Argentina
22/10/2017

Importancia, números y aclaraciones sobre una elección legislativa

Importancia, números y aclaraciones sobre una elección legislativa | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Estos comicios no son “nacionales” porque no se vota por los mismos candidatos en todo el país, como ocurriría si se eligiera presidente. Esta vez, cada provincia vota sus propios diputados nacionales y ocho de ellas, además, eligen senadores. Pero lo que sí será “nacional”, es la interpretación del resultado.

Miguel Croceri

Hay precisiones y números que pueden ayudar a clarificar de qué se tratan las elecciones que se realizan hoy en Argentina y cuál es su importancia para definir las condiciones en que se plantearán, a partir de esta noche, las disputas de poder en nuestro país.

Muchas veces llamadas “de medio término”, que es una especie de traducción copiada del lenguaje político de Estados Unidos, más correcta y claramente pueden ser denominadas elecciones “de mitad de mandato”. Es decir que durante un mandato presidencial que según la Constitución Nacional es de cuatro años, exactamente en la mitad del mismo -a los dos años-, corresponde realizar votaciones para renovar parcialmente el Congreso de la Nación.

Aparte de eso, hay plazos y normas similares en cada una de las provincias para renovar las legislaturas locales, así como los concejos deliberantes y/u otros órganos de gobierno municipal. Pero esta nota se concentrará en analizar solamente la elección para cargos en el Congreso de la Nación: senadores nacionales y diputados nacionales.

Y una de las puntualizaciones importantes a realizar, sobre todo para quienes no están familiarizados con el funcionamiento de las principales instituciones políticas del país, es de dónde surgen las reglas legales mediante las cuales se determinan los cargos que se eligen cada cierto tiempo, así como la duración de los respectivos mandatos.

Para el caso de los senadores, el artículo 54 de la Constitución establece lo siguiente:“El Senado se compondrá de tres senadores por cada provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires, elegidos en forma directa y conjunta, correspondiendo dos bancas al partido político que obtenga el mayor número de votos, y la restante al partido político que le siga en número de votos. (...)”.

Ello significa que quienes acceden a una banca en la llamada “Cámara alta”, son los candidatos de solamente dos fuerzas políticas. Quien ocupe el tercer lugar, y por supuesto los siguientes, quedan afuera de los cargos en disputa. Se quedarán “sin nada”.

A su vez, artículo 56 indica cuánto duran los mandatos en el Senado y con qué periodicidad se eligen sus integrantes: “Los senadores duran seis años en el ejercicio de su mandato, y son reelegibles indefinidamente; pero el Senado se renovará a razón de una tercera parte de los distritos electorales cada dos años”.

Esta última cláusula es decisiva para entender el voto a senadores: no en todas las provincias se eligen hoy los representantes que ocuparán esos cargos legislativos, sino únicamente en ocho de ellas. Esas ocho se corresponden con el texto constitucional por ser “una tercera parte” del total de 24 distritos en que está dividido política y administrativamente el país, entre las 23 provincias más la ciudad autónoma de Buenos Aires.

En otro grupo de ocho provincias dicha elección tendrá lugar en 2019 (eso será para reemplazar a los senadores que asumieron en 2013), y en un tercer grupo de ocho, tal renovación ocurrirá en 2021 (es el caso de los que asumieron en 2015).

Este agrupamiento triple de ocho provincias cada vez, para renovar “una tercera parte de los distritos electorales cada dos años” como fija la Constitución, fue establecido apenas comenzó la actual etapa democrática en 1983, y se mantiene hasta hoy.

Entonces, según el ordenamiento vigente, las provincias donde este año corresponde elegir senadores nacionales -es decir donde, además de diputados, hoy se vota también por esos cargos- son las siguientes ocho: Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz.

Por otro lado, para el caso de los diputados de la Nación las reglas son más sencillas. Así lo determina el artículo 50 de la Constitución: “Los diputados durarán en su representación por cuatro años, y son reelegibles; pero la Sala se renovará por mitad cada bienio (...)”.

Por ejemplo, el distrito más poblado, que es la provincia de Buenos Aires y tiene 70 representantes en la denominada “Cámara baja”, elige 35 diputados cada dos años -esa “mitad en cada bienio”- y por lo tanto esa es la cantidad que hoy se somete a la votación ciudadana.

Las provincias menos pobladas tienen cinco diputadas que las representan, y algunas eligen esta vez a dos de ellos, o a tres según el caso, tratándose siempre de quienes asumieron en 2013 y están completando sus cuatro años en el cargo legislativo.

En resumen, en la totalidad de las provincias se realiza hoy una elección para que de allí surjan representantes a la Cámara de Diputados de la Nación, mientras que en ocho de esas provincias, además, se elegirán representantes a la Cámara de Senadores.

Elecciones provinciales, pero...

No se trata, en consecuencia, de una elección “nacional”, en el sentido de que todos los argentinos y argentinas votan por un mismo cargo. Son elecciones “provinciales”, porque en cada provincia se votará por los candidatos de ese distrito solamente. Sin embargo, lo que sí será “nacional” es su significación política.

No solo porque del pronunciamiento electoral de hoy derivará la futura composición del Parlamento para los dos últimos años de la presidencia de Mauricio Macri, sino porque la voluntad ciudadana expresada a través del voto será una forma de traducir el estado de ánimo de la sociedad, políticamente hablando, tanto respecto del gobierno nacional como de todas las fuerzas que intervienen en la contienda electoral, y en especial de sus principales candidatos/as y de sus líderes o figuras más representativas.

Por decirlo comparativamente, las interpretaciones que se harán apenas haya concluido el recuento de votos serán diferentes de cuando en 2015 se eligió presidente y vice de la Nación, particularmente en el balotaje. Allí hubo un ganador y un perdedor, aun cuando la diferencia haya sido mínima (El 2,8 % fue la ventaja que obtuvo la fórmula Macri-Michetti por sobre la de Scioli-Zannini).

En estas elecciones legislativas, al no ser “nacionales”, las interpretaciones son múltiples y son motivo de disputa. Desde esta misma noche, los más variados enunciadores -los legisladores que resulten electos, los candidatos que no llegaron a ser elegidos/as por no lograr los votos suficientes, los periodistas de todas las posiciones políticas, el poder mediático dominante y el infinito mundo de la comunicación plural y democrática, etcétera- harán múltiples evaluaciones y sacarán sus propias conclusiones.

Sin embargo, hay tendencias de la estructura política argentina que surgen de su composición demográfica y del centralismo del poder. Condiciones -ambas- que se constituyen en factores híper-determinantes en la “disputa por la interpretación del resultado”.

Esto significa que por tener la provincia de Buenos Aires el 38 % del total de las y los votantes del país -o, para ser más precisos, el 38 % del padrón electoral nacional, más allá de cuántas/os voten o no-, y además de eso por estar concentrados en la Capital Federal los medios de comunicación que más influyen en la conformación de la opinión pública en todo el territorio nacional, el centro de la disputa estará en ambos lugares: en cuál será el resultado en la provincia de Buenos Aires, y cuál será la interpretación que traten de imponer los medios dominantes porteños (que lo son, al mismo tiempo, de toda la Argentina).

En definitiva, los cargos de mayor volumen político serán los de provincia de Buenos Aires. Tres senadores, de los cuáles corresponderán dos al partido o alianza política que obtenga el primer lugar, y uno o una para quien consiga el segundo puesto.

Por más que se vote en todo el país, la tensión simbólica para la construcción de los diferentes relatos sobre el resultado se concentrará allí: cómo se repartieron esas tres bancas. Y la importancia de este dato aumenta exponencialmente debido a que la ex presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, encabeza una de las listas.

Solo obtendrán bancas de senadores nacionales por provincia de Buenos Aires quienes obtengan el primer y segundo lugar en número de votos. ¿Quién ocupará cada uno de esos dos casilleros? Cuando dentro de unas horas ese enigma se haya develado, quedarán definidas las nuevas condiciones en que continuarán las disputas de poder en la Argentina.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]