La consultora FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas), cuyo perfil ideológico contrario a la presencia del Estado en la economía y a favor del mercado es idéntico al del gobierno nacional, informó que la actividad industrial continúa en un descenso imparable: bajó el 8% en septiembre si se lo compara con igual mes del año pasado, mientras que respecto de agosto, el mes anterior, la caída fue del 2,6% sin tener en cuenta factores estacionales.

Los rubros que más cayeron fueron automotor y siderurgia, y en un plano más general, bajaron sobre todo los bienes de consumo durables como línea blanca, equipamiento para el hogar, autos y motos, entre otros, como consecuencia del impacto que tiene la pérdida de poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación.

En esos casos el agravante es que se trata de sectores de la economía donde se verificó un aumento del ingreso de artículos importados, con lo cual, aunque el informe no analiza este aspecto, se induce una tendencia a la pérdida de fuentes de trabajo en las fábricas respectivas.

En el desagregado por sectores, la siderurgia cayó en septiembre 19,6 por ciento interanual y el mes anterior había bajado un 27,4%, mientras que el sector automotor también registró una baja del 19,6%, y la fabricación de cigarrillos cayó un 13,1%.

Los químicos y plásticos bajaron 9,2%; insumos para la construcción lo hicieron en un 8,3% y la metalmecánica, un 7,3%, mientras que en el rubro de alimentos y bebidas la caída fue del 2,8%, en textiles del 0,9, y en pasta y papel, 1,6%.

A su vez, la producción de bienes de capital bajó el mes pasado un 12,9% frente al mismo período del año pasado, lo que refleja que el desplome de la inversión todavía no detiene su tendencia declinante.

En este punto pesa no sólo la baja expectativa de venta del empresariado, que posterga las decisiones de compra de equipamiento para la producción, sino las altas tasas de interés que vuelven menos atractiva esa posibilidad ante la colocación financiera.

El informe de FIEL consigna que el tercer trimestre del año computa una caída del 6,9 % en relación al mismo periodo del año pasado, unas décimas mejor que la merma del 7,3 % del segundo trimestre. La disminución de la actividad del 8% en septiembre estuvo entre las tres más bajas del año, junto a la caída del 9,2% de junio y del 8,6% de julio.