Cuando usted este leyendo este artículo, posiblemente en Bariloche se esté desarrollando una discutida la asamblea provincial del Pro de Río Negro, pero que no cuenta con el aval de algunos de sus principales dirigentes.

En rigor de verdad la asamblea es para organizar formal y legalmente el partido en la provincia sobre todo con vista a las elecciones legislativas de octubre, pero también definir la actitud que tomarán en las elecciones de renovación de concejales en varios municipios el 14 de mayo, para las que ya no les dan los tiempos legales para armar Cambiemos, y deben definir si van solos como Pro o junto a algún otro partido y si es así con qué sello lo harán.

En cuanto a las de medio término la asamblea deberá analizar e imaginamos que aprobar la concreción de la alianza Cambiemos para esa oportunidad para poder encauzar o reencauzar las charlas sobre todo con el radicalismo.

Pero no todo será tan simple para organizarse formalmente. Por un lado el empresario y concejal barilochense Daniel González, sin respetar mucho los carriles orgánicos, lanzó su candidatura a diputado nacional y es uno de los convocantes a la asamblea.

El edil ha dicho que “los asambleístas avalarán que el partido vaya con candidatos propios a los diversos comicios en Río Negro”.  

También señaló que durante la reunión se deberá conformar una mesa política que se encargará de crear acuerdos con diversos sectores políticos de cara a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) del 13 de agosto y la general que se realizará el 22 de octubre.

Pero González ha tenido una serie de cortocircuitos con la presidenta del Pro en Río Negro María Piedrabuena, e incluso con el diputado Wisky y Juan Martín, delegado del ministerio del Interior por estos lares y que se sabe es otro con aspiraciones a ocupar una banca en la Cámara Baja por la misma agrupación política que el concejal.

Martín hace algunas horas atrás, cuestionó en duros términos el encuentro del Pro de este sábado en Bariloche y dijo que lo organizadores solo buscan protagonismo.

Agregó para clarificar su posición que “la asamblea no tiene legitimidad y fue muy mal organizada”. El funcionario cargó las tintas contra el concejal González que “quiere tener protagonismo al igual que otros dirigentes del PPR devenidos en Pro”, aseveró.

Se refiere en este caso a Claudio Lueiro que en determinado momento del 2015 cedió, alquiló o vendió el sello del PPR para que apareciera en escena el Pro en la provincia.

El delegado insistió en que “es irrisorio que se realice una asamblea sin los principales dirigentes de la región”. “El mandato del gobierno nacional es conformar Cambiemos en la provincia, pero pese a esto no es el momento de realizarla”, aclaró.

El funcionario reconoció que “nos falta seguir consolidando estructura en la región”. “Somos un partido embrionario en la política argentina, así que seguimos generando volumen y tejiendo alianzas”, añadió.

Esta demás decir que las cosas en el Pro están bastante complicadas por sus internas y porque además se les vienen las fechas y hablan de la coalición Cambiemos, cuando todavía ni siquiera pudieron conformar el propio Pro, que sigue, como dice el propio Martín, en estado embrionario.

En semejante panorama de desencuentros, hasta el radicalismo aparece como más organizado, por lo menos en las formalidades.

Los intendentes radicales y el propio presidente del partido Dario Berardi parecen estar convencidos de la necesidad de conformar cuanto ante Cambiemos y han limado asperezas con Juan Martin.

Sin embargo el delegado al comité provincia, y el secretario del comité Viedma, se han manifestado públicamente para que la UCR en Río Negro lleve el primer candidato en la formula a diputados nacionales, presentándose inclusive en las PASO si fuera necesario.

Muchos otros “boinas blanca” tienen la misma opinión aunque no se expresan públicamente.

Lógicamente que muchos de ellos aprecian el río revuelto en sus principales posibles socios y que los días pasan, y Cambiemos no termina de germinar. Encima la estructura del Pro, si están juntos es infinitamente menor a lo que puede aportar el partido centenario, pero si además se pelean entre ellos la situación se complica aún más.

En efecto, más allá del golpe sufrido en 2010 y la dispersión del radicalismo rionegrino, es aún el mayor partido de esa alianza en ciernes, por estructura, por dirigentes y por presencia en cada localidad.

Y es allí donde dicen tenemos que conducir el proceso y con ese embale algunos dicen la candidata o candidato a la diputación tiene que ser radical y “debemos llegar al 2019 con la UCR como el principal partido constructor de Cambiemos; y para ese escenario nos estamos preparando”.

Incluso para las elecciones de concejales en las 14 localidades tranquilamente puede ir con candidatos propios y con la tradicional Lista 3, ya que Cambiemos aun para la fecha prevista no será una herramienta electoral, al menos oficializada. Estará en las autoridades del Pro sumarse o no a esas listas.

Se supo también que los radicales se reunirán en los primeros días de marzo antes de la convención partidaria que analizará y autorizará la política de alianzas, porque sin dudas existe preocupación de la situación de conflictos dentro del Pro y la consecuente imposibilidad de conformar oficialmente Cambiemos.

Nuestra visión acerca del panorama es que necesariamente deberá acercarse a la provincia algún dirigente del Pro o funcionario nacional con peso en el andamiaje político de Mauricio Macri y tomar urgentes decisiones, al menos en esta provincia, porque de lo contrario los va a encontrar la veda electoral todavía intentando decidir con quienes se van a juntar y que sello van a utilizar.

Porque la realidad indica que ni el Pro ni mucho menos Cambiemos, a ésta altura del partido, no existe en Río Negro y se ha iniciado un año electoral en el que, además de elegir a los reemplazantes de los diputados nacionales Soria y Bardeggia, será la vara que determinará qué es lo que va a pasar en 2019.