El Observatorio de la Deuda Externa Argentina ha informado que en 18 meses el actual gobierno nacional ha aumentado la deuda externa en 45.951 millones de dólares, con lo que ha logrado el primer puesto mundial por la cantidad de deuda emitida en moneda extranjera (segunda quedó Arabia Saudita con solo 17.500 millones). ¡Por fin primeros en algo! Podrá decir algún nacionalista trasnochado.

La deuda fue emitida 22.351 millones de dólares en el año 2016 y 23.600 millones en lo que va del 2017, lo que muestra una fuerte aceleración en el endeudamiento.

Lo más grave es el destino de los dólares que ingresan por estos préstamos que se van, en su mayor  parte, en ahorro en moneda extranjera (13.000 millones en el primer cuatrimestre de este año) y en la fuga de capitales.

A ese panorama se suma el ingreso de capital externo especulativo a muy corto plazo, en razón de 5 a 1 con respecto a la inversión productiva. Vienen atraídos por el rendimiento de las letras emitidas por el Banco Central (LEBAC) del 25,5% anual en pesos a muy corto plazo, con el dólar “planchado” hasta octubre, según se supone. También las empresas localizadas en el país se sumaron a esa fiesta especulativa en lugar de destinar sus excedentes a la inversión. Inclusive en el primer trimestre de este año las entidades financieras se endeudaron en más de 3.200 millones de dólares con este fin.

La deuda en LEBACS se acerca al billón de pesos cuando el total de la base monetaria es de 790 mil millones; es lo que hace poco denominábamos en esta columna como la “bomba de tiempo” del actual sistema: que al vencimiento no renueven la deuda y los capitales especulativos se vuelquen al dólar, provocando una crisis cambiaria. Una primera muestra la tuvimos esta semana, en la que vencieron letras por 547.000 millones y, a pesar de mantener la elevadísima tasa del 25,5% anual, el Banco Central sólo logró renovar el 80% y hubo un sensible aumento de la demanda de dólares, con su respectiva suba en la cotización. El mes que viene vencen otros 400 mil millones.

Pero la frutilla del postre la puso el gobierno esta semana: un nuevo endeudamiento con vencimiento a cien años. Son 2.750 millones de dólares con una renta del 7,125% anual (aunque como se colocó por debajo del valor nominal, la tasa real es del 7,9%). Los antecedentes que existen sobre colocaciones a ese plazo son dos europeos (Irlanda y Bélgica) con una renta del 2,3%  y México al 5%. Pagamos una tasa 50% mayor que los mexicanos y 240% que los europeos ¡También en esto estamos primeros!

Esto significa que durante un siglo, las sucesivas generaciones de argentinos deberán pagar 22.343 millones de dólares, 9 veces lo realmente recibido.

Y todo ese esfuerzo futuro para que hoy los CEOS de las finanzas, esos que especularon con el dólar a futuro a fin del 2015 y ganaron una millonada de pesos con una devaluación que ellos mismos decretaron, esos que crean sociedades fantasma en Panamá o en el Uruguay y que tienen sus cuentas secretas en las Bahamas, Suiza u otros paraísos fiscales, en nombre de la libertad de mercados lo fuguen al exterior.