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Energía
24/11/2016

Las claves de la disputa en la industria petrolera

Las claves de la disputa en la industria petrolera | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Macri busca lanzar el pacto petrolero antes de fin de año. Gutiérrez y Pereyra juegan en sintonía para frenar los efectos de una liberación total del mercado.

El presidente Mauricio Macri quiere cerrar el año con un anuncio positivo tras el cúmulo de indicadores negativos que arrastra su gestión. Su idea es lanzar en diciembre el pacto federal hidrocarburífero, que marcará las pautas económicas y laborales que regirán a la industria petrolera en 2017.

El acuerdo tendrá tres ejes: el relanzamiento del plan gas, cuyo detalle aún no está definido pero la idea del gobierno nacional es cambiar a partir de 2018 hacia un modelo de contratos con Cammesa donde compitan las empresas para bajar los precios; una nueva baja de la cotización del barril criollo que iría camino hacia el import parity, es decir el valor internacional más unos 5 o 6 dólares; y la flexibilización del régimen laboral por tres años para los petroleros que trabajan en los yacimientos no convencionales.

La liberación del precio del petróleo en el mercado interno anunciada por Juan José Aranguren generó malestar en el gobierno neuquino. Ayer Omar Gutiérrez fue llamado de urgencia a una reunión con Macri. Es que el líder petrolero Guillermo Pereyra, en sintonía con el gobernador, salió a jugar sus fichas. Logró motorizar en el Senado de la Nación la derogación del Decreto 272/15 que eliminó la comisión que controlaba las importaciones de combustibles. Esta medida perjudicó al crudo neuquino, ya que petroleras como Shell, al no tener ninguna restricción por parte del Estado, incrementaron las compras al exterior. Según Pereyra, el litro de gasoil grado 3 importado tiene un costo final de 11 pesos y luego se vende en el mercado interno a 19 pesos. Un negocio redondo.

Ayer el gremialista y Gutiérrez se llevaron el compromiso de Macri de que el ministerio de Energía dictará una resolución por la cual sólo se permitirán las importaciones cuando no esté garantizado el abastecimiento interno. Fue un pequeño triunfo, sin embargo, nada se dijo del precio del petróleo Medanito. El gobernador pidió que se mantenga un piso de 63 dólares, a sabiendas de que la baja es inexorable. Llevar el barril al import parity como pretende Aranguren no será nocivo para Neuquén en la medida de que el precio internacional no baje de los 50 dólares, cuestión imposible de predecir. No hay signos en el mercado internacional de que en 2017 el barril repunte, con lo cual un derrumbe global haría estragos en la economía provincial.

La jugada de Pereyra obedece a dos cuestiones: aún no hay certezas de los planes de inversiones de las empresas para el año próximo, y por lo tanto no hay garantías sobre el nivel de empleo. Y en segundo lugar, debe mostrarse combativo para morigerar el impacto que significará tener que dar la cara ante la inminente flexibilización laboral que tendrán sus afiliados.

29/07/2016

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