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Columnistas
12/10/2017

Aranguren patea al tablero en el mercado del gas

Aranguren patea al tablero en el mercado del gas | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Evalúa quitar los subsidios a las productoras de gas para destinarlo a las distribuidoras. Mientras que 2017 se perfila como el peor año de la producción de petróleo en casi tres décadas.

El ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, piensa patear el tablero en el esquema de subsidios gasíferos. Se trata de una torta de 2.000 millones de dólares al año, que el ex CEO de Shell evalúa quitar a las productoras de gas –con YPF como principal jugadora- para destinarlo a las distribuidoras como Camuzzi, Metrogas y Gas Natural Fenosa.

Según informó el sitio Econojournal.com, a partir del próximo año, las transferencias estatales estarán dirigidas al sector residencial. La medida de Aranguren ya produce recelo entre las petroleras, muchas de las cuales ya han desembolsado millonarias inversiones bajo el esquema del Plan Gas, y hoy no saben qué precio tendrá ese gas a partir de 2018. Aranguren mantiene la rivalidad con ciertas empresas que sostenía cuando lideraba Shell Argentina.

La idea del ministro es cambiar las reglas del negocio, y liberarlo del control del Estado. El esquema que pergeña es el de contratos de venta de gas entre las productoras con las distribuidoras, industrias y usinas eléctricas. El precio lo definirá el mercado, y será caro porque el gas de los yacimientos no convencionales neuquinos hoy es costoso de producir.

En paralelo, los usuarios residenciales afrontarán tarifazos semestrales, ya que el plan de Aranguren prevé eliminar los subsidios al consumidor a fines de 2019. El esquema irá acompañado de un aumento escalonado del precio del gas en boca de pozo, hasta llegar a un horizonte de 6,78 dólares el millón de BTU para los usuarios residenciales. Si se tiene en cuenta los 0,16 dólares el MBTU que pagaban en 2015, hacia 2019 los hogares sufrirán una suba del 4.100%.

Por el lado del petróleo, el panorama es crítico. La producción de los primeros ocho meses de 2017 cayó un 7,7 % con respecto a igual período de 2016. De mantenerse esta tendencia en el último cuatrimestre, este año arrojaría la más baja producción de crudo del país desde 1990.

El mercado mundial del petróleo, junto con las decisiones de Aranguren, produjeron la paralización de la actividad en la cuenca del Golfo San Jorge, que genera crudo pesado, el cual es destinado mayormente a la exportación. En Chubut la extracción cayó este año 10 % y en Santa Cruz un 8,2%.

La liberación del precio de los combustibles y el acople a los precios internacionales, producirá una suba de precios en los surtidores del 10% luego de las elecciones, lo cual no necesariamente se traducirá en mayor actividad en los yacimientos argentinos.

Sin una intervención del Estado, a las refinadoras les convendrá importar crudo más barato que comprarlo en el mercado interno. De hecho, durante los 22 meses que lleva en el gobierno la alianza Cambiemos, se importaron 1.578.066 metros cúbicos de petróleo. Este volumen es un 4,2% superior a todo el petróleo importado entre 2008 y 2015, según destaca un informe del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo.

29/07/2016

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