Más de una década pasó para que nuevamente el FMI vuelva a entrometerse en las cuestiones políticas y económicas de la Argentina. Y sucedió luego de que el gobierno de Mauricio Macri decidiera “volver al mundo”, tomando más de 65 mil millones de deuda en dólares, aunque por ahora, no al FMI.

La directora del FMI, Christine Lagarde, arribó al país ayer y permanecerá en Argentina hasta el 20 de marzo, fecha en la cual culminará la Cumbre de ministros de Finanzas en el marco del G20, a la cual ha sido especialmente invitada.

En la conferencia brindada ayer, la titular del fondo (con mandato hasta 2021),  elogió al gobierno de Cambiemos al sostener que con el gradualismo el ejecutivo está “protegiendo a la sociedad”. Para Lagarde “los ortodoxos podrían argumentar que sería mejor que se haga más rápido, pero en tanto haya decisión y voluntad y se reduzca en un punto el déficit fiscal primario sería un gran logro también"

Hoy, Lagarde se reunirá con Macri, que la recibirá en Olivos junto al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y al cuestionadisimo ministro de finanzas, Luis Caputo.

La titular del FMI viene acompañada de dos documentos elaborados por el fondo multilateral llamados “Perspectivas mundiales y desafíos políticos", en el que sostienen que habrá un crecimiento global proporcionado fundamentalmente por los países emergentes, aunque advierte que "el impulso positivo esperado para 2018 y 2019 finalmente se ralentizará, lo que implicará una perspectiva desafiante a mediano plazo para muchos países".

Argentina es líder global en nivel de endeudamiento, y aun así no ha logrado reducir el déficit fiscal. Mientras desde el gobierno sostiene que buscan ingresar nuevamente al mundo como “un país de oportunidades”, “competitivo” y “de negocios”, la visita del FMI luego de 13 años y los números de endeudamiento, indican que Argentina transita un camino al menos pedregoso.

Según un informe de la agencia Bloomberg, Argentina es la economía emergente que más pasivos externos emitió desde el 2015 que derivó en una creciente fuga de capitales, en lugar del pretendido financiamiento de obras de infraestructura, o accesos a la inversión.  

En el informe publicado por el FMI, se sostiene que si bien el crecimiento a corto plazo podría sorprender nuevamente al alza, "los riesgos a la baja se están acumulando".

Al respecto, indica la reciente volatilidad de los mercados que "ilustra las preocupaciones de estabilidad financiera derivadas de los elevados riesgos de mercado y liquidez, debilitamiento de la calidad crediticia y alto apalancamiento corporativo". 

Entre los riesgos señala que las condiciones financieras de Estados Unidos podría endurecerse más rápido de lo esperado, circunstancia que afectaría el flujo de fondos hacia los mercados emergentes.

Ante fuertes críticas de la oposición sobre el rumbo económico y un creciente descontento social, el gobierno Argentino parece cambiar su intento de atraer inversiones por el de convencer al mundo para que le siga prestando dinero.