Fuerte impacto causaron en los fruticultores del Alto Valle las declaraciones del vicejefe de gabinete de ministros de la Nación, Gustavo Lopetegui -uno de los hombres con mayor poder en el gabinete nacional-, quien dijo que “los productores de peras y manzanas deben reconvertirse”.

Muy distintas eran las arengas que realizaba hace dos años el entonces candidato a presidente de la Nación, Mauricio Macri, cuando realizaba recorridas de campaña para conquistar el voto de la ciudadanía valletana.

Ahora, Lopetegui afirma que en la actividad “tiene que haber una gran reconversión de plantas, porque (los fruticultores del Alto Valle) se han quedado produciendo una fruta que no es la que hoy pide el mercado”. Aclaró luego que “no todos” están en esa situación, y “no se puede generalizar”.

En declaraciones formuladas en Buenos Aires, y respecto de las políticas que implementa el gobierno para el sector, aseguró que “empiezan a haber créditos que si se hacen las cosas bien, va a ser positivo reconvertir las fincas y poner variedades de las que hoy pide el mercado, o que las paga más”.

“Lo que se necesita es una inversión es reconversión”, dijo el alto funcionario del gobierno macrista, quien es secretario de Coordinación de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete, según la denominación formal y oficial de su cargo.

Dentro de ese contexto, consultado por el periodista sobre qué pueden hacer los productores que en gran medida están “con la soga al cuello”, respondió que “es cuando más tenés que aguzar el ingenio para mejorar la productividad y bajar los costos”.

Gustavo Lopetegui se expresó de ese modo al responder preguntas del periódico digital “Letra P” mientras visitaba la Exposición Rural de Palermo, donde los grandes empresarios de los campos de la Pampa Húmeda y los exportadores de granos disfrutan de la política oficial.

Apenas asumió el gobierno de Macri, ese sector fue beneficiado por la eliminación de las retenciones por exportación, y en el caso de la soja por una disminución. Como consecuencia de ello hubo un notable aumento de su rentabilidad, pero la contrapartida fue que se encareció el precio de los alimentos para toda la población.