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Columnistas
21/08/2016

El comercio exterior en el primer semestre

El comercio exterior en el primer semestre | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Hay que tener en claro que sin industrias en expansión no hay desarrollo y que en la actualidad sería imposible un proceso de modernización y crecimiento basado exclusivamente en las actividades primarias, como pretende el neoliberalismo.

Humberto Zambon

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En el mundo contemporáneo la industrialización genera progreso técnico y desarrollo económico en un proceso circular y acumulativo. Sus beneficios se extienden a toda la economía, mejorando la productividad del trabajo, aumentando el ingreso disponible por la comunidad y creando incentivos al desarrollo científico y técnico en general. Los países que hoy se califican como desarrollados alcanzaron ese estatus mediante la industrialización, mientras crecía la brecha entre esos países y los de la periferia. Hay que tener en claro que sin industrias manufactureras en expansión no hay desarrollo y que en la actualidad sería imposible un proceso de modernización y crecimiento basado exclusivamente en las actividades primarias, como pretende el neoliberalismo y las potencias que pretenden imponer la división internacional del trabajo.

En los países de industrialización tardía, es decir, en aquellos que comenzaron a industrializarse en el siglo XX, cuando ya estaba afianzado mundialmente el capitalismo industrial, el crecimiento económico depende de las importaciones de maquinarias y otros insumos, mientras que la producción, por razones competitivas, se ha destinado fundamentalmente al mercado interno. El desarrollo es muy dependiente de la posibilidad que crezcan las importaciones. Como la forma legítima de pagar las importaciones es mediante las exportaciones (la otra es con endeudamiento o ingreso de capitales pero, como luego hay que pagar intereses y dividendos y devolver al capital, se compromete las posibilidades futuras de seguir importando) el crecimiento de las exportaciones limita al incremento de las importaciones y, por lo tanto, al crecimiento económico. Este tema, muy estudiado en la teoría económica, dio lugar a la llamada Ley de Thielwall: “a largo plazo la tasa de crecimiento de la economía está limitada por la tasa de crecimiento de las exportaciones”.

En estas condiciones la política lógica para un país como el nuestro consiste en 1- Procurar aumentar las exportaciones, en especial las manufactureras para lo que es esencial cuidar y fortalecer los acuerdos de integración regionales; 2- Limitar las importaciones superfluas para no afectar las esenciales para el crecimiento (bienes de capital e insumos industriales); 3- Cuidar las divisas disponibles con ese mismo objeto, combatiendo el atesoramiento en moneda extranjera y la fuga de capitales.

En la antípoda de lo expuesto se encuentra la política aplicada a partir de diciembre del 2015:

1-En el primer semestre del corriente año el comercio exterior arrojó un pequeño superávit (479 millones de dólares) debido al crecimiento de la exportación de granos y oleaginosas almacenadas a la espera de la baja y eliminación de las retenciones y de la fuerte devaluación del peso, pero ese dato esconde la caída de exportaciones industriales prácticamente en todos los rubros, desde automotores a golosinas y galletitas (en este rubro las exportaciones bajaron un 21,4% mientras que subían las importaciones un 27,5%).

2-Se abrió la importación a productos superfluos o que se producen internamente afectando a la industria local: en el primer semestre del año la importación de textiles creció un 29%, el calzado un 25%, marroquinería un 30%, juguetes un 35% y los tractores un 85%; también perjudicó a las economías regionales, como es el caso de la producción de manzanas cuya importación creció un 500%. Un dato resume la situación económica actual que lleva a la desaparición de la industria y la primarización de la producción: la importación de bienes de consumo aumentó en el primer semestre un 28,6% en términos interanuales, mientras que la importación de bienes intermedios para la industria local cayó el 18,4%.

3-Con respecto a las divisas, se liberó totalmente el mercado, eliminándose los límites preexistentes para la compra de moneda extranjera. El resultado del primer semestre, comparado con el del año anterior, es el siguiente (en millones de dólares):

 

  2016 2015
Ahorro en moneda extranjera 12.000 5.300
Turismo 4.118 3.604
Remisión de utilidades al exterior 1.466 113
Total 17.584 9.017

 

Lo que implica un aumento del 95% en un año.

Esa fiesta se pagó con los dólares provenientes del endeudamiento: la deuda pública externa creció en 13 mil millones de dólares, más el endeudamiento externo de las provincias y de los privados. Esa política global, con la apertura al exterior, la primarización de la economía y el endeudamiento, agrava aún más la restricción externa de la que hablábamos al comienzo y nos lleva, inexorablemente, a una crisis como la vivida en el año 2001.

29/07/2016

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