En diciembre, el precio del dólar subió un 11 %, de los 17.45 pesos a los 19.45 pesos que cerró la jornada de ayer. En el mismo periodo, el valor del barril de petróleo Brent creció un 5 %, desde los 63.41 dólares que estaba a principios de mes hasta los 66.60 dólares. En este escenario, las petroleras ya afinan el lápiz para aplicar una nueva suba de los combustibles, que en el año ya acumulan  un alza del 32 %, bastante por encima de la inflación que cerrará en tono al 24 o 25 % anual.

De sostenerse en los próximos días esas variables, los consumidores sentirán el peso de la decisión política del gobierno nacional de desregular el mercado de las naftas y gasoil.

"Soy optimista y creo que el combustible y el petróleo en el mundo van a volver a bajar", dijo un presidente Mauricio Macri victorioso el día posterior a las elecciones legislativas, cuando se aplicó la última suba en los surtidores. Pero la realidad se ha encargado de echar por tierra sus augurios.

En el último año, el crudo se apreció un 20 % debido al pacto de recorte de producción que cerró la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) junto a los once productores aliados.

La meta del convenio se prolongó hace unas semanas hasta finales de 2018, cuando se espera llegar a un precio de equilibrio, con lo cual no hay evidencias de que el barril vuelva a tender a la baja.

Para diciembre del año pasado, el crudo Brent, que hoy se usa referencia en Argentina, tuvo un alza de 11 dólares, tras pasar de 55 dólares en enero a 66 en diciembre.

Las transacciones de petróleo en el mercado local se hacen en pesos pero cotizan en dólares, con lo cual la devaluación de los últimos días se trasladará al consumidor.

Lo mismo ocurrirá con las tarifas de electricidad y gas, ya que el ministerio de Energía fijó los precios de esos insumos en moneda norteamericana.

El precio de la electricidad se pautó en u$s74,8 por megavatio/hora, a un tipo de cambio de $19,3. Si el dólar se mantiene por encima, en febrero se trasladará el efecto devaluatorio a los usuarios.

Mientras que el gas en boca de pozo cotiza 4,19 dólares el millón de BTU, y pasará a 4,68 dólares el 1 de abril, lo que significa una suba del 11,7% en moneda extranjera. Al mayor valor del gas se le sumará un nuevo recorte en los subsidios a los consumidores, más el nuevo tipo de cambio de ese momento, con lo cual la suba se sentirá fuerte en las facturas.