo esto, pónganse a hacerlo”. Entonces, la solución es que los políticos de ambos lugares, Provincia y municipio, se pongan a trabajar ya mismo.

-En la marcha se sumaron dirigentes de algunos partidos, como UNE, Neuquén Puede, del mismo MPN había una concejal, también el Defensor del Pueblo. ¿Cómo toman esa participación?

-La verdad, me pareció genial. Yo a todos los que fueron les pedí que vayan como ciudadanos. Personalmente no los vi a todos, vi a un par que saludé pero a otros no. Creo que tienen conciencia, y quiere decir que si ellos también fueron como ciudadanos es porque las cosas que están pasando son fuertes, realmente fuertes.

-Los políticos que fueron y participaron, ¿tienen alguna posibilidad de ayudar a resolver los problemas planteadas?

-Yo imagino que cualquier persona que esté metida en el ámbito de lo que es el gobierno, ya sea provincial o municipal, tiene que tener algún tipo de poder que ayude a una solución. Los partidos que están en el gobierno fueron a caminar con nosotros. Entonces, sí, yo creo que hay que poner la responsabilidad de todos lados, de cualquier tipo de ciudadano, y ellos tienen que aportar su grano de arena.

-¿Cómo sigue este reclamo? ¿Va a haber alguna otra movilización u otro tipo de convocatoria?

-Nos estamos organizando. Quiero que se entienda bien, que esto está hecho por vecinos y es todo a pulmón. Nos cuesta bastante, porque aparte no tenemos experiencia en esto, para nada, entonces vamos metiéndole de a poquito. Pero estamos programando con unos chicos de la AGN, que es la asociación de guardavidas, una bajada en canoa desde Plottier a Neuquén para el día 22. Todavía no está todo definido, tenemos que armar bien las cosas. Cuando lo tengamos todo preparado lo vamos a empezar a difundir con más claridad. Por ahora, estamos con un petitorio que hicimos firmar con la gente que estaba de acuerdo, y en la semana, no sabemos bien qué día, vamos a presentarlo ante el municipio y la Provincia, o sea ante los gobiernos. Quizás llamemos a conferencia de prensa para informar cuántas firmas se juntaron y recordar qué es lo que estamos pidiendo, y explicar que se presentó adonde se tenía que presentar.

-Carlos, ¿Ud. es guardavidas, verdad?

-Sí, soy guardavidas de la ciudad de Neuquén.

-¿Cuánto hace que trabaja en ese oficio?

-Yo estoy trabajando desde 2011. Alguna gente dijo que trabajo hace 10 años pero no es cierto (sonríe), no sé de donde salió la confusión. Estoy metido en lo que es ser guardavidas desde 2009, y desde 2011 estoy trabajando.

-¿Ustedes han visto cómo el río se ha ido transformando, para mal lamentablemente?

-Sí, tal cual, me lo fumé de entrada yo. Lo vi todo al cambio, prácticamente. Porque allá por el 2009 ya empezaba a circular una idea de que el río estaba contaminado, no solamente por las cloacas sino por acción de las petroleras y por diferentes agroquímicos. Y este año (en 2016) el cambio fue muy radical. De golpe y porrazo el río estaba verde. No se veía el fondo, y es un río cristalino. Las piedras tienen algas pegadas, y es un alga que no es de acá, eso no es natural sino que es por contaminación. Y el olor a podrido es increíble. Si uno va a la mañana y el viento sopla desde el río, el olor es nauseabundo. No sé cómo hay gente que va a tomar mate todavía.

-La gente igual se baña. ¿Bajó el número de bañistas?

-Ha bajando bastante. Mucha gente se queda al costado del río, tomando mate. Bajó mucho la cantidad de gente que se va a bañar. Aparte, en los balnearios que hoy están clausurados obviamente no se le puede prohibir a la gente meterse en el agua, pero se le explica que el río tiene cierta contaminación y queda en cada uno meterse o no. Pero hay muchísima gente que no se mete.