Al anunciarse una reducción de los costos laborales con el declamado propósito de dimanizar la llegada de inversiones a Vaca Muerta, el presidente Mauricio Macri dijo que “necesitamos este acuerdo en todos los sectores”. Lo hizo en el acto en la Casa Rosad donde se presentó el “plan de explotación” de la formación hidrocarburífera, y al cual asistieron, entre otros, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y el dirigente del gremio petrolero y senador nacional Guillermo Pereyra.

Tanto el jefe del Estado en la ceremonia, como luego el mandatario provincial por Twitter, destacaron la inversión comprometida por las empresas para el año que acaba de empezar. Mediante un tuit desde su cuenta oficial, Gutiérrez dijo: “Másde U$S 5 mil millones se invertirán durante 2017.#VacaMuerta es fundamental para el desarrollo energético del País. #ElFuturoYaEmpezó

En el acto oficial no hubo menciones específicas sobre las nuevas condiciones del convenio colectivo para los trabajadores petroleros, aunque la clave del “acuerdo” está precisamente en ese punto. Según el gobierno y las empresas, los altos costos laborales alejan a los inversores, y por eso se incorporan normas de flexibilización que, además, tal como lo admitió Macri, tratarán de extenderlo a las demás actividades productivas y laborales.

El jefe del Estado tuvo elogios para Guillermo Pereyra (secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa) y Manuel Arévalo (titular del Sindicato Jerárquico y Profesional del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa).

Varios medios de prensa, empezando por aliados del gobierno como el diario “Clarín”, dijeron que “los sindicalistas fueron los que más cedieron para cerrar el acuerdo. Entre otras cosas, porque los trabajadores dejarán de cobrar por el tiempo de traslado a su lugar de trabajo y aceptan disminuir la cantidad de empleados por pozo”.

Macri dijo que las empresas comprometieron inversiones “por 5.000 millones de dólares para este primer año”, y como es habitual, embelleció su discurso con expresiones de optimismo. Por ejemplo, aseguró que el acuerdo firmado hoy generará “una verdadera revolución del trabajo”, que “hoy cambiamos el futuro de la energía para nuestro país”,que “esto es un enorme desafío de desarrollo para todos los argentinos”, y que “en el camino de generar esa energía, vamos a generar una revolución de empleo”.

Más aún: anunció que "miles y miles de familias se van a mudar a la zona" con el desarrollo de Vaca Muerta, sin mencionar que la afluencia migratoria hacia Añelo y las cercanías de los yacimientos ya se viene produciendo desde hace varios años, y que ha creado graves problemas urbanísticos, de acceso a servicios, encarecimiento de los alquileres y del costo de vida en general, y consecuencias perjudiciales en la vida social.

Además, el presidente expresó que los hidrocarburos convencionales y no convencionales son "abundantes, baratos y exportables", pero advirtió que en la próxima etapa se "requerirá de esfuerzo y previsibilidad".

También volvió a arremeter contra el kirchnerismo: "Luego de quebrar el sistema de reglas, instalar la mentira, la corrupción, el derroche, nos transformamos en un país de escasez de energía, que es cara porque la tenemos que exportar por miles de millones, lo que genera déficit fiscal y la no posibilidad de abrir fabricas", dijo jefe del Estdo, y completó: “Cada vez que hemos tenido que importar energía, hemos perdido un trabajo para un argentino", advirtió.

Por último, reforzó una vez más la campaña publicitaria con la cual el gobierno procura instalar en la sociedad la creencia de que los cortes eléctricos se deben al derroche en los hogares. En ese sentido, Macri volvió a reclamar a los argentinos que ahorren "la mayor cantidad de energía posible" y pidió a la población que sea "solidaria".