El 11 de julio de este año, el presidente Mauricio Macri anunció el lanzamiento del nuevo programa de acceso a la vivienda “Procrear: solución casa propia”. Sin embargo nada aclaró sobre los que habían ingresado a la anterior operatoria, puesta en marcha por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero que aún no habían obtenido el crédito.

Sólo se aclaró que “por el momento” el nuevo programa estaba destinado a “la adquisición de una vivienda única, familiar y de ocupación permanente, nueva o usada, pero en condiciones de habitabilidad al momento de su adquisición y que pueda ser escriturable”. Dejó de lado la posibilidad de que la gente pueda acceder a un crédito para la construcción que fue la línea más solicitada en la versión original del programa.

Así, miles de los que habían sido sorteados para ingresar a la línea “Procrear bicentenario” y ya habían iniciado las gestiones ante el Banco Hipotecario Nacional quedaron en una especie de limbo.  Nadie sabe a ciencia cierta si finalmente van a obtener el crédito y, en caso de que así suceda, cuáles van a ser los montos ya que, tras el proceso inflacionario de los últimos meses, los anteriores son insuficientes para construir una vivienda.

La falta de información oficial, y de respuesta de las autoridades del Hipotecario, conspira contra las expectativas de muchas familias que incluso ya invirtieron dinero para poder garantizarse el terreno, una de las mayores dificultades con las que se enfrentaron ante el alto costo que tiene el acceso al suelo urbano, sobre todo en el Alto Valle de Neuquén y Río Negro.

La situación genera tanta incertidumbre que casi nadie se anima a hablar públicamente por temor a perder la posibilidad de acceder al crédito.

Uno de los primeros alertas lo dio un grupo de beneficiarios de La Plata que intentaron presentar sus carpetas en el Banco Hipotecario local pero no se lo permitieron con el argumento de que la línea de construcción no estaba más disponible luego del anuncio de Macri sobre el nuevo Procrear.

Según reflejó el diario Tiempo Argentino, se trata de unas 400 familias que, en su mayoría, fueron sorteadas para construir su casa en barrios y condominios en las afueras de la ciudad, en zonas semi rurales que ellos mismos urbanizaron invirtiendo hasta más de 50 mil pesos por familia para cumplir con los requisitos del estipulados para la obtención del crédito.

"No sólo los dejaron sin crédito, tienen prohibido vender sus terrenos por diez años porque están destinados al Procrear y tampoco pueden acceder al nuevo programa porque son propietarios de un inmueble, que es ese terreno. Es un desbarajuste judicial", explicó Adrián Rodríguez, el abogado de vecinos al diario.

Y aseguró que tienen información de casos similares en Pinamar, Quilmes, Morón y otras regiones del país como San Luis. “Esto no solo afecta a las familias y a sus sueños, sino también al trabajo del sector, ya sean albañiles, fleteros, arquitectos o comerciantes de materiales. Es un golpe económico a un sector muy importante en la región", detalló Rodríguez.

Se anunció la presentación de recursos judiciales.

En la región también hay desconcierto por la ausencia de información que dé cuenta de cómo está la operatoria. En Roca,  un grupo de beneficiarios le pidió una audiencia al intendente Martín Soria para solicitarle ayuda “ante la incertidumbre que poseen sobre la continuidad del programa. Tienen el plan y las tierras hace años pero todavía no pueden iniciar la construcción”, se informó a través del municipio.

Aseguraron que “no hay respuesta por parte del Banco Hipotecario”. En este caso, las 86 familias afectadas tienen un trámite iniciado y aprobado por el comité ejecutivo del programa y también los terrenos, que son lotes que gestionó el municipio para que puedan construir sus casas.

El impacto del Procrear Bicentenario

Desde su puesta en marcha por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el 12 de junio de 2012, el Procrear Bicentenario le permitió acceder a su vivienda a unas 200.500 familias.

Según los datos oficiales, hubo 11 sorteos y 7 repechajes, y con una inversión total de $87.225 millones, el programa puso en marcha 200.468 viviendas en todo el país, de las cuales 171.143 pertenecen a las líneas individuales (121.289 obras finalizadas) y 29.325 a los 79 desarrollos urbanísticos que se emplazan en diversas localidades argentinas.

Asimismo, Procrear también impulsó la generación de empleo e incentivó a la industria de la construcción.

El promedio de edad de las personas que requirieron los créditos hipotecarios es de 36 años, tienen un ingreso neto familiar aproximado de 8395 pesos y abonan una cuota de 3096 pesos en un plazo de 18 años. La construcción tipo es de 101,8 metros cuadrados.

El 58% de los titulares son casados; el 35%, solteros y el 7%, viudos o divorciados; el 56% son hombres y el 44%, mujeres; el 75% está en relación de dependencia, el 22% es monotributista y el 3%, jubilado.

Se estimaba que cada casa Procrear está compuesta por 3 integrantes y genera 4 puestos de trabajo en el sector de la construcción.

 Además, durante sus más de tres años de vigencia, se inscribieron 1.353.330 familias en todos los sorteos y repechajes, de las cuales fueron sorteadas 567.280.