Esta semana, el presidente Macri pagó el enorme costo político de retroceder en el auto perdón de la deuda multimillonaria de su empresa con el Estado y con el intento de revisar a la baja el cálculo de las jubilaciones. De paso, su gobierno se tuvo que tragar que los bancarios hicieron valer su acuerdo paritario pasando por arriba de la política salarial oficial.

En realidad, como no le queda otro remedio el gobierno nacional da marcha atrás sin mayor pudor con algunas de sus decisiones más controvertidas pero mantiene otras no menos polémicas, como la decisión de eliminar la paritaria nacional docente y fijar un techo del 18 % para discutir salarios.

Después de que el menemismo le tirara la educación por la cabeza a las provincias sin transferirles los recursos necesarios para su sostenimiento, Néstor Kirchner ideó un mecanismo para sacar al Estado nacional del descompromiso casi total sobre el destino de la educación.

El ex presidente creó en 2005 la ley de Financiamiento Educativo,  que, entre otras cosas, ordena al ministerio de Educación de la Nación acordar junto al Consejo Federal de Cultura y Educación y los gremios docentes el salario mínimo del maestro.

La norma, permite dejar establecida una pauta mínima para que cada provincia discuta, a partir de allí, el salario de sus maestros, y al mismo tiempo dispone un fondo para asistir financieramente a los Estados que no alcancen a pagar ese salario mínimo docente.

Ahora, el macrismo vuelve a la carga lavándose las manos en un tema clave para el país y su gente. Pero si bien no se puede asegurar todavía que será otro tema en el que Macri deberá dar marcha atrás -como ocurrió con el tarifazo del gas, el feriado del 24 de marzo o la designación por decreto de los jueces de la Corte-, es medianamente seguro que esta decisión traerá aparejados enormes conflictos con los trabajadores de la educación y con las provincias, y por supuesto trastornos para los ciudadanos de a pie.

Por lo pronto, las clases deberían comenzar el próximo 6 de marzo y las federaciones de gremios docentes como Ctera y Sadop amenazaron con lanzar a un paro ese día si el gobierno de Cambiemos mantiene la decisión de no convocar a la paritaria y fijar un tope del 18 % para el aumento salarial.

No ya en plan de advertencia sino por vía de los hechos la Conadu Histórica, que nuclea a los docentes universitarios, convocó a un paro de 48 horas, a partir del 6 de marzo, por los mismos motivos.

En este contexto de retroceso de conquistas gremiales y ciudadanas, el secretario general de Suteba Roberto Baradel recibió, casualmente, amenazas. El gremialista responsabilizó al gobierno y lo acusó de querer generar “un clima de temor y de hostilidad” mientras intenta “desconocer la paritaria nacional”.

La secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, denunció, en una conferencia de prensa de apoyo a Baradel, que "lo ocurrido es “una ofensa a la democracia” y que con la eliminación de la paritaria nacional se busca que “los argentinos retrocedamos muchos años”.

En Neuquén las paritarias estatales, en las que se incluyen los docentes de ATEN, los empleados de ATE y UPCN y los trabajadores de la dirección provincial de Vialidad, comenzaron formalmente el viernes pero se estima que la discusión de fondo empezará recién mañana.

Algunos gremios ya salieron a advertir que no hubo oferta salarial por parte del gobierno y ATE amenazó con suspender la actividad administrativa. Pero la postura oficial es informar a los representantes sindicales de cuál es la verdadera situación financiera de la provincia –“abrirles el presupuesto”, dicen- y ver si los representantes sindicales tienen disposición para articular una solución consensuada.

En el gobierno provincial entienden que las provincias viven una situación complicada a raíz de que ya no está la paritaria docente nacional y que Neuquén no es la excepción. También, especulan con que muchas jurisdicciones van a esperar al 6 de marzo para decidir a posteriori del inicio de las clases.

“Las posibilidades no son muchas, la inflación bajó pero no a los niveles deseados y los recursos crecieron por debajo de los aumentos salariales otorgados el año pasado”, confió una alta fuente del gobierno local.

Para el gobierno, aunque este año no se diera un solo peso de aumento la masa salarial aumentará un 10%, por efecto de los aumentos escalonados dados -en cuotas- el año pasado.

La fuente detalló que la canasta de recursos con que cuenta la provincia es dispar, porque la inflación acumulada en un año fue del 37% y la coparticipación aumentó sólo el 24%, mientras que los recursos propios lo hicieron entre un 38 y un 40%

En Neuquén, la paritaria docente es la que fija la pauta de todas los demás trabajadores del Estado -incluyendo a los municipales y empleados de entes descentralizados- y ATEN ya rechazó la anulación de la paritaria nacional y planteó que no aceptará ningún ‘techo’ en el aumento salarial.

Al gobierno le preocupa el frente interno del gremio docente. Como se sabe, históricamente hay diferencias entre las seccionales de ATEN capital y provincial, y para las autoridades eso significa que la última palabra no lo tienen los negociadores sino una asamblea.

El gobierno provincial hasta ahora no ha hablado de ‘techo’ y la fuente consultada aclaró que hacerlo no sería correcto porque en la práctica “equivaldría a un aumento por decreto”.

No obstante expresó su confianza en que sea la mesa de negociación la que “construya la forma de encontrar los recursos” necesarios para zanjar la discusión con los gremios estatales.