Lebacs: finalmente, una imputación razonable.

El presidente Mauricio Macri, el jefe del Banco Central Federico Sturzenegger, y el ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat-Gay están imputados por la emisión de más de 685.000 millones de pesos en títulos de deuda de corto plazo, denominados Lebac, que con el ofrecimiento de tasas de 40% anual habrían manipulado "el verdadero valor" del dólar.

Con buen criterio, la representante del Ministerio Público Fiscal plantea que “se requiera a las entidades correspondientes que informen la nómina de las personas físicas y jurídicas que adquirieron Lebacs durante el plazo comprendido entre el 10 de diciembre del 2015 y el presente”. Se sugiere limitar la requisitoria respecto de las mil personas físicas y jurídicas residentes que mayor volumen de letras operaron.

Paloma Ochoa también pidió que “se solicite al ministerio de Hacienda y Finanzas Pública de la Nación que informe la totalidad de deuda externa emitida desde el 10 de diciembre de 2015 hasta el presente, debiéndose detallar la tasa de interés fijada en esos bonos, como así también los plazos de su amortización”.

Hasta aquí el eje de la noticia. Ahora veamos cómo se la difunde. La cobertura que le brinda el diario La Nación es para avergonzarse. Puede avergonzarse quien lo escribió, quien lo editó y quien lo publicó; pero es inevitable hacerlo como lector.

Señala que la denuncia fue impulsada por la fiscal Paloma Ochoa "de probada fe kirchnerista". Y añade "Los kirchneristas buscan armar un caso espejo al que enfrenta Cristina Kirchner por ordenar vender dólares en el mercado de futuros a menor precio que el de mercado, lo que perjudicó al gobierno de Macri cuando tuvo que pagar por esos contratos".

A ver. El diario en cuestión infiere las motivaciones internas de la fiscal. No se trataría, según la agudeza psicológica de La Nación, de averiguar qué ocurrió y castigar a quienes obraron contra el país, sino de armar una causa de cualquier modo para contrarrestar la "evidente" y jamás corroborada corrupción K.