Las pequeñas y medianas empresas del país quedaron afuera del fallo de la Corte Suprema de Justicia que anuló el tarifazo de gas para los hogares residenciales y deberán enfrentar aumentos cercanos al 500%. La mayoría de las organizaciones que las agrupan alertaron que la situación no sólo repercutirá en el sector sino también en toda la sociedad por la pérdida de puestos de trabajo y por el aumento del precio de los bienes que producen.

La semana que viene será clave ya que varias de ellas decidieron presentar nuevos amparos para frenar los aumentos. Ya lo anunciaron Apyme; CAME; la Cámara Argentina de Gas Natural Comprimido y la Unión Industrial Argentina, entre otras.

La región no está exenta de la crisis que afecta, también por otros motivos, a las pymes. El sector hotelero e industrial, particularmente, son los más afectados ya que el gas es un insumo importante dentro de sus costos. No tanto así para los comercios minoristas que sufren más el incremento en el valor de la luz.

“Estamos viendo que hoy por hoy que el 500%, en algunos casos, hace que la industria y el comercio se tornen inviables”, manifestó su preocupación Roberto Torres, que es vicepresidente regional de La Pampa y Patagonia norte de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Anunció que presentarán un amparo porque el objetivo es “preservar el empleo y no aumentar el valor de los productos”. El referente reconoció que había un atraso tarifario pero reclamó por la forma en que se fijaron las nuevas tarifas. “El reacomodamiento había que hacerlo pero no de esta manera. Es necesario que todos sepamos con anticipación cuáles son las reglas del juego así sabés a qué atenerte”, resumió.

Las pymes, según explicó, tienen pocas variables para ajustarse frente a situaciones de crisis. “Si te llegaba una factura de gas de 200.000 pesos y ahora tenés una de 800.000 tenés pocas opciones. O aumentás tus costos o empezás a tener problemas para conservar a tus empleados”, detalló y reconoció que “la solución tampoco es aumentar demasiado el precio de los productos porque perdés ventas y entrás en un círculo vicioso. Ahí empezás a pensar en suspender personal”, alertó con crudeza.

El presidente de Apyme, Roberto Ratti, también se manifestó en este sentido y aseguró que las pymes no pueden sostener la situación ya que el incremento del gas es sólo un factor que se suma a otras políticas nacionales que las afectan como la apertura de las importaciones. Le reclamó al gobierno que tome la iniciativa y decida antes que la Justicia sobre las tarifas para el sector.

Las empresas recuperadas

El aumento en el gas también repercutirá fuerte en las fábricas ceramistas bajo control obrero de Neuquén y Cutral Co. El secretario general del gremio, Alejandro López, dijo que están “en una situación de riesgo” porque es “imposible afrontar esos costos”. Sacó la cuenta que la factura que les llegó de 8.000.000 de pesos quedaría, con el último tope del 500%, en 5.000.000 que “igualmente es una barbaridad”. Recordó que la provincia les depositó a las tres fábricas 4.000.000 de pesos por la compra de material para la obra pública que “es menos que la factura de gas sólo de Zanón”, utilizó como comparación.

López no descartó presentaciones judiciales pero también anunció que si la situación no se resuelve iniciarán manifestaciones y medidas de acción directa.

Sobre el fallo de la Corte para las tarifas domiciliarias consideró que “parece un acuerdo entre los jueces y el Poder Ejecutivo” para “desmovilizar a la gente” que salió a manifestarse en contra del tarifazo.

Hoteleros de Bariloche

En Bariloche temen que los topes no se mantegan. Hugo De Barba, presidente de la Asociación Hotelera, exigió un aumento “razonable” y advirtió que seguirán de cerca las próximas decisiones desde Nación. A modo de ejemplo, detalló que un establecimiento hotelero -en temporada baja- paga alrededor de 8.000 pesos por mes que, aplicado el 500%, pasaría a unos 40.000 pesos mensuales “que nos parecen viables”, dijo.“Si nos dejan con el aumento del 1.800% sería un desastre”, explicó acerca de las facturas que podrían superar los 150.000 pesos, según estimó.

De Barba reconoció que existe una necesidad de actualizar las tarifas pero “en un marco de previsibilidad”. El representante del sector hotelero recordó que la actividad turística requiere conocer a mediano plazo la “realidad a futuro” para establecer las tarifas del próximo año.

Aseguró que el sector está dispuesto a “optimizar” los sistemas de calefacción utilizados por los establecimientos. “Necesitamos tiempo para cambiar nuestras calderas”, dijo acerca de uno de los métodos de ahorro propuestos como una señal para el gobierno.

También deslizó algunas críticas contra el gobierno para que se logren acuerdo “más baratos” en la importación de gas y entendió que “los usuarios no podemos pagar todos los costos”.

A nivel nacional

El presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), Marcelo Fernández, aseguró no entender porqué las pymes, que son las que generan “el 80% de empleo” en el país quedaron afuera del fallo al que definió como “injusto”. Sostuvo que las empresas están atravesando “momentos muy duros” y que no pueden afrontar tarifas tan altas. “Por un lado celebramos, pero por el otro nos preocupa que no se esté tomando ningún tipo de medida para ayudar a las pymes.

El presidente de CGERA aseguró que existe una “voluntad para dialogar con el Gobierno Nacional y programar políticas” para el sector de la pequeña y mediana empresa y anticipó que “el próximo viernes se realizará una reunión de todas las cámaras que componen a la confederación para analizar los pasos a seguir.

Reconoció que el sector está atravesando un escenario económico caracterizado por una “fuerte caída del mercado interno, suba en las importaciones y los costos de los insumos” y calificó el fallo como “un mazazo más” a los que vienen recibiendo en lo últimos meses”.

“Esperábamos que no hubiera este tipo de aumentos en los servicios públicos o que se segmentara de otra manera”, afirmó Fernández, al tiempo que advirtió que las pymes “no pueden quedarse pasivamente aceptando un aumento que muchas empresas no van a poder pagar y que a otras las deja directamente fuera de mercado”. Explicó que las empresas “no vamos a poder trasladar a costos todos los aumentos que hubo de tarifas e insumos porque con el mercado como se ha caído no vendemos absolutamente nada. Es un problema de pérdida de rentabilidad y a partir de este momento empieza a ser un tema sostener o no más o menos puestos de trabajo”.

La producción de las pymes, en caída libre