- ¡Qué semana tuvo el presidente!

- Era hora que lo reconociera. Estamos condenados al éxito.

- No lo decía en ese sentido.

- ¿Hay otro?

- Por supuesto. Pidió tener jueces propios.

- ¿Y?

- El presidente llegó a la Casa Rosada prometiendo independencia de poderes.

- ¿Y?

- Decir lo que dijo no tiene nada que ver con eso.

- ¿Y?

- Está pidiendo una Justicia adicta.

- ¿Y?

- Presiona a los jueces.

- ¿Y?

- ¿Qué más quiere que le diga? ¿Le parece poco?

- Si. Usted no entiende que Mauricio habla con el corazón.

- Peor todavía.

- Con el corazón de la gente.

- Pero...

- Pero nada ¿Los vecinos quieren o no a los corruptos presos?

- Sí.

- ¿Quieren o no la vigencia de la ley?

- Sí.

- ¿Quieren o no jueces probos, honestos y comprometidos?

- Sí.

- Entonces está de acuerdo con Mauricio.

- Nada de eso se logra poniendo a los jueces que a él le gustan.

- ¿Usted está insinuando que Mauricio no quiere jueces independientes?

- Lo está diciendo usted.

- Pamplinas. Hay cientos de ejemplos: Bonadío, Lijo, Moldes, Marijuan... Todos jueces  independientes.

- Moldes y Marijuan son fiscales...

- Es lo mismo. Es la nueva Justicia.

- Ya eran fiscales durante el gobierno anterior.

- Por eso mismo. Mauricio cerró la grieta. Ahora todos están de este lado.

- Eso no suena muy independiente.

- Nosotros no queremos que todo sea de un mismo color.

- ¿Y eso que tiene que ver?

- Queremos jueces de Independiente, de Racing, de Huracán y hasta de Vélez, como usted.

- No me parece gracioso.

- Son nuestras más firmes convicciones.

- ¿Cuáles?

- La calidad institucional. Ya lo dijo el filósofo González Fraga.

- ¿Qué cosa?

- Que el país va a recibir una inundación de inversiones no por la economía sino por su calidad institucional.

- No es una metáfora feliz con buena parte del país bajo el agua.

- Uy viejo a usted nada le viene bien.

- Muchos dólares en inversiones no hay...

- ¿Sabe por qué?

- No.

- Por la Bruja de Calafate.

- La política económica tampoco ayuda...

- ¿Y quién tiene la culpa?

- Y…

- La Bruja de Calafate.

- Pero si...

- No la defienda más querido, si hasta intentó que Boca pierda el campeonato...

- ¿Y por qué?

- Para hacerlo reventar a Mauricio, porque otra cosa va a ser.

- Es ridículo.

- Por culpa de la Bruja de Calafate.

- Veo que empezó la campaña.

- Por culpa de la Bruja de Calafate.

- Está obsesionado.

- ¿Quién? ¿Yo? ¿O la Bruja de Calafate?

- ¿Van a dejar el fútbol gratis hasta las elecciones de octubre?

- Otra mentira de la Bruja de Calafate.

- ¿Qué cosa?

- Que vamos a dejar el fútbol gratis hasta octubre.

- Pero es información que sale del propio gobierno.

- ¿Y qué quiere, que le demos la razón?

- Me perdí ¿La razón sobre qué?

- Ella decía que le íbamos a dar de nuevo el fútbol a Clarín.

- Se lo dieron a la FOX. Y a Cablevisión.

- Pero no a Clarín, en un diario no se pueden ver videos ¿Se da cuenta cómo miente esa mujer?

- Creo que está ciego.

- ¿Quién?

- Usted.

- No se confunda mi amigo. Lo que nosotros queremos es que la gente no se envicie.

- ¿Y eso?

- No se olvide lo que dijo uno de nuestros padres fundadores: “La Asignación Universal se está yendo por la canaleta de la droga y el juego”.

- Qué tiene que ver eso con lo que estamos hablando.

- Que se acabó el populismo, mi viejo. Se acabó eso de estar todo el día mirando partidos, comprando remedios a precio de remate, comiendo dos, tres y hasta cuatro veces por día. Se acabó.

- Pero...

- Pero nada, querido ¿Sabe lo que realmente quieren los vecinos?

- Trabajo, que bajen los precios, poder ir al hospital y que sus hijos vayan a la escuela...

- Pamplinas y más pamplinas. Los vecinos quieren que vayan presos todos los corruptos del gobierno de la Bruja de Calafate. Y ella primero que nadie.

- Pero para eso hay que tener pruebas, hacer un juicio imparcial con jueces independientes...

- Y dale con la cháchara populista. La gente quiere justicia mi viejo, eso quiere.

- Nadie quiere que lo condenen porque sí.

- Porque sí, porque no, lo que importa es la corrupción.

- Casi le sale una rima.

- Usted ríase, que Mauricio sigue peleando solo.

- ¿A usted le parece?

- No le quepa la menor duda. Nuestro lema de campaña va a ser: con la corrupción se come, se cura, se educa...

- En todo caso con la corrupción no se come, no se cura, no se educa...

- Ve que no entiende nada. Le voy a regalar un curso de marketing político con Durán Barba.

- ¿Por?

- Porque si no tenemos la corrupción, qué nos queda...

- …

- Nada. No nos daría la hora ni Trump.

- Entonces reconoce que...

- Ni reconozco ni dejo de reconocer, ni como ni dejo de descomer... La guerra santa contra la corrupción no se detiene. Y ahora me voy, que me está esperando Carrió.

- Ya sé, para hablar de corrupción.

- Ni loco, a ver si se la agarra con los primos y nos hundimos todos.

- ¿Entonces?

- Tiene unos chismes sobre las orgías de Sarmiento que ni se imagina. Otro día le cuento.