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15/10/2017

El éxito de los préstamos hipotecarios

El éxito de los préstamos hipotecarios | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El Procrear anterior estaba pensado para solucionar un problema social de vivienda y fomentar la construcción, mientras que el nuevo sistema está destinado a familias de ingreso medio y alto, y a garatizar la rentabilidad de los bancos.

Humberto Zambon

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Uno de los caballitos de la campaña electoral por parte del gobierno ha sido el “enorme éxito que ha tenido la política de crédito hipotecario” y la forma como esto refleja que, por fin, aparecieron los “brotes verdes” en la economía y empezamos a crecer (por 20 años según el jefe de gabinete Marcos Peña). En realidad, esto es más propaganda que verdad y, como ocurre con la mayoría de los indicadores económicos y sociales, salen perdiendo en la comparación con los logros del gobierno anterior.

La realidad es que en los primeros seis meses de este año dieron créditos hipotecarios por valor de 18.933 millones de pesos que, si se mantiene este ritmo, significan 39.866 millones de pesos al año, cifra superior a los créditos otorgados en el 2016 (fueron sólo 24.876 millones) pero inferior, en términos constantes, a la otorgada en el año 2014 (equivalente a 40.770 millones) y 2015 (41.137 millones).

Estos datos surgen del estudio realizado por Mariana L. González “El boom de préstamos hipotecarios en perspectiva” para el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra). Y el monto otorgado no es la única diferencia.

Desde el año 2005 hubo una reactivación de los préstamos hipotecarios, pero el gran impulso se logró a partir del año 2012 con el Procrear (Programa de Crédito Argentino) que consistió en un fideicomiso público para empezar a solucionar el problema de la vivienda e impulsar el trabajo en la construcción. La tasa de interés de los créditos oscilaba entre el 2% y 14%, progresivos según el ingreso del grupo familiar; la adjudicación se hacía mediante sorteo de la lotería nacional entre grupos formados según región, nivel de ingresos (con un límite superior) y características socioeconómicas del hogar. El programa se mantuvo los primeros meses del 2016 por las adjudicaciones que estaban en trámite y a partir de julio fue reemplazado por el plan “Solución Casa Propia”, por el que los créditos lo daban los bancos con un subsidio directo del gobierno, aunque, por falta de fondos, tuvo muy poca repercusión.

En marzo de este año volvió el Procrear, pero ahora los préstamos son indexados mediante el UVI (valor del metro cuadrado de construcción de una unidad de vivienda individual) y son otorgados por los bancos. Aquí también el sistema financiero reemplazó al Estado.

Mientras tanto languidecen, por falta de fondos, otros programas destinados a la construcción de viviendas sociales, como ocurre con el Plan “Techo digno”.

La tasas de interés vigente en el nuevo Procrear oscila entre el 3,5% al 8% anual, según el banco. La variación del UVI es del 23,6%, por lo que el cargo por intereses más indexación oscila entre 27,9% como mínimo y 34,1% como máximo.

Una familiar que busque esta solución debe tener ingresos suficientes, confianza que los mismos crecerán a una tasa similar y, fundamentalmente, que esa fuente de ingresos se conservará en el tiempo.

El Procrear anterior estaba pensado para las familias de ingreso medio y bajo, para solucionar un problema social de vivienda y fomentar la construcción, mientras que el nuevo sistema está destinado a familias de ingreso medio y alto y pensado también en función de la rentabilidad de los bancos.

29/07/2016

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