El juzgado contravencional 1 condenó ayer a Milagro Sala con una multa de 3780 pesos, la mayor que dispone el código contravencional de la provincia de Jujuy y fue inhabilitada por tres años para formar parte de organizaciones civiles y políticas.

"Si quiere competir conmigo que lo haga ahora en el 2017 y que deje de apretar a los jueces", dijo Sala a la prensa en referencia al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales; y destacó que el fallo es “injusto”.

Sala fue condenada por la ocupación del espacio público y alteración del orden, durante un acampe de 51 días en la plaza Belgrano de la capital jujeña, entre diciembre y enero de 2016.

"Esta condena habilita la criminalización de la protesta, que cualquier dirigente político pueda ser condenado por protestar, es un gran retroceso de la democracia", dijo Elizabeth Gómez Alcorta, la abogada de la dirigente social, en declaraciones radiales, y afirmó que el fallo demuestra "la tremenda persecución" contra la líder de Tupac Amaru. Anticipó que "la condena no está firme, y la vamos a recurrir".

Antes de la lectura del veredicto, Milagro Sala les pidió a los jueces “que no se dejen apretar por el poder político” y “dicten lo justo".

"Siento dolor por la injusticia que estamos viviendo", añadió en su breve alocución, destacó que "nosotros volvimos a instalar la cultura del trabajo" y que el "pecado" de la organización Tupac Amaru "fue querer que haya igualdad".

Entrevista en una radio

“Todo es tan duro conmigo porque lo que están haciendo es que uno se deprima; no le pienso dar el gusto porque hay toda una patria que quiere recuperar los 12 años que nos han robado”, afirmó Sala y  agregó que “no van a lograr que me venga abajo,  estoy lo suficientemente fuerte para seguir para adelante”.

Ayer se conoció un reportaje que fue grabado el lunes pasado pero que Milagro Sala había pedido que se difundiera tras la sentencia del primer juicio.

La líder de la Tupac Amaru acusó al gobernador de Jujuy de “llamar por teléfono y apretar a los jueces y fiscales”. “Lamentablemente, algunos tienen miedo de que les hagan un jury de enjuiciamiento”, señaló.

También contó que ya no recibe las visitas del psicólogo en la cárcel de Jujuy. “No tengo maltrato físico, pero preferiría que me metan una piña antes de que me saquen el psicólogo”, dijo Sala, porque “con el psicólogo uno tiene una contención”.

“Hoy no tengo con quien hablar, con quien llorar, nos tratan como los peores delincuentes”, concluyó.