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Energía
14/01/2017

2017, el año de la flexibilización petrolera y el libre mercado

2017, el año de la flexibilización petrolera y el libre mercado | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Una observación del panorama energético en la provincia de Neuquén y de las decisiones anunciadas esta semana, indican que se termina el barril criollo, los petroleros pierden beneficios y suben las naftas, pero no llueven las inversiones en Vaca Muerta.

El año arrancó con la aceleración de los planes pergeñados durante todo 2016 por el gobierno de la alianza Cambiemos para el sector petrolero: liberalización del mercado, flexibilización laboral para Vaca Muerta, y nuevos aumentos de los combustibles y de las tarifas.

A la vuelta de sus vacaciones, el presidente Mauricio Macri organizó un acto para anunciar una especie de relanzamiento del shale neuquino, que en verdad fue la presentación en sociedad de la flexibilización petrolera como punta de lanza que pretende perforar al resto de los trabajadores del país.

La adenda al convenio colectivo de los petroleros aún no está sellada, y ya despertó conflictos en grandes empresas de servicios como Halliburton y Schlumberger que -igual a como lo hicieron a mediados de 2016- comenzaron a liquidar los salarios sin el pago de las “horas taxi”, es decir el periodo horario en que los trabajadores están descansando en las bases a la espera de retomar su turno.

Ese es uno de los puntos de la flexibilización que acordó el gremialista Guillermo Pereyra con las empresas, junto con el ajuste en las dotaciones, la reducción del pago de horas extra, la posibilidad de hacer desmontaje de equipos en horarios nocturnos y de operar con vientos de hasta 60 km por hora.

Con el nuevo esquema, los trabajadores de las empresas de servicios especiales, que intervienen en los pozos de Vaca Muerta, verán reducidos entre un 30 y un 40 por ciento sus salarios de bolsillo. Si bien en algunos casos había salarios que superaban los 100 mil pesos, y ello significaba un escollo para el fino negocio del no convencional local, el éxito económico del shale pasa por generar una economía de escala que reduzca los costos operativos. La cuestión salarial no es la de mayor peso, a pesar de que esa creencia se instaló desde el gobierno y por parte de las empresas del sector. Como suele suceder, el hilo se corta por lo más delgado. 

De todos modos, el tan promocionado acuerdo todavía no está rubricado. La parte más importante del pacto sectorial aún no se vislumbra. No está por escrito el compromiso de las empresas de incrementar las inversiones. Si bien Macri señaló que habrá 5.000 millones de dólares de inversiones este año, la cifra apenas es una estimación de los desembolsos que ya tienen comprometidos por contrato las empresas, con lo cual el anuncio no tiene nada de nuevo. A modo de comparación, el 2016 cerró con 4.100 millones de dólares de inversiones en la provincia, en un año signado por la crisis y el ajuste. Es de esperar que en 2017 las operadoras aceleren algunos desarrollos gasíferos, pero de todos modos la suba de equipos no será significativa.

El Presidente ratificó la continuidad de los precios estímulo a la producción de gas que inició el kirchnerismo y que permitieron -junto con la renacionalización de YPF- recuperar la producción.

En paralelo, el ministerio de Energía de la Nación acordó con las refinadoras y productoras el fin del barril criollo, y un aumento de los combustibles del 8% que empezó a regir inmediatamente.

Se estableció un pacto por 12 meses, denominado “periodo de transición”, que partirá de una cotización interna del petróleo tipo Medanito de 59,4 dólares el barril este mes, para bajar a 55 en julio, y luego empardarse con el mercado internacional. Además, se eliminaron las retenciones a las exportaciones, que hoy apenas eran testimoniales pero que servían para controlar el valor interno de los combustibles en períodos de alta cotización del crudo.

También se estableció que las importaciones de petróleo crudo estarán sujetas a la falta en el mercado local de aquel que tenga las características requeridas para ser procesado por el sistema de refinación argentino.

Durante el primer trimestre de 2017, no habrá más aumentos en naftas y gasoil. Pero a partir del 1º de abril el precio de ambos combustibles podrán ser ajustados.

La suba en los surtidores irá acompañada de un nuevo tarifazo del gas, pero que será más moderado que el de 2016, para evitar otro revés político en pleno año electoral. El Ejecutivo busca que las empresas acepten un incremento menor al que solicitaron en la Revisión Tarifaria Integral de diciembre, para que finalmente no supere el 100% respecto del valor actual. 

29/07/2016

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