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Columnistas
11/02/2017

Condenados al éxito

Prendele una vela a Aranguren

Prendele una vela a Aranguren | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Daniel Hernández

 

- ¿Anda por ahí?

- Si, pero no se ve nada.

- Mejor así.

- ¿Mejor así? ¿Dónde vio una sala prensa sin luz?

- No me va a decir que necesita tener la luz prendida para escribir. Típico del derroche populista.

- Pero no puedo ni encender la computadora.

- No le digo. Otro vicio del periodismo militante. John Reed le contó al mundo la revolución rusa sin notebook, le recuerdo.

- Pero eso fue hace un siglo.

- Ahhh bueno, el niño populista hace puchero porque no puede usar la Mac.

- No es eso. En ningún país del mundo dejan sin luz a la sala de prensa de la casa de gobierno.

- ¿Sin luz? Otro invento de la prensa opositora. Lo desmiento terminantemente: Acá hay luz.

- ¿Y por qué estamos a oscuras?

- Espere un momento.

- …

- ¿Ahora me ve?

- Pero para qué me sirve la luz de una vela…

- El eterno llorisqueo K. Nada le viene bien ¿No quería luz?

- Luz eléctrica. Así no puedo escribir para el diario ni mandar un mail. Ni siquiera sé dónde está el teléfono.

- ¿Perdió el celular?

- No, acá lo tengo.

- Entonces haga todos los llamados que quiera. O pretende que todo lo pague el Estado. Otro tic populista.

- Claro que puedo usarlo, pero para qué sirve una sala de prensa sin luz…

- Sí hay luz, deje de confundir a la población.

- ¿A qué población voy a confundir si solo estamos usted y yo?

- El relato K funciona así: usted repite algo que no es cierto, en este caso, que no hay luz, yo lo desmiento, categóricamente, porque efectivamente esta vela da luz, pero usted insiste en su falacia, en este caso, de la falta de luz que no permite al periodismo cumplir con su labor, y yo, por mi parte, insisto con la verdad: usted ahora puede verme, ergo hay luz; pero usted, encerrado en su fanatismo de periodista militante, sigue con la cantinela de que…

- Está bien, está bien, ya entendí. Lo que estoy diciéndole es que sin luz no se puede…

- Y dale con que no hay luz. No le digo. Es como decía Borges, ustedes no son buenos ni malos, son incorregibles.

- Eso lo decía de los peronistas no de los periodistas…

- Es lo mismo.

- No es lo mismo, son cosas distintas.

- Uhh viejo, mire que está discutidor hoy. Se parece a la Bruja del Calafate, que no hay ajuste que le venga bien.

- Yo no me parezco a nadie. Soy un periodista acreditado en la casa de gobierno que no puede hacer su trabajo porque en la sala de prensa no hay luz. Eso es todo.

- Con ese dramatismo le falta decir que cortamos la luz para violar la libertad de prensa.

- No. Sólo estoy diciendo que no hay luz y que así ni yo ni mis colegas podemos trabajar.

- Ahora resulta que la culpa es de Mauricio.

- Yo no le eché la culpa nadie sólo le estoy diciendo que no hay luz y que así…

- Pero deja caer un manto de sospecha...

- Yo solo quiero…

- Ahora no trate de disimularlo.  Podrán seguir atacando nuestras casas, hakeando nuestra cuentas de Twitter, violando a nuestra mujeres y a nuestros niños, que la revolución de la alegría no se detendrá.

- Espere un momento, deje de victimizarse. Yo sólo dije que no había luz, nada más.

- Y yo traje una vela y usted sigue con su diatriba desestabilizante.

- Nada de eso, yo…

- Se acercan las elecciones y nada es casualidad. La CGT se levanta de la siesta y convoca un paro, la Bruja del Calafate hace arder las redes sociales con tuits incendiarios y usted denuncia censura.

- Seamos prácticos, dígame cuándo vuelve la luz así aviso al diario a qué hora envió el material y listo.

- ¿Y yo cómo puedo saberlo?

- ¿El gobierno no sabe a qué hora vuelve la luz en la casa de gobierno?

- Ya  se lo dije: para nosotros hay luz. A no ser que le esté dando tantas vueltas al asunto para que se acabe la vela y salirse con la suya.

- ¿Ni siquiera encendió una vela nueva?

- Dujovne no lo permita. Sería dilapidar los recursos del Estado. Ni siquiera este pedacito es nuestro.

- ¿Y de donde lo sacó?

- De la Catedral.

- ¿De la Catedral?

- No, de la cancha de Boca el día que el Panadero tiró la bengala. Si, de la Catedral, en qué idioma hablo, ¿en mapuche? Benetton no lo permita.

- ¿Usted roba velas de la Catedral?

- Robar, lo que se dice robar, no. Las tomamos prestadas.

- Disculpe la crudeza pero eso es un eufemismo…

- Como dice Arribas, quien dice departamento dice muebles…

- En eso tiene razón. No es un eufemismo, usted está mintiendo.

- Es lo que yo siempre digo, la agresión que sufrimos de la prensa K no tiene límites.

- Encima se ofende…

- ¿Cómo no me voy a ofender si me está tratando de mentiroso?

- Es usted el que dijo que sacaba las velas de la Catedral, no yo.

- En efecto.

- ¿Entonces?

- Entonces que la devolvemos.

- ¿Cómo?

- Juntamos la cera derretida y reconstruimos la vela para devolverla…

- Pero…

- Pero nada. Se acabó la época de derroche del keynesiano Prat Gay…

- ¿Prat Gay era keynesiano?

- De la primera hora. Pero nosotros no miramos al pasado. Ahora, como puede ver, ajustamos en serio.

- Lo que usted quiera, pero me puede decir de una buena vez a qué hora va a volver la luz… eléctrica…

- Ya le dije que no se. Pero calcule unas 36 horas.

- ¿Un día y medio sin luz?

- ¿Le parece mucho?

- Una eternidad.

- Ya lo dijo el Vasco Aranguren, si quiere pagar de más use la luz todos los días, pero después no se queje.

- No se puede usar la luz un día y medio sí, otro día y medio no. Es absurdo.

- Sí, se puede / Sí, se puede / Sí, se puede… Y se puede hacer más.

- ¿Como qué?

- Mire, según los cálculos del Vasco para poder pagar la luz hay que usar el aire acondicionado sólo en invierno (y cuando hace menos de diez grados); abrir el microondas nada más que para limpiarlo y mantener el lavarropas en casa sólo porque si los sacamos todos a la vereda la ciudad colapsaría ¿Se da cuenta todo lo que podemos hacer los argentinos si nos unimos?

- Pero así no se puede vivir.

- Ay, así no se puede vivir. Usted siga haciendo terrorismo informativo nomás, que yo me ocupo de lo importante.

- ¿Y qué sería lo importante en esta situación?

- Devolver la vela. Qué pretende, que el Vaticano nos declare la guerra.

- ¿No era que después la reconstruía?

- Si claro, pero antes la tiene que usar Mauricio. Va a recibir a los directivos de Iecsa y con esa gente no conviene estar a oscuras.

- Pero si es la empresa de Calcaterra, el primo del presidente.

- Por eso mismo. Lo dejo, que me estoy quemando los dedos y cuando eso pasa se viene la noche en serio. 

29/07/2016

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