-?
 
 
 
Columnistas
10/03/2018

Análisis rionegrino

Momento de definiciones

Momento de definiciones | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Aunque la mayoría de los actores dice que todavía falta tiempo, las elecciones para suceder a Weretilneck están a la vuelta de la esquina. El oficialismo recién ahora está sacando la nariz de abajo del agua y debe poner manos a la obra, empezando por nominar y “vender” a su candidato. En la semana surgieron algunos indicios.

Hace unos días el legislador oficialista Facundo López dijo en Bariloche que Juntos Somos Río Negro “va ofrecer a los rionegrinos un candidato que va a satisfacer sus expectativas”.

López es un hombre muy cercano al gobernador. En su momento fue legislador por la denominada concertación cuando Julio Arriaga compitió por la vicegobernación integrado la fórmula del radicalismo encabezada por Cesar Barbeito, o sea enfrentando al actual gobernador que integraba la fórmula con Carlos Soria. 

En 2012, apenas iniciado el proceso de Weretilneck al frente del ejecutivo provincial por la muerte de Soria, López se fue transformando desde un sector interno del Frente Grande en uno de sus hombres de confianza y hoy posiblemente su principal espada.

El legislador agregó en Bariloche que “por suerte tenemos en todos los sectores intendentes y legisladores que tienen capacidad para poder seguir llevando adelante este proyecto que encarna Alberto, y llegado el momento vamos a tener que definir quién encabeza el proyecto.

También descartó alianzas con otros partidos y afirmó que “los rionegrinos confiaron en nosotros por ser un partido nuevo, sin ataduras nacionales”.

Hay una clara intención desde el gobierno de bajar la ansiedad de propios y extraños y generar expectativas en que todo está “bajo control” a fin de que a Weretilneck no se le licue el poder dos años antes de terminar su mandato.

Lo cierto es que para las elecciones pueden faltar como máximo 19 meses, si se convocaran en octubre, aunque también puede ser antes. Como se sabe el gobernador tiene la facultad de definir la fecha del acto electoral, que es una herramienta poderosa, ya que según el momento que se esté viviendo, el mandatario puede optar en realizarlas juntas a las nacionales o no.

Posiblemente sea cierto aquello de que “aún resta mucho”, pero no es menos cierto que todavía no se conoce el nombre del “heredero”, y que no es tarea sencilla en las actuales circunstancias y por la forma que ha gobernado Weretilneck, instalar un candidato a gobernador, más aun cuando en la principal oposición ya han iniciado la campaña electoral.

Si nos atenemos a las afirmaciones de López, si la dirigencia cumpliera siempre con lo que se dice, si en la política todo no fuera tan relativo, y si en ella no existieran escenarios tan cambiantes, podríamos deducir que el candidato que pretende suceder a Weretilneck desde su partido, hoy es jefe comunal o legislador de la fuerza y que lo hará en representación de Juntos Somos Río Negro sin acuerdos con Cambiemos.

Pero hagamos el ejercicio suponiendo que todo lo que dijo el legislador se sostiene en el tiempo. Por un lado diríamos que si el sucesor proviene de la legislatura será Pesatti o Palmieri, dos de sus más encumbrados parlamentarios y posiblemente los dos únicos con presencia mediática y con mayor conocimiento en la población.

Si surgiera de los intendentes la figura podría ser el barilochense Genusso por esos mismos motivos, pero de la terna es el que aparece con menos posibilidades.

Finalmente si se ratifica que no hay acuerdo con partidos nacionales, podríamos inferir que las elecciones se van a realizar antes de las presidenciales de octubre, posiblemente junio o julio para evitar una nacionalización, salvo que se llegue a un acuerdo con los máximos referentes del macrismo a nivel nacional y sin alianzas “oficiales” igualmente marchen juntos o casi, para evitar un triunfo de Soria.

Si así fuese aparece como más factible la candidatura de Alejandro Palmieri, que a pesar de haber llegado de la mano de Carlos Soria rápidamente se sumó a JSRN, frente a la de Pedro Pesatti, de origen peronista y en su momento muy identificado con el gobierno de Néstor Kirchner.

En este caso, podría suceder que Cambiemos complemente en la elección o participe para sumar voluntades de quienes se fueron heridos de Juntos o bien que se evalúe el dictado de una reforma de la ley electoral e introducir la existencia de una segunda vuelta que obligue a un final de dos fuerzas.

Weretilneck ratificó en reunión con sus legisladores y ministros que solo hay una buena y necesaria relación institucional con el gobierno nacional, y que no habrá acuerdos. Pero en la misma reunión habló del rival y solo contó en esa disputa a Soria sin mencionar a Cambiemos participando de la contienda.

El otro tema es que, como hemos dicho, Weretilneck se sube al centro de la escena con un caballito de batalla que es el Plan Castello en el que hay 300 millones de dólares para repartir en obras, generar empleo, mostrar cambios y recorrer cada rincón de la provincia, algo similar a lo que le sucedió en la campaña del 2015 con los recursos obtenidos en la renegociación de los contratos petroleros.

Pero hay entre ambos momentos una gran diferencia, en esta oportunidad el candidato no es Weretilneck y lo que es peor aún no se sabe quién es. Es momento que si el gobernador lo tiene “in pectore” debería empezar a darle cabida en el proceso, aunque pueda perder algo de poder, porque si no lo hace se va a quedar sin el pan y sin la torta.

En cuanto al diputado nacional Sergio Wisky, insiste con su candidatura y también niega alianzas con el oficialismo provincial.

Su futuro está absolutamente atado al éxito o fracaso del gobierno de Macri y/o de las decisiones que éste o el Pro tome para el desarrollo de la estrategia electoral en Río Negro.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]