“El costo de haber arreglado con los buitres ya se pagó, fueron ésos 16.000 millones de dólares que los vamos a estar pagando por los próximos veinte años, pero el gran problema es que el modelo económico no le permite al gobierno hacerse de esos beneficios de haber acordado”, explicó Emmanuel Álvarez Agis.

El economista agregó que “por ahora es puro costo y poco beneficio, porque Argentina recuperó el acceso al financiamiento externo, el gobierno lleva tomados 80.000 millones de dólares de nuevo endeudamiento, pero no se está usando para que la Argentina salga de la recesión, para invertir y para generar mayor crecimiento”.

“La baja que hemos visto en el costo del financiamiento es marginal si uno toma  en cuenta el esfuerzo que hizo Argentina para acordar con los fondos buitres, porque la Argentina sigue pagando para endeudarse 300 puntos básicos más que una economía como Brasil”, remató el ex viceministro de Economía del gobierno de Cristina Kirchner.

En el día de ayer, el juez Thomas Griesa le ordenó llegar a un acuerdo a la Argentina, Euroclear y a un fondo que representa a bonistas alemanes que tienen demandas iniciadas en 2007, que suman un monto cercano a los US$ 145 millones en diferentes monedas. Griesa le reclamó a las partes para que se presenten ante Dan Pollack y que realicen un “esfuerzo” para poner fin a las negociaciones.

Álvarez Agis manifestó a que está de acuerdo con las fuentes del gobierno que indicaron que son optimistas en que se va a llegar a un acuerdo.

“En este sentido comparto el optimismo”, explicó, “porque éste es un gobierno que básicamente paga lo que piden los acreedores, entonces siempre va a llegar a un acuerdo; si en una negociación el deudor está de acuerdo en pagar el precio que pide el acreedor no hay discusión alguna”.

Cuando el gobierno firmó el acuerdo con los fondos buitres en marzo del 2016, Álvarez Agis y varios economistas habían advertido sobre la posibilidad de que se presenten nuevos conflictos porque “el juez no nos da ninguna garantía”.

“En su momento dije que Cambiemos había accedido a pagar una fianza carísima que fue el acuerdo con los fondos buitres y el juez no nos había firmado la libertad porque no había dado por cerrado el conflicto sino que lo que proponía es un tipo de acuerdo pero no dio ninguna garantía de que ésta era la última noticia que íbamos a tener de conflictos abiertos”.

Y agregó que “en los últimos tiempos hemos visto varios, algún intento de quedarse con bienes de Argentina en el exterior y ahora este nuevo conflicto” que representan “el peor de los escenarios porque uno puede criticar el acuerdo porque se hizo a las apuradas o porque se pagó más incluso de lo que los propios fondos buitres reclamaban; pero habiendo pagado ese costo, lo menos que se puede pedir a cambio es que el conflicto se cierre definitivamente, cosa que evidentemente no está pasando”.

Sobre la posible llegada de mayores conflictos, el economista indicó que “en cantidad lo queda es muy poquito, y con la predisposición que tiene el gobierno a pagar lo que pida el acreedor, yo no veo que eso se vaya a transformar en un conflicto de magnitud”.

“Lo que sí Argentina va a seguir pagando caro es un acuerdo cuyos beneficios no está pudiendo disfrutar”, concluyó.