Exterior
27/09/2016

Firmado el acuerdo en Colombia, el domingo habrá plebiscito

Firmado el acuerdo en Colombia, el domingo habrá plebiscito | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El histórico acto de ayer, en el cual el presidente Juan Manuel Santos y el comandante Timockenko de las FARC firmaron el Acuerdo Final surgido tras cuatro años de negociaciones, deberá lograr este domingo la aprobación de una amplia mayoría ciudadana.

El histórico proceso de paz que acaba de dar un paso trascendental en Colombia requiere todavía una “prueba de fuego” el domingo próximo, cuando la ciudadanía decidirá en un plebiscito la vigencia definitiva -o no- de los acuerdos firmados entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército Popular).

Fue una fiesta lo ocurrido ayer, en medio de presencias internacionales y trasmitido en tiempo real a todo el mundo, para dar marco al momento de máximo valor legal y simbólico: la firma del denominado “Acuerdo Final” por parte del propio Santos, y del comandante guerrillero Timochenko, este último en nombre de su organización.

Por lo tanto, el futuro de todo el proceso para terminar con más de medio siglo de violencia ya no depende de las negociaciones entre las partes, sino de la opinión ciudadana que se expresará este domingo 2 de octubre. Ese es el mecanismo, llamado de “refrendación del Acuerdo Final”, que fue acordado como parte del mismo para que empiecen a cumplirse luego todas sus etapas.

La batalla por el Sí y por el No en el plebiscito, se juega “minuto a minuto” en estos momentos en Colombia. Continuas polémicas en los medios de comunicación y en las redes sociales; actos y manifestaciones; guerra de encuestas; debates públicos; declaraciones, cartas y pronunciamientos desde múltiples sectores de la política y la sociedad civil.

El Acuerdo Final entre el gobierno y la guerrilla, tiene como principal opositor al ex presidente Alvaro Uribe, que tiene un consenso considerable en la sociedad y su fuerza real, electoralmente expresada, es lo que se conocerá junto con los resultados del plebiscito.

En lo que tiene que ver con las encuestas, la tendencia de las últimas semanas muestra ventaja para el Sí. Pero los expertos coinciden en afirmar que siendo una votación atípica y compleja, ya que no se trata de elección de gobernantes, hay más volatilidad en la ciudadanía.

De todos modos, según informan medios colombianos, frente al eventual escenario del triunfo del Sí, la expectativa está también en el número de votos que alcanzará, que en términos prácticos implican la legitimidad de los acuerdos frente a la ciudadanía. Porque si bien el umbral de los 4,5 millones de votos establecidos para considerar aprobados los acuerdos es bastante alcanzable, también es cierto que defensores y detractores de las negociaciones con las FARC están a la espera de la cifra final para salir a reclamar el triunfo o hablar de derrota. Los primeros, si el número de votantes supera al menos los siete millones, y los segundos, si no se alcanza esa meta.

El Sí significa el espaldarazo para iniciar la implementación de los acuerdos, tanto para el gobierno como para las FARC. El gobierno tiene el compromiso de llevar ante el Congreso las leyes y reformas constitucionales necesarias para el desarrollo de lo pactado, entre ellas la ley general de amnistía e indulto, que a su vez marca para guerrilla el punto de partida hacia su desarme y desmovilización.

El uribismo, por su parte, insiste en que votar por el No es decirle sí a la paz y habla de que si su opción es la que gana en las urnas, se podrá renegociar lo acordado. Sin embargo, hay más incertidumbres que certezas, pues no ha dicho cómo sería eso posible. Diversos analistas consideran que es iluso pensar, ante la tesis de la oposición de que el Acuerdo Final implica impunidad, los jefes guerrilleros van a regresar al diálogo para aceptar ir a la cárcel por muchos años o hasta ser extraditados.

Es cierto que algunos de sus comandantes han expresado que no contemplan la idea de volver a las armas y que su apuesta por la paz era inclaudicable, pero también hay otros que han dicho que solo hasta que la amnistía y el indulto esté en firme, procederán a desplazarse hacia las zonas de concentración para iniciar su desarme y desmovilización.

Y como ya se dijo, ello solo será posible cuando el Congreso tramite y apruebe la ley, algo que a su vez depende de la refrendación. Por cierto, lo advirtió el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, quien declaró si gana al No, hay que ser conscientes que la consecuencia es que “el proceso terminó”.

En cambio, si finalmente el Acuerdo Final fuera ratificado en el plebiscito, luego deberán llevarse a los hechos el cronograma de desmovilización efectiva de las FARC. Ese será otro tramo fundamental, que tiene como primer paso la aprobación de la ley de amnistía e indulto por parte del Congreso.

Posteriormente, el compromiso de la organización guerrillera es que en seis meses (180 días), se haya concluido totalmente con lo que en Colombia se denomina “dejación de las armas” y la desmovilización, para que las FARC se integren así a la sociedad colombiana como un movimiento  político legal.

 

29/07/2016

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