Argentina
23/09/2017

Crónica de una pericia anunciada

Crónica de una pericia anunciada | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Un nuevo informe pericial a casi tres años de la muerte del fiscal de la causa AMIA,  Alberto Nisman, vuelve a colocar la discusión sobre lo sucedido el 18 de enero de 2015. En aquel momento, los peritos oficiales de la Corte Suprema de Justicia habían determinado que no había indicios probatorios de que el fiscal hubiera sido asesinado. Ayer, un nuevo peritaje realizado por la Gendarmería, contradice la versión oficial.

En junio de 2015, el peritaje realizado por la junta criminalística, compuesta por peritos oficiales expertos de la Policía Federal, más uno por la familia del fiscal y otro por la defensa de Diego Lagomarsino, concluyeron por mayoría en su informe que “no se encontraron rastros de la presencia de terceros ni de arrastre(del cuerpo)” en la escena.

También concluyeron que al momento de producirse el disparo, el fiscal “se habría encontrado parado frente al vanitory, junto a la bañera, sobre la alfombra, de cara al espejo y con el lateral derecho del torso levemente perfilado hacia la puerta”.

El perito Jorge Salcedo, presentado por la querella, encabezada por la ex esposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado, fue quien en disidencia y en solitario, señaló que “Nisman fue ejecutado de rodillas por un hombre que se colocó por su espalda, hacia su lado derecho”.

Salcedo, fue un acérrimo defensor de la hipótesis del homicidio, a la que, la propia jueza de San Isidro, Arroyo Salgado, había proclamado en una conferencia de prensa televisada días atrás.

Sin embargo, la Fiscal Fein, interviniente en la causa en aquel momento, recibió por parte de la Junta Medica compuesta por 15 peritos un preciso informe contradiciendo la disidencia de Salcedo. Un total de 13 de los 15 peritos de la junta médica le contestaron a Fein que a pesar de lo dicho por la querella no había “una sola prueba que les permitiera decir con certeza pericial que fue un homicidio”. Incluso los dos peritos de la junta médica de la propia querella, respondieron que tampoco podían afirmar el homicidio.

A 30 meses de lo sucedido, y luego de muchas revueltas, el fiscal Eduardo Taiano, quien quedó a cargo del expediente de la causa de la muerte de Nisman, luego de que se lo hubiera delegado el juez federal Julián Ercolini, tras el traspaso del fuero ordinario, ordenó la realización de nuevas pericias sobre la escena en abril pasado.

La solicitud fue referida por el propio Taiano a la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería Nacional, quien junto a los peritos de parte, conformaron una junta de 34 especialistas que realizaron un nuevo informe basado en una réplica exacta del baño donde apareció muerto el fiscal federal.

Luego de sus peritajes, los elegidos expertos de la Gendarmería Nacional, entregaron un informe sosteniendo que lo de Nisman fue un homicidio. El nuevo estudio de la Gendarmería modifica también la hora de la muerte, ubicándola entre las 2 y las 3 de la mañana del domingo 18 de enero y no a las 9 de la mañana, como habían sostenido los expertos de la Corte.

También añade un descubrimiento de “ketamina” (una droga disociativa con potencial alucinógeno) en el cuerpo del fiscal. La droga que según la nueva junta fue hallada en el cuerpo del fiscal, no había sido mencionada como posibilidad por los peritos del Cuerpo Médico ni de la querella, ni de la defensa ni de la Policía Federal.

Otra de las grandes diferencias entre ambos peritajes, es que el informe de la Gendarmería señala que no se encontraron en el departamento del fiscal, huellas dactilares que no sean las pertenecientes al fiscal, con lo cual, se aventuran a sostener una eventual limpieza de la escena donde se habría cometido el crimen.

Sin embargo, el informe de los peritos de la Corte, no solo habían registrado huellas de Nisman, sino también de su madre, Sara Garfunkel, de Lagomarsino en una taza de café bebida horas atrás y de una empleada doméstica. Con lo cual, entendieron como improbable la idea de que haya habido una eventual “limpieza” de la escena.

Tanto los golpes como los hematomas del fiscal en el peritaje oficial habían sido atribuidos al impacto de la caída, luego de producido el disparo. Sin embargo, y en una nueva contradicción, la Gendarmería sostiene que esos golpes que el fiscal tenía en su cuerpo pueden haber sido efectuados por terceros para reducir a Nisman.

En conclusión, con los mismos elementos de prueba los informes periciales arrojan resultados novedosos, contradictorios y en algunos casos diametralmente opuestos. El peritaje de Gendarmería dice todo lo contrario de lo que marcó el peritaje de la Corte.

Sobre los hechos:

La muerte del fiscal Alberto Nisman, llegó semanas después de denunciar a la ex presidenta Cristina Kirchner por el presunto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado a la AMIA en 1994. Y se dio el día anterior a su presentación ante la Comisión de Legislación Penal, de la Cámara de Diputados, presidida en ese momento por la actual ministra de seguridad, Patricia Bullrich.

La discusión en los días previos se había dado en torno a que la oposición de ese momento quería que Nisman expusiera a puertas cerradas, mientras que el kirchnerismo insistía en su reclamo para que la audiencia sea pública y televisada en vivo, para demostrar la “falta de seriedad de la denuncia de Nisman”.

Luego de su muerte, poco se supo de esa supuesta investigación que sería presentada ante los diputados. Posteriormente, fue un personaje de la inteligencia nacional el encargado en reportajes posteriores, de asegurar que Nisman tenía listo un informe sobre la responsabilidad de Irán en los atentados. Informes que nunca se conocieron ni difundieron.

Esa línea de argumentación, surgida fundamentalmente del testimonio del ex jefe de espías, Horacio Stiuso, fue la retomada por los medios de comunicación opositores y sus principales periodistas para atribuir “dudas” sobre la muerte del fiscal, señalando al entonces gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como potencial responsable de lo sucedido.

Los informes periciales de la Corte, no lograron construir el relato pretendido por los acérrimos defensores de la idea de homicidio y principales críticos del gobierno de Cristina Kirchner, y el tema se diluyó finalmente, con la causa caratulada como "muerte dudosa".

En estos días, con el peritaje de Gendarmería catalogando la muerte como un “homicidio”, no sólo establece nuevamente la hipótesis derrotada de la querella, sino que también se abre la puerta a que, en apariencia, pudo haber existido un plan para “simular” un suicidio.

Es necesario indicar, que a diferencia de las pericias anteriores, realizadas por expertos dependientes de la Corte Suprema de Justicia, las recientes son realizadas por una fuerza de seguridad perteneciente al ejecutivo nacional.

También se debe mencionar que los peritajes recientemente realizados, a diferencia de los anteriores, que se encontraban en la escena, fueron hechos sobre una “réplica exacta del baño”, y que el cuerpo forense actual, a diferencia del oficial, analizó las “fotografías y los videos que constan en la causa” sobre el cuerpo del fiscal.

No obstante, el fiscal Eduardo Taiano, quien también tiene la causa de supuesto encubrimiento de Irán en la investigación por la Amia a su cargo, ya solicitó al juez que ordene la reconstrucción de la muerte de Nisman según la reciente pericia de Gendarmería. Con la clara intención de modificar la caratula de “muerte dudosa” a la de "asesinato".

Por parte de la política, y en el marco de una campaña electoral curiosa, se pudieron escuchar algunas voces oficialistas comenzar a deslizar los nombres de los autores responsables de lo que ahora parece desandarse como un “asesinato”.

El jefe de gabinete, Marcos Peña, sin tapujos sostuvo que “"los procesos judiciales no tienen que tener obstáculos o manipulaciones por parte del poder de turno", refiriéndose, evidentemente, al gobierno anterior.

Para la diputada Carrió, al fiscal "lo mató el Gobierno de Cristina". La candidata de Cambiemos, sostuvo que "el peritaje de Gendarmería lo que demuestra es la autoría y el encubrimiento del Gobierno de Cristina Kirchner en el crimen, y que contó con apoyo de Milani y de Aníbal Fernández".

Mientras que, en línea, el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, acompañó los dichos de la diputada y señaló que "hay que prestarles mucha atención" porque "ha sido muy certera desde un primer momento señalando estas cosas”.

Desde la actual oposición, la candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires, Cristina Kirchner declaró sobre los dichos de Carrió que se trata de “un disparate mayúsculo, como tantísimos otros que hemos escuchado” y que “no merece la pena responder”.

Sobre los peritajes, la expresidenta entiende que se trata de “una inmensa bomba de humo” con el objetivo de ocultar el tema sobre la desaparición de Santiago Maldonado. Para la expresidenta, “la pregunta que se le va a seguir haciendo a la Gendarmería y al Gobierno es dónde está Santiago Maldonado. Esta es la pregunta que deben responder".

29/07/2016

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