Columnistas
25/11/2017

Análisis rionegrino

Café de por medio

Café de por medio | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Bajo el título de “El final de un año complejo” el sábado pasado compartíamos nuestra visión de una serie de circunstancias que nos permitían inferir que el gobierno estaba ansioso de cerrar un año difícil y con dificultades políticas que no serán sencillas de revertir de cara al 2019. Alguien nos manifestó no compartir nuestra lectura por lo que siendo respetuosos de todas las opiniones, hoy relatamos lo que surgió de una amable y enriquecedora charla de café.

Hernán D´Andrea

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 El sábado pasado abríamos y cerrábamos el análisis manifestando que por varias razones el gobernador Weretilneck esperaba que este año finalice de una vez por todas y sosteníamos que en su habitual mensaje para las fiestas iba a estar más cerca del realizado el año pasado cuando dijo que “hemos transcurrido un año difícil” que el dicho en 2015 cuando aseguraba “tenemos un año previsible, en orden y en paz”.

Alguien cercano al poder de Laprida y Belgrano de Viedma nos dio una visión mucho más optimista para el año próximo a iniciarse y sobre todo para el 2019, y si bien coincidió en que no conocía el tenor del mensaje de finalización de 2017 del gobernador, nos aseguró que el que piense que “el brujo” está entregado se equivoca “de cabo a rabo”.

Por el contrario dio por cierta alguna ofensiva que estratégicamente pondrá en marcha el mandatario provincial en el transcurso del año próximo para llegar a la confrontación electoral del 2019 en inmejorables condiciones. El cruce de opiniones dio como para seguir el diálogo, café de por medio.

Y antes de contarles la charla creemos oportuno recordar que en las elecciones del 2015 en las que el binomio Weretilneck-Pesatti le ganó contundentemente a la fórmula Pichetto-Piccinini, seguramente en circunstancias distintas, el actual gobernador asentó su campaña en un manejo casi unipersonal del gobierno y fundamentalmente con el poder económico que le dio la renegociación de los contratos petroleros que había firmado en diciembre de 2014, seis meses antes de las elecciones.

Fueron unos 1.000 millones de dólares de inversión, con parte de lo que anunció en tres meses obras por cerca de 800 millones de pesos, más lo que dejó para la gestión y lo que utilizó para “saldar deudas” con la mayoría de las ciudades, pueblos y parajes de la geografía provincial, lo que lo ubicó en el centro de la escena y le posibilitó congraciarse con mucho mas de la mitad del electorado rionegrino.

Al conversar con el “informado amigo” le dijimos que la circunstancias no eran las mismas que en la anterior elección, que ahora venía con una serie de acciones y decisiones de gestión posiblemente equivocadas, como lo de la central nuclear, quedar tercero en una elección, abstenerse de participar de la otra, más la situación fiscal y el peso de la deuda pública, el enfrentamiento con los gremios de acá a fin de año y la situación interna en su propio partido, dibujan un panorama bastante complejo.

El hombre se acomodó en su silla, tomó una servilleta que comenzó a garabatear mientras nos decía “mirá; Alberto siempre estuvo preparado para superar contingencias políticas adversas, lo interno que surgió, servirá para poner a prueba los vínculos y las solidaridades y se superan con actitud y liderazgo y quedará arreglado en diciembre”.

Y siguió “pero eso es lo menos importante. El año se va a iniciar seguramente con 300 de los 580 millones de dólares del bono autorizado para el Plan Castello, ya en poder el gobierno, por lo que comienzan los llamados a licitación para obras que pidieron los municipios a lo largo y ancho de toda la provincia, se están licitando nuevas áreas petroleras por 400 millones de dólares, por lo que te pregunto ¿cuáles son las circunstancias distintas?”.

Expresamos que nos parecía que no era menor el tema de la interna partidaria y la decisión de si se sumaban o no a Cambiemos y que el justicialismo que tenía enfrente hoy, aparece mucho mas unido y fortalecido con resultados electorales óptimos y con el liderazgo de Martín Soria bastante consolidado.

Agarró otra servilleta y sostuvo con vehemencia “la unidad del peronismo está agarrada de los pelos, como siempre y por ahora todo está circunscripto a la familia Soria, pero además, el gobernador es el que fija el llamado a elecciones lo que le permitirá evaluar convenientemente el mejor momento para hacerlas”.

Lo interrumpimos y casi subestimando su exposición le dijimos que si bien él pensaba que lo interno no era importante, primero había que buscar un candidato para el 2019 por que por ahora constitucionalmente, el gobernador no puede reelegir.

Aquí esperábamos que nos contestara con el tema de la reforma constitucional o la búsqueda de algún artilugio legal que permitiera la reelección de Weretilneck pero nos sorprendió con un “lo estamos midiendo al Ale Palmieri, posiblemente con una mujer de Bariloche”.

Haciendo uso de nuestros mejores recursos periodísticos en la búsqueda de mayores datos lo corrimos con un “en tan poco tiempo, no va a ser fácil instalar en la provincia a una figura prácticamente nueva sin una adecuada inserción, para pelearle una gobernación al intendente de una de las ciudades más importantes de la provincia”.

Nuestro interlocutor que nos resultó mucho mas informado de lo que presumimos cuando no sentamos a tomar el café nos dijo rápidamente “No creas que el tiempo es poco, y ya va a empezar a mostrarse de la mano de Alberto, pero quien te dice que podamos además para mayor seguridad, modificar la ley electoral e introducir la figura del balotaje, para hacer frente a la elección con mayores posibilidades?”.

En pocos minutos incorporamos dos o tres, para nosotros, novedades, que en una rápida evaluación no eran tan descabelladas y necesitábamos masticarlas y retenerlas, ya que por supuesto no hubo grabador, ni escritos de por medio. Por lo tanto agradecimos la charla, el café y las aclaraciones que el confidente amigo nos hizo.

Por supuesto que ha sido sólo una charla de café con alguien sin sello, ni poder en la toma de decisiones, pero a la vez, entendimos que la cuestión no era solo producto de la imaginación del amigo, para darnos una visión político – estratégica tan convincente, al solo efecto de revertir nuestra posición “pesimista” plasmada en el análisis del sábado pasado.

29/07/2016

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