De acuerdo a un informe elaborado por el CEPA (Centro de Economía Política Argentina), el proyecto de ley de Presupuesto presentado por el gobierno nacional para el año que viene le asigna un 14% del total de los ingresos del Estado al pago de los intereses de deuda, con lo cual se modifica la dinámica que comenzó en 2009 y que evidenciaba un descenso en ese gasto en las cuentas públicas. En el proyecto aprobado para el 2017 se le asignó un 10% del total de gastos.

El estudio señala que “a lo largo de los años, la política de desendeudamiento implementada hasta 2015 permitió la reducción progresiva del peso de los intereses de deuda” debido a que “la decisión política volcada en el presupuesto muestra que desde 2009 no se destinó más de 10% del presupuesto de gastos a atender los intereses de la deuda, incluso llegando en 2016 (en el presupuesto realizado en 2015) a solo el 6,6%”.

Hernán Letcher, director del CEPA, explicó a que “el presupuesto es uno solo, por lo que si destinás ingentes recursos al pago de los servicios de deuda, los tenés que sacar de algún otro lado,  y evidentemente el gobierno ya tuvo en el 2017 y lo tiene en la propuesta para el 2018, la decisión de que más del 10% del presupuesto general de gastos se destine a lo que tiene que ver con la deuda”.

Destacó luego que destinar ese porcentaje del presupuesto al pago de la deuda “implica no destinarlos a otra tarea”, y agregó que “uno imagina, en virtud de lo que ha planteado el gobierno en diversas oportunidades, que ese recorte va a venir en aquellos programas de claro corte popular”.

“La ejecución de lo que tiene que ver con la entrega de netbooks, por ejemplo, está en el orden del 30% en el transcurso del 2017, y hubo un fuerte recorte entre el presupuesto de 2017 respecto de 2016 en lo que tiene que ver con los programas de niñez y adolescencia y en los de adultos mayores, e incluso con las pensiones”, describió Letcher, y remarcó que “son partidas subejecutadas que a esta altura del partido deberían estar en el orden del 60%, pero están entre el 30% y el 35% de su ejecución”.

A su criterio, la importancia del informe es poder ver “a qué está pensando darle prioridad el gobierno cuando hace el proyecto del presupuesto”. En su explicación, tomó como ejemplo el último presupuesto que planeó el gobierno anterior, que fue el de 2016, y donde “destinó un 6,6% de gastos a pagar servicios de deuda. Pero “la ejecución fue del 14%, y allí se expresa la mirada del nuevo gobierno”, indicó el economista.

Cómo se ejecuta el presupuesto

El otro aspecto que analizan en el CEPA es que “al observar la evolución de la ejecución del presupuesto, se percibe el mismo comportamiento pero aún más intenso”.

“Por un lado, ya en 2016 se supera el 10% del gasto destinado a servicios de deuda, y la sobreejecución presupuestaria de 2016 lleva a destinar 14,4% del total de gastos a tal destino”, mientras que “en 2017 la ejecución alcanza el 12,3% a fines de agosto”, señala el documento.

El director del centro de estudios aseguró que “si uno proyecta este año estamos en el 75% de lo ejecutado, por lo que vamos a destinar aproximadamente un 12,5% a los servicios de deuda en 2017”, lo cual indica que “hay una decisión política que expresa de la voluntad prioritaria de atender a los acreedores externos”.

El pesupuesto 2018 que presentó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, proyecta, además de los montos para el pago de la deuda, un crecimiento anual de 3,5% del PBI, un aumento de 12% para la inversión y una inflación proyectada con un promedio de 15,7% para todo el año.

Sobre estos números, Letcher opinó que le parece “exagerado” que esa “pauta de inflación produzca un crecimiento del 3,5%”, y destacó que lo importante es que “el mecanismo para hacer cumplir esa pauta inflacionaria es la apertura importadora, tasas de interés altísimas que garantizan un negocio financiero fenomenal”, todas las cuales en definitiva son “políticas que van en contra de la industria nacional y del consumo”.

Acerca de si con esta pauta de inflación se van a bajar la paritarias, Hernán Letcher argumentó que “ese camino lo van a recorrer a través del proceso de la flexibilización, ya que en la paritaria discutirán lo que quieran pero después quitarán ítems del recibo de sueldos y en definitiva le van a sacar poder adquisitivo de todas formas”.