Columnistas
27/09/2016

Programa Qunita

La supuesta marcha atrás de Bonadío que no fue tal

La supuesta marcha atrás de Bonadío que no fue tal | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Tras ordenar destruir los kits sanitarios para bebés y mamás parturientas, el juez dispuso que los elementos “pueden ser reutilizados”. Pero el autor aclara que las cunas (moisés) y sacos de dormir, quedan exceptuados de esa reutilización. Por eso, afirma, “la lucha continúa”.

Daniel Esteban Manoukian *

El pasado 22 de septiembre el juez Claudio Bonadío emitió un dictamen, a todas luces a resultas de la multiplicidad de pedidos que formalmente le hicieron llegar, para evitar la destrucción de los kits Qunita bajo su custodia y que él mismo había ordenado oportunamente.

En efecto, fueron muchas las organizaciones y entidades académicas que se expresaron en ese sentido, en algunos casos planteando cuestiones sociales y de justicia distributiva para que se aprovecharan los kits con la finalidad de llegar a los sectores más vulnerables, y también en algunos casos explicitando que no existe evidencia del riesgo alegado como argumento para interrumpir un programa de fuerte impacto social y sanitario como ya expresamos en una nota anterior.

Aunque a primera vista pareciera que la decisión del juez representa una marcha atrás respondiendo favorablemente a los pedidos efectuados, la lectura del dictamen confirma que esto no es así.

Claudio Bonadío no dice que no se descarten la cuna y el saco de dormir. En su escrito platea: “Con excepción de las cunas y los sacos de dormir, que resultan peligrosos para la salud, de acuerdo a dictámenes del INTI y de la Sociedad Argentina de Pediatría (ver nota anterior), los demás elementos del kit, “(...) pueden ser reutilizados con fines sociales”. Indica en este sentido que el ministerio de Salud de la Nación: “ (...) deberá disponer de tales elementos, con las excepciones citadas, que deberán destruirse, dándole el destino apropiado acorde a su naturaleza (...)”.

Es decir que insiste en que se destruyan las cunas-moisés y los sacos de dormir, haciéndole cargo al ministerio de Salud de los kits pero indicando que no entregue la cuna y el saco de dormir. Concretamente dictamina que: "(...) si dicho ministerio encontrara la forma de reutilizar en forma segura el moisés y el saco de dormir solo deberá informarlo al tribunal".

En suma, más que una marcha atrás, se trata de tirar la pelota afuera, usando una metáfora futbolera. Y siguiendo la misma podemos afirmar hoy que la pelota ahora quedó en el campo del ministro Jorge Lemus, que fue quien decidió a poco de asumir, discontinuar la distribución de kits del programa sanitario en cuestión.

La decisión tomada respecto del Programa Qunita, tanto en ámbito ministerial como judicial, sigue intacta, privando a un importante sector de nuestra comunidad de acceder a un derecho que aporta a la calidad de vida. La lucha social por conquistar grados crecientes de equidad y justicia social en el campo de la salud en general, continúa. 



(*) CUESEB (Centro Universitario de Estudios Sobre Salud Economía y Bienestar - Universidad Nacional del Comahue) y Centro de Estudios de la Sociedad de Medicina Rural de Neuquén.
29/07/2016

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