El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, denunció ayer desde la Exposición Rural de Choele Choel maniobras de “lobby y presión” de la industria de la carne bonaerense y pampeana para que el asado con hueso ingrese a la Patagonia, y lanzó sospechas respecto del sindicato ATE por realizar paros en los puestos de control sanitario.

El mandatario provincial dijo que van bien encaminadas las conversaciones para que la barrera sanitaria pase del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), que depende del ministerio de Agroindustria de la Nación, a ser responsabilidad de Funbapa (Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica).

En ese punto, criticó a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) porque juega “a favor de la destrucción de la barrera”, en coincidencia con lo que quieren los lobistas de la industria cárnica, y además mandó un claro mensaje para los trabajadores en conflicto, en su mayoría contratados, porque dijo que en caso de concretarse el cambio de administración, “hay que rever y discutir si necesitamos ese personal”.

Weretilnack afirmó que el paro en los puestos de control constituye una amenaza “para el capital de los productores y el trabajo de los rionegrinos”.

“Hay un fuerte lobby y presión de la industria de La Pampa y Buenos Aires, para que las sobras de su producción (el asado con hueso), ingresen a la Patagonia”, prosiguió el mandatario provincial, y remató: “Por eso, cuando ahora se ve un gremio lanzando un paro por 10 días, para que ingrese lo que no queremos que ingrese en esos 10 días, uno se pregunta qué es lo que están buscando”.

Al entrar en detalle sobre el referido paro, que se levantó el sábado por la tarde, sostuvo que “yo creo que estamos de acuerdo en una reivindicación salarial, porque en definitiva los derechos de los trabajadores están para ser defendidos por los sindicatos”.

Sin embargo, luego agregó que “la defensa de los intereses no tienen por qué destruir al Estado ¿Qué sentido tiene tomar una medida que lleva a la destrucción de la barrera?”, se preguntó el gobernador.

Ratificó que “le hemos pedido al ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile, que el Senada devuelva a la Funbapa la barrera para tener un control más estricto”.

El titular del gobierno rionegrino no se mostró muy contemplativo cuando se refirió a los empleados de este sistema de vigilancia de la calidad de los alimentos, y anticipó que “se puede rever y discutir si necesitamos ese personal. Si el personal no tiene en cuenta la importancia de su trabajo en función de la economía de la provincia, no sé si tiene sentido que siga trabajando”, y añadió que “con esto (el traspaso), hay que rediscutir todo”.

“Hoy, ese personal al que le da lo mismo que entre o que no entre fruta o carne del norte, también hay que ver cuál es el compromiso. Los hombres, quienes estamos en el Estado, debemos cumplir lo que nos manda el pueblo. Y en este caso, a los trabajadores de la barrera, la producción le paga para que controlen el status sanitario. Por lo tanto, si los trabajadores no quieren hacer esta tarea, hay otras oportunidades laborales”.

Weretilneck fue directo cuando comentó que “a nosotros nos llaman la atención estas medidas de fuerza, porque desde principios de año venimos resistiendo. Porque los ataques contra la barrera han sido fuertes y me llama la atención que un gremio juegue fuerte a favor de la destrucción de la barrera”.

Por último, destacó otro detalle: “Esta semana (por la pasada), cuando se estaba por levantar el paro, ya había camiones esperando para pasar sin controles. Parecería ser que son medidas de fuerza, disimuladas en un conflicto laboral. Para mí que atrás de esto hay algo más y nosotros tenemos que estar muy alertas”, concluyó el gobernador de Río Negro.