El juez federal de Esquel, Guido Otranto, fue separado de la causa que investiga la desaparición de Santiago Maldonado. La Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, al admitir el planteo recusatorio presentado por la familia del joven y por el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), consideró que las “expresiones públicas” del magistrado “permiten a las partes dudar de su imparcialidad”.

El tribunal, integrado por los doctores Javier Leal de Ibarra, Aldo Suárez y Hebe Corchuelo de Huberman, fundamentó su dictamen en el “temor de parcialidad” respecto del desempeño del juez recusado, y dispuso que se haga cargo de la causa el titular del juzgado federal 2 de Rawson, Gustavo Lleral.

En el dictamen, la Cámara señaló que la “evaluación del contenido” de una entrevista periodística concedida por Otranto al diario “La Nación”, donde manifestó que la hipótesis central era que el joven desaparecido se había ahogado en el río lindero al predio donde está la comunidad mapuche Pu Lof en Chubut, “evidencia que el mismo no se ha limitado a brindar datos relativos al curso de la investigación para dar con el paradero de Santiago Maldonado”.

Según el tribunal, “resulta razonable considerar que sus expresiones públicas podrían constituir el adelantamiento de opinión vedado” a un magistrado, “y que permite a las partes dudar de su imparcialidad”.

“Ha ido más allá, efectuando juicios de valor que descartarían prima facie la hipótesis investigada en la causa en la que se peticiona su apartamiento, es decir la desaparición forzada de Santiago Maldonado”, dijo la Cámara en su resolución.

Al argumentar su decisión, los jueces destacaron que ello es “un motivo idóneo para justificar la desconfianza que la aplicación de la recusación pretende neutralizar”.

En su fallo, la Cámara de Comodoro Rivadavia también resolvió que por 60 días, el juez Gustavo Lleral, de Rawson (capital de Chubut), “se abocará de manera exclusiva al conocimiento de las causas” que investigan la desaparición de Santiago Maldonado.

Sergio Maldonado y Myriam Bregman

Los pedidos de apartamiento contra el juez Otranto estaban basados en las causales de “imparcialidad, prejuzgamiento y enemistad manifiesta”, pero la decisión de los jueces que resolvieron tuvo su propia fundamentación.

“Estamos conformes con el apartamiento de Otranto porque se recusó al juez como estábamos pidiendo, pero no en la manera en la que nos hubiera gustado”, indicó en declaraciones radiales Sergio Maldonado. Aclaró de todos modos que “salvando las formas, estamos conformes con que se lo haya apartado”.

El hermano del desaparecido Santiago Maldonado expresó que hicieron “una presentación por los maltratos que sufrimos y las irregularidades en la investigación, pero finalmente se lo recusó por los dichos inapropiados que salieron en un diario, por un prejuzgamiento, y no por lo que nosotros estábamos recusándolo”.

Sobre el hecho de que no haya reuniones con el gobierno nacional, Sergio se preguntó “cómo puedo reunirme con alguien” del Ejecutivo nacional “cuando la ministra (Bullrich) salió a respaldar desde el primer momento a Gendarmería”, y agregó que no iba a “hablar con alguien que ya de movida marcó un territorio y se puso del lado de los que, a mi entender, son culpables”.

“Diferente hubiera sido si hubieran puesto a disposición de nosotros desde el principio, pero que al día 52 me vengan a plantear 'por qué no nos reunimos', está a la vista cuál es la razón de por qué no nos reunimos, ni tengo intención de hacerlo” dijo el familiar del desaparecido. Reclamó que le “devuelvan” a su hermano, y “después charlamos todo lo que quieran, no tengo problema”.

A su vez, la abogada Myriam Bregman afirmó que “el apartamiento del juez Otranto de la causa por la desaparición forzada de Santiago Maldonado es la culminación de 50 días de encubrimiento e impunidad”.

La profesional del derecho y también militante política agregó en un comunicado que “la situación de Otranto se hizo insostenible”, ya que “trató de desviar la causa todo lo que pudo, tenía su juzgado intervenido por Patricia Bullrich”, denunció.

Criticó duramente al juez ahora apartado al afirmar que “mientras ellos nos entretenían con falsos rastrillajes o se dedicaba a evaluar la prueba en los medios de comunicación, los autores del hecho ganaban tiempo para borrar rastros”, por lo cual solicitó que Otranto sea “juzgado por su accionar delictivo”.

La abogada, que milita en el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), expresó que “también nos preocupa el estado de la causa que lleva la fiscal federal Silvina Ávila, ya que todos los días nos enteramos por los diarios de nuevas pruebas que incriminan a la Gendarmería, pero ella no hace absolutamente nada con eso”.

“Con el material que se extrajo de los celulares de los gendarmes ya tendría que tener imputados en la causa”, afirmó, y además criticó en forma de pregunta: “¿Por qué no avanza la fiscal? ¿También se lo impiden Bullrich y (el jefe de gabinete del ministerio de Seguridad, Pablo) Noceti?”, se interrogó Bregman.