El esquema de subsidios a la producción de gas establecido por el gobierno de Cristina Fernández, y relanzado semanas atrás por la administración de Mauricio Macri, apuntalaron el crecimiento de la producción de gas no convencional en la Cuenca Neuquina. En ese contexto, Vaca Muerta empieza a marcar el sendero hacia una nueva era en la industria petrolera local.

De acuerdo a un informe de la consultora G&G Energy Consultants, en los últimos cinco meses se consolidó el rendimiento del shale neuquino, al alcanzar los  5.13 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) en febrero 2017, lo cual significó un incremento interanual del 48%. YPF es el mayor operador con 77% de la producción, de la mano la sensible mejora lograda en el yacimiento El Orejano.

El crecimiento del shale gas en la provincia proviene de la conexión y ensayo del piloto del consorcio Aguada Pichana operado por Total y de la incorporación de pozos horizontales con rama lateral de mayor longitud en El Orejano, que cuenta con nueva conexión de un gasoducto secundario a la planta de tratamiento de Sierra Chata.

Además, se sumó la conexión comercial de seis perforaciones del piloto de Total en Rincón La Ceniza y ensayos del  pozo La Escalonada e-3(h), el cual, según los números de la industria, es el mejor de la cuenca.

Mientras que los pozos de Fortín de Piedra conectados al sistema por el gasoducto Rincón del Mangrullo sumarán una cuota interesante de gas en los próximos meses.

De los más de 700 pozos que hay en Vaca Muerta, apenas el 10 por ciento está dirigido a horizontes gasíferos. Sin embargo, ya duplica a la producción de gas asociado al shale oil principalmente del desarrollo de Loma Campana de YPF-Chevron.

El informe privado indica que YPF-Dow en El Orejano desarrollan una campaña sostenida de pozos de 2.000 metros de rama lateral y más de 20 fracturas por pozo, que arrojan producciones iniciales importantes y comparables a buenos pozos en plays de gas seco similares en Estados Unidos, como Haynesville.

Por otro lado, destaca que el 69.5% del gas producido de Vaca Muerta es shale seco/húmedo (3.57 MMm3/d) cuyo volumen se duplicó en los últimos doce meses. El 30.5% restante es gas asociado al shale oil (1.56 MMm3/d), mayormente producido en Loma Campana por YPF-Chevron.

Entre los proyectos exploratorios se destaca el ensayo inicial de pozos horizontales y verticales de Tecpetrol en Fortín de Piedra. La compañía del grupo Techint anunciará hoy un plan de inversiones de más de 2.000 millones de dólares en un acto en Buenos Aires que presidirá Macri y que contará con la presencia del gobernador Omar Gutiérrez.

Si bien hay consenso en la industria en que el plan que establece un precio de 7,5 dólares el millón de BTU hará viable el desarrollo inicial del shale gas en la cuenca, algunos analistas de renombre estiman que el esquema de valores del gas planteado por Juan José Aranguren hacia 2021 es por demás generoso con las petroleras. Consideran que con el aprendizaje y el aumento de la escala de la industria los costos de extraer gas en Vaca Muerta bajarán considerablemente. Por lo pronto, se estima que con el acuerdo de flexibilización laboral las petroleras bajaron un 4 por ciento sus gastos.

Sin embargo, esa ventaja se esfumó con las consecuencias de la última medida gremial que paralizó los yacimientos de la provincia.