El último informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda indicó que “la suba de precios en bienes y servicios relacionados con la salud no se detiene y el incremento de los gastos presiona el presupuesto familiar, al ocupar una porción cada vez mayor del total de ingresos”.

El precio de los medicamentos registró un incremento promedio cercano al 110% en los últimos 21 meses, que representa un alza de 22 puntos porcentuales por encima del avance que registró la inflación del índice de CABA, que acumuló un 87,9%.

Cuando se analizan las subas por tipo de remedios los números se disparan y se registran incrementos que llegaron al 207% en el caso de medicamentos para tiroides, 183% en el caso de ansiolíticos, 170% en broncodilatadores, 155% en antidepresivos y 148% en antiinflamatorios respiratorios.

Entre los agravantes que destacan desde Undav, está el hecho de que “las principales alzas se registran en los fármacos de consumo masivo de la población”.

Y señalan que “los precios de los productos importados aumentaron más que los de origen

nacional”; lo que “revela que no solo se importaron una mayor cantidad de medicamentos en los últimos meses, sino que además la población local no se benefició de esta entrada de productos foráneos”.

El otro grave problema que sufren los jubilados es el de la cobertura de PAMI, ya que según indican desde el observatorio, “más del 15% de los productos de nuestro relevamiento sufrieron un descenso en la cobertura en el año 2017”.

Y agregan que “en cierto grupo de riesgo de adultos mayores, como son aquellos con patologías depresivas, la afectación es de casi un 50% de incremento por quita de cobertura”.

Esta situación generó una merma en el poder de compra de una canasta representativa de medicamentos, que para una jubilación media fue del 21,14%, en relación al salario mínimo del 19,04% y en comparación a la asignación por hijo, 67%.

“Debido a los cambios pronunciados en un intervalo corto de tiempo, la jubilación argentina pasó a ser de las de menor cobertura a nivel regional, cuando se la mide en términos de una canasta de medicamentos representativa”, concluyeron en el informe.

Prepagas por las nubes

“Los incrementos de las cuotas de la medicina prepaga autorizados por el Poder Ejecutivo implican un peso cada vez mayor sobre el presupuesto de la clase media argentina”, resumen en el informe y aclaran que en todo 2017 tuvieron lugar cinco incrementos, que en total “acumularon una suba del 31,3%, unos 6,5 puntos porcentuales más que la inflación de todo el año”.

Y cuando se consideran los aumentos autorizados por el gobierno de Cambiemos desde febrero de 2016, que fueron diez, “la suba entre puntas, a febrero de 2018, asciende a 96%, 8 puntos porcentuales por sobre la inflación”.

Una de las razones que explican esta suba, tiene que ver con que las empresas se enfrentan a una menor demanda, y por este motivo “buscaron compensar vía precios la merma de ingresos”.

El negocio de los medicamentos

“En particular, el consumo de bienes y servicios relativos a la salud tiene un carácter distintivo sobre los demás, dadas sus características de baja elasticidad de demanda respecto a variaciones en sus precios”, explican en el documento y señalan que esto se debe a que se trata de productos “esenciales e insustituibles”.

A pesar de los aumentos por encima de la inflación y debido a esta característica inelástica de los productos, el negocio de los medicamentos sigue creciendo y la industria farmacéutica continuó registrando importantes aumentos en la facturación.

“El volumen comerciado en pesos aumentó 28,7% en los primeros nueve meses del año pasado, esto es, casi 4 puntos porcentuales por sobre la inflación anual, en igual período”, explicaron.