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Exterior
12/03/2018

Piñera se suma al elenco de presidentes de derecha

Piñera se suma al elenco de presidentes de derecha | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El mega millonario empresario volvió a asumir el gobierno de Chile luego de cuatro años de administración de Michel Bachelet. Lo hizo en un contexto de gobiernos regionales inclinados hacia su ideología y con la ambición de encontrar en sus pares grandes oportunidades de negocios. Gobernará con minoría parlamentaria.

Agustín Mozzoni *

Sebastián Piñera asumió otra vez como presidente de Chile luego de haber vencido en las elecciones generales a fines de 2017. El empresario volvió a conquistar el Palacio de la Moneda para llevar adelante una segunda etapa, pero esta vez, en el marco de un contexto de gobiernos latinoamericanos inclinados a su ideología.

En la asunción estuvieron los presidentes que marcan la tendencia de “la región derechizada”: Mauricio Macri, Argentina; Michel Temer, Brasil; Lenin Moreno, Ecuador; Enrique Peña Nieto, México; y Pedro Kuczinsky, Perú. Junto a ellos, se encontraba el rey de España, Juan Carlos I.

En su primer discurso como presidente, desde el balcón de La Moneda, el mandatario trasandino sostuvo que “tenemos la certeza que vamos a superar los tiempos de adversidad, a nosotros los chilenos nada nos ha sido regalado”.

En un discurso “pastoral”, el empresario manifestó que "vamos a ser sus dolores y sus esperanzas. Quiero decir que en los tiempos de adversidad los héroes se han puesto de pie y esta tragedia nos va a fortalecer. Tenemos el desafío de elegir en qué país queremos vivir, donde habrá que privilegiar el amor por sobre el odio".

El regreso de Piñera a la primera fila de la política estuvo teñido por una causa de corrupción o “conflicto de intereses” según la denominación de la derecha empresaria, por una millonaria inversión que una firma que le pertenece hizo a una pesquera peruana (Exalmar-Bancard) mientras se encontraba en funciones entre 2010-2014.

El empresario, como se observa, logró sortear esa y otras sospechas de corrupción, como las coimas de LAN en Argentina, las facturas por servicios inexistentes de Chilevisión, paraísos fiscales, cuentas offshore y otras 383 causas en las que se encuentra investigado. Las sorteó popularmente con una agenda de propuestas basadas en el desprestigio de la clase política alineada a la izquierda progresista, con promesas de crecimiento económico, generación de empleo y reducción de la pobreza.

Sebastián Piñera es uno de esos multimillonarios que desembocan en la política entendiéndola como plataforma de negocios más que como una herramienta de acción y transformación social.

Piñera no es un hombre de derecha clásico, conservador y clasista, sino que está más ligado a una derecha más pragmática, confesional, que ubica el interés primordial en los negocios y el dinero, donde todo lo demás, puede ser “debatible”.

Los nuevos gobiernos de derecha, actúan en política de la misma forma que lo hace en los asuntos privados, sin demasiadas reglas morales (por no decir ninguna), sin temor a los excesos y con un alto nivel de especulación. En el caso del nuevo presidente de Chile, no parece ser la excepción. 

En esa forma de hacer política, da lo mismo si en el camino caen en la calle millones, no importa si la víctima es mujer, hombre, viejo o joven. Como sostiene el historiador chileno, Arturo Alejandro Muñoz, sobre Piñera: “en su inmoralidad no existen debilidades de abuelita. Basta con que no sea abiertamente ilegal realizarlo”.

En términos estrictamente políticos, uno de los principales desafíos del presidente está relacionado a la conquista popular, debido a que Piñera llega al poder luego de una victoria electoral en el que votaron menos de la mitad de los electores habilitados. En términos reales, el presidente de Chile ha sido acompañado en las urnas por tan solo el 25% del electorado, con lo cual necesita incrementar su imagen para poder aplicar políticas con respaldo social.

Enfrentará el desafío de una minoría parlamentaria, debido a que no posee el número suficiente de legisladores en el Congreso y deberá discutir las iniciativas punto por punto si lo que pretende es transitar su presidencia sin sobresaltos o bloqueos.



(*) Lic. Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
29/07/2016

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