El potencial de Vaca Muerta ya no tiene discusión. Tanto las empresas –extranjeras y nacionales- como los funcionarios están convencidos, a la luz de los resultados exploratorios, que el shale neuquino tiene propiedades incluso superiores a la de formaciones análogas como Eagle Ford, de Estados Unidos.

Un reciente estudio realizado por Roberto Brandt y Ieda Gomes para el Instituto de Estudios Energéticos de la Universidad de Oxford, asegura que “la producción no convencional de gas en Vaca Muerta tiene la potencialidad de cambiar el tablero de juego de los hidrocarburos en Argentina”.

El documento, de 104 páginas, realiza un pormenorizado relevamiento de los avances de la industria y de la coyuntura social, regulatoria, económica y política relacionada con el incipiente desarrollo de Vaca Muerta. Para la elaboración del informe, los autores realizaron entrevistas a representantes de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN / Argentina), el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), el ministerio de Energía y Minería de Nación, Chevron Argentina,  Pluspetrol, Shell, Tecpetrol, The Nature Conservancy (TNC), Wintershall Argentina e YPF.

Más allá de las bondades geológicas, Brandt y Gomes desarrollan “los desafíos claves” que definirán la suerte del megadepósito neuquino de gas y petróleo.   

Desafío N° 1: precios del gas y el petróleo

El trabajo del Instituto de Estudios Energéticos de la Universidad de Oxford indica que hay un consenso general de que - a los precios internacionales del petróleo y del gas vigentes a mediados de 2016, ya pesar del hecho de que los precios internos se desacoplan temporalmente y establecen a niveles más altos - en el corto plazo la expansión la producción de gas no convencional provendrá en su mayoría de formaciones tight.

Mientras que las nuevas inversiones en el shale están condicionadas por un contexto en el que los niveles de Capex (Capital Expenditures o inversiones en bienes de capitales) de la mayoría de las empresas internacionales se han reducido drásticamente y los costes de financiación siguen siendo elevados para la Argentina. Sin embargo, a largo plazo el shale gas se ve como una opción muy importante. Para el desarrollo de estos recursos, es clave el precio que establece el Plan Gas impulsado por el gobierno de Cristina Fernández, y que vence a fines de 2017.

La mayoría de los jugadores creen que una recuperación de los precios internacionales del petróleo a 65-70 dólares el barril constituiría una señal positiva y ayudaría a reactivar las inversiones de exploración y producción.

Desafío número 2: políticas energéticas y ambientales

El informe indica que eldesarrollo de petróleo y gas no convencional se convirtió en un asunto de política energética máxima prioridad durante el segundo mandato de Cristina Fernández, y - desde mediados de 2012 en adelante- YPF actuó como el principal "conductor" de las iniciativas regulatorias y de inversión en esta materia. Los aspectos más destacados de este proceso fueron: una nueva legislación para promover inversiones, la puesta en marcha de incentivos de precios especiales en el marco del programa Plan Gas; y la participación directa de las principales empresas nacionales e internacionales en Vaca Muerta.

Los autores indican que la debilidad fue que el desarrollo del shale fue un fin en sí mismo y no fue parte de una política energética global.  

Agregan que el Plan Nacional de Energía que pergeña la administración del presidente Macri probablemente mantenga una alta prioridad al desarrollo del gas no convencional.

Desafío número 3: Las preocupaciones ambientales y la aceptación social

El informe de la Universidad de Oxford indica que las preocupaciones ambientales en torno a la actividad están relacionadas con el impacto en el suelo; la posible contaminación del agua potable; el uso de agua a gran escala; los posibles efectos de los productos químicos que se utilizan en las fracturas; la eliminación de aguas residuales; las emisiones a la atmósfera; y la contaminación acústica derivada de las operaciones.

Se destaca que en Neuquén la aceptación social de la explotación no convencional fue alta desde el principio por la baja densidad de población de las zonas afectadas por las operaciones; la amplia trayectoria de la industria del petróleo y gas en la Cuenca Neuquina; y el hecho de que la perforación se realiza a una profundidad de aproximadamente 3.000 metros.

A pesar de este alto nivel de aceptación, las ONG argumentan que los programas de responsabilidad social que implementan las empresas son herramientas de marketing y tienen un bajo impacto, y que las acciones de protección ambiental corporativas se centran demasiado en la mitigación y remediación, mientras que ven la necesidad de integrar los planes ambientales y sociales de las primeras etapas del proyecto. Además reclaman que se brinde una mayor información a la población. 

Desafío número 4: Productividad y costos

Si bien las operadoras registran progresos significativos, la industria se encuentra todavía en las primeras etapas de la "curva de aprendizaje", y hay gran margen de mejora en la productividad. Además, en la mayoría de las áreas de actividad, el gasto argentina de capital (CAPEX) y los costes operativos (OPEX) son al menos dos veces mayores que los de los EE.UU.

El informe señala que la productividad puede ser mejorada mediante la generación de economías de escala; el aumento de la competencia del operador, idealmente a través de la coexistencia de las corporaciones más grandes con empresas medianas o independientes; el aumento de la competencia empresa de servicios, con el fin de optimizar las tecnologías aplicadas; mayor la disponibilidad - y reducción de costos - de las plataformas de perforación; la formación continua del personal profesional y de mano de obra; y condiciones más flexibles de acuerdos sindicales.

Los costes de financiación también representan un factor condicionante crítico. Argentina sigue siendo un país de inversión de alto riesgo, por lo que el acceso razonable a las finanzas internacionales es caro. El financiamiento interno no es una opción realista, porque el mercado financiero local aún no está preparado para proporcionar crédito para el desarrollo de proyectos de petróleo y gas no convencionales.

Desafío número 5: disponibilidad y gestión del agua

En el caso Neuquén, el agua utilizada para las fracturas  no parece plantear un desafío importante, ya que se estima que hoy se requiere sólo el 5% del total de los recursos disponibles en la cuenca para usos industriales, humano, riego, y menos del 1% para el desarrollo a gran escala de Vaca Muerta.

El uso y la gestión del agua están estrictamente regulado por el gobierno de Neuquén, a través del Decreto 1438/12, que establece que las actividades de fracturación hidráulica sólo pueden utilizar el agua desde arriba de fuentes superficiales (tales como ríos o lagos), y la prohibición de la extracción de agua de acuíferos subterráneos, reservados para uso humano o riego. Por lo tanto, el desafío del agua para la industria pasa por su transporte hacia los yacimientos.

Desafío número 6: Tecnología y recursos humanos.

El documento elaborado por Brandt y Gomes indica que las fuentes consultadas coinciden en que – pese a que la industria y los servicios en Neuquén tienen una riqueza de experiencia, basada en una mano de obra cualificada - un desarrollo a gran escala de petróleo no convencional y gas necesitaría para superar los retos importantes recursos tecnológicos y humanos.

En lo que respecta a la tecnología, las empresas locales parecen haber asimilado las mejores prácticas internacionales de manera rápida, y deben aprovecharse de la relevancia de la Vaca Muerta y desarrollar y registrar las nuevas tecnologías a medida que avanzan a lo largo de la "curva de aprendizaje", y estar preparadas para compartir sus propias experiencias y las mejores prácticas.

En cuanto a los recursos humanos, aseguran que se deberá ampliar las experiencias de colaboración entre los operadores; el desarrollo de programas de investigación que integran los operadores y el mundo académico; e identificar, planificar y cubrir la demanda significativa de jóvenes profesionales y trabajadores especializados, con la participación activa de las autoridades nacionales, provinciales y municipales, universidades e institutos de investigación, sindicatos, población local y las ONG .

Desafío número 7: Infraestructura

Hoy la Cuenca Neuquina hay una capacidad ociosa de inyección de gas disponible para aproximadamente 30 MMm3 / diarios (20 para el mercado nacional y 10 en los gasoductos hacia Chile), con lo cual alcanzaría para evacuar el gas hasta 2020. Además de ampliaciones de gasoductos, el desarrollo de Vaca Muerta plantea una necesidad significativa de infraestructura y de logística.

El informe concluye que el esfuerzo de expansión de la infraestructura requerirá del desarrollo de nuevas cadenas de valor, así como la creación de una plataforma industrial y proveedores locales. También será necesaria la colaboración en nombre de todos los actores clave para mejorar las economías de escala; y la identificación y planificación de las necesidades logísticas de antemano.