La construcción y financiamiento de Chihuido I inicia otro nuevo periplo, tras casi una década de frustraciones. Caído el financiamiento ruso, ahora el gobierno nacional acude a tierras orientales. En el marco de la gira de Mauricio Macri por China, ayer se abrió la puerta a una nueva fase de la historia de la represa proyectada para generar energía y domar el tramo medio del bravío río Neuquén.

Con la presencia del gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, se firmó en Beijing un acuerdo entre la empresa del grupo Eurkenkian, Helport, líder de la UTE ganadora de la licitación, y la empresa Yellow River Engineering Consulting, que depende del ministerio de Recursos Hídricos de la República Popular de China. La financiación la aportaría el Bank of China.

Fuentes de la delegación indicaron a Telam que "se trata de un documento inicial, con miras a perfeccionarlo en el futuro próximo, y cuyo objetivo es firmar un acuerdo que permita se mantenga la licitación actual. La condición es que la financiación sea mejor o igual a la que originalmente ofreció Rusia".

En el acuerdo se establece que en el término de 45 días se debe llegar a un acuerdo definitivo de los aspectos comerciales y comenzar formalmente con la negociación del contrato y las condiciones financieras. Fue firmado por Juan Manuel Collazo, presidente de Helport, y Zhang Jiliang, presidente de Yellow River Engineering Consulting.

El viernes pasado se presentó oficialmente la carta de financiamiento y está en evaluación por el gobierno argentino.

La etapa china del demorado proyecto Chihuido I llega luego de la caída del financiamiento ruso que tenía pactado el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. A fines del año pasado, Macri intentó negociar directamente con Vladimir Putin, una segunda baja de tasas del crédito, luego haber logrado un descuento inicial. El presidente ruso montó en cólera y dio por terminadas las negociaciones con una contraoferta humillante para la Argentina.

Luego de ese revés, Macri encargó al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que iniciara las negociaciones con el gobierno chino.

Durante las negociaciones que se abren a partir de ahora, una de las cuestiones que se debatirán será el ingreso de la empresa Power China al consorcio adjudicatario de la obra que encabezan las constructoras locales Helport y Panedile. De esa forma, la empresa asiática reemplazaría a las rusas InterRao y Power Machines.

Power China—que en la licitación quedó con la segunda mejor oferta asociada con las constructoras locales CPC de Cristóbal López y Rovella Carranza—podría convertirse en la proveedora de las turbinas y los equipos generadores para la hidroeléctrica neuquina.

Mientras que Yellow River Engineering Consulting se ocuparía del diseño, consultoría, supervisión y construcción de la obra. El gobierno anterior había designado a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata para esa tarea.

Además de la letra chica del financiamiento, Chihuido  deberá a iniciar un nuevo proceso político-económico  complejo, con un gobierno nacional que no se ha caracterizado por tener buen tacto en el manejo de las relaciones internacionales.