Francisco Baggio indicó que según los datos que envía la Autoridad Intejurisdiccional de Cuencas (AIC), los cauces de los ríos Limay y Neuquén están sometidos a una inundación y a una sequía violentas para abastecer la necesidad de energía de Capital Federal y del conurbano bonaerense.

“La generación de energía hidroeléctrica en Neuquén está en función de la demanda del Sistema Interconectado Nacional pasando por alto cualquier cuestión ambiental”, aclaró Baggio y destacó que “esto nos perjudica enormemente a los neuquinos, porque estamos resolviendo el problema de la falta de inversión y de energía eléctrica del país a costa de inundar violentamente los ríos para generar energía, por un lado, y luego estamos obligados a guardar agua, y secamos los cauces”.

Según los datos de la AIC, los caudales erogados desde el dique Arroyito y el dique compensador del Chañar, que miden el río Limay y Neuquén, pasaron de una media razonable, a subir en tres días de 380 a 900 y de 150 a 350 metros cúbicos por segundo respectivamente, para luego bajar en un lapso de dos días a su mínimo histórico.

“Ambientalmente es una tragedia, el medio ambiente se lesiona, la fauna y la flora del ecosistema acusa recibo de esto”, graficó Baggio. “Y cuando el caudal del río baja tanto, se pierde el poder purificador, la posibilidad que tiene de depurarse y eliminar la contaminación que vierten por ejemplo, las plantas de tratamientos cloacales”, sentenció.

El concejal explicó que Neuquén integra desde 2006 el sistema argentino de interconexión, por lo que “las hidroeléctricas locales tienen la obligación de obedecer lo que pide” la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), quien “administra en tiempo real el suministro del sistema eléctrico”.

Pero Baggio aclara que “ésta obligación no está por sobre los derechos ambientales que tenemos como provincia” y “la AIC es la que autoriza este daño ambiental”.

El concejal dejó en claro que lo “lo primero que tiene que hacer la provincia de Neuquén a través de la AIC es decir basta, porque estamos siendo avasallados en un recurso renovable que nos pertenece como neuquinos. No se respetan los ciclos naturales y sólo se respeta el ciclo de necesidad de energía eléctrica de Capital y el conurbano”.

Planta Tronador

Hace una semana los trabajadores de la planta de tratamientos cloacales de la ciudad de Neuquén realizaron una medida de fuerza para denunciar que están tirando al río el 50% de los residuos sin tratar.

Baggio indicó que considera “necesario discutir este tema ya que la planta de Plottier trata el 40% o 50% de los desechos y el resto va al río. En la planta Tronador del Epas, los trabajadores denunciaron que el 50% va al río”.

El concejal descartó la posibilidad de que el paro haya sido sólo por reivindicaciones gremiales y ratificó que “la planta no alcanza para tratar los residuos cloacales porque los módulos no alcanzan. Lo mismo ocurre con el río Neuquén en la planta del Parque Industrial, o en otras localidades. Contraalmirante Cordero, por ejemplo, no tiene planta de tratamiento”.

Baggio se refirió a la responsabilidad que tiene en este tema la AIC y su titular, Elías Sapag, quienes “deben multar al EPAS, porque es un ente financiado por el Estado” y de esta manera, al generar “las instancias sancionatorias, se puede instar a que el organismo le pida mas plata al gobernador de la provincia para adecuar las plantas de tratamientos”.

“La forma de resolver este problema es con inversión. Y una forma de presionar es multando. En 30 años la AIC no emitió una sola multa, por lo tanto, fueron cómplices del Epas. Este es un error de la AIC en términos políticos. Porque la tarea que hacen profesionalmente es muy interesante”, concluyó Baggio.