Neuquén
15/01/2018

Investigación judicial o persecución a mapuches

Investigación judicial o persecución a mapuches | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Actuación de la justicia luego del incendio de dos automóviles en un predio de YPF, ocurrido el 31 de agosto de 2017. El fiscal Pablo Vignaroli, intenta probar el posible vínculo con el hecho, de una persona de rasgos mapuches y militante social. Se ordenó intervenir su teléfono y allanar su domicilio. Los límites entre la inteligencia interna y la investigación policial ponen en cuestión la ley procesal penal neuquina.

Carlos Marcel *

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El Poder Judicial de Neuquén ordenó intervenir el teléfono y allanar el domicilio de un militante mapuche, tras hallarlo portador de “rasgos físicos (que) serían coincidentes” con una persona que caminaba dos horas antes de un incendio intencional, a más de 300 metros del hecho. 

La curiosa y peligrosa historia está narrada en la actuación de oficio 95.319 que el fuero penal del Ministerio Público Fiscal instruye bajo el mando del fiscal Pablo Vignaroli. Según ese expediente el “31 de agosto de 2017; a horas 22:00 hs (sic), personal del área de prevención (…) se hacen presentes en el predio de la empresa YPF ubicado en calle Luis Beltrán 3553, a raíz de un llamado alertando sobre un vehículo que se estaría encendiendo (sic)”.

Cuando el personal policial llega al lugar, constatan que los vehículos “encendiéndose” eran dos y sofocan el fuego. Según el relato del sereno, “alrededor de las 21:45 horas escucha un ruido similar a una explosión, y al observar hacia la parte trasera del terreno, que se encuentra sobre calle Lanín, observa llamas”.

El predio donde se produce el incendio es alquilado por la empresa de venta de automóviles Kumenia, propietaria de los dos vehículos siniestrados.

El perito de turno encontró, al costado de uno de los rodados “una caja de cartón con la inscripción “ADES” de color anaranjado, con olor aparentemente a combustible, parcialmente quemada”. También encontró “3 rollos de papel envueltos, con quemaduras en uno de sus extremos”.

En el terreno lindante al oeste, del mismo propietario que alquila a la concesionaria, se halló “una mochila color marrón y un cartel en cartón con inscripciones en idioma mapuche”. El perito abrió la mochila e identificó “una pinza de corte de metal de color amarilla (sic)”.

Le recolección de pruebas culminó unos cinco metros más allá, donde yacía un cartel realizado sobre un cartón que rezaba “a todas las celdas del wallmapu llegue este kutra… llegue a tu celda Jonas (sic) Huala!! Wllmapu libre libertad!!! Autonomía territorio x la aparición de todxs (sic)”. El texto descripto, sin embargo, más que la supuesta autoría étnica del atentado, lo que prueba es la deuda en materias lingüísticas que tiene su autor, o autora.

Pero el colmo llega un día después. Marcos Painevil y su amigo, Fermín Martínez, dos militantes sociales, participan de la movilización que pedía la aparición con vida de Santiago Maldonado, a un mes de su ausencia. Por causas que la fiscalía debería explicar, una cámara utilizada por el Centro de Operaciones Policiales, captó imágenes de la marcha. O sea, grabó a los manifestantes, en una clara violación a las garantías democráticas.

En esas imágenes y siempre citando la actuación de oficio del fiscal Pablo Vignaroli, aparecen los dos jóvenes portando un cartel que dice “bastón artístico poxi callejera R.A.M. intervención de repudio”. La inscripción del cartel, con nombre de carátula de expediente judicial, fue descripta como “similar a la observada en el cartel encontrado en el lugar del hecho”. Rápido, el fiscal pidió “el cotejo de las imágenes recolectadas”.

Las supuestas pruebas irrefutables se completan con un registro de otra cámara, ubicada en la esquina de las calles Bejarano y Lanín, a más de 300 metros del incendio de los autómoviles.  En ella se ve, a las 20.16, casi dos horas antes del supuesto atentado “un sujeto de sexo masculino, que transita por calle Lanín hacia el oeste, esta persona lleva una mochila de similares características a la encontrada en el lugar del hecho, como así los rasgos físicos serían coincidentes con el ciudadano Painevil Marcos”.

Ante la abrumadora cantidad de razones a alcance del avezado juicio del fiscal, el magistrado solicitó la intervención y grabación de las conversaciones telefónicas del sospechoso.

De una de ellas se obtiene un diálogo revelador. Marcos habla con su hermano, Marcelo, quien le dice “che marquito, yo sé que sos un tipo ocupado ahora, que estás de Camilo Cienfuego (sic) y toda esa movida”. Para el investigador, la frase hace referencia “presuntamente a la lucha que lleva adelante la organización que integra Painevil”, organización que, a propósito, no se sabe cuál es. Poco importa que el nombre usado para catalogar a su hermano refiera a un héroe de la revolución cubana que portaba ese apellido, y que su recuerdo no implica vínculos piromaníacos.

Como en una película de escaso presupuesto en donde se resuelven tramas criminales en pocas escenas, lo siguiente fue la orden de allanamiento de los domicilios de Marcos y Fermín. Ambos con previsibles resultados negativos. Para colmo de males, el fiscal recibió otra mala noticia. De las pericias realizadas al envase hallado al lado de uno de los coches quemados, la división Siniestros de los bomberos de la policía provincial no pudo identificar que en su interior hubiese “restos líquidos o sólidos de algún material inflamable o acelerante que nos permita inferir la probable utilización del mismo como elementos acelerantes de combustión o constituir elementos incendiarios caseros del tipo molotov”.

Para la abogada de Marcos, Gisella Moreira, que aún no tuvo acceso a las supuestas imágenes que mostrarían a alguien parecido a Marcos Painevil caminando dos horas antes del incendio a 300 metros del lugar, no hay dudas. “El fiscal (Pablo) Vignaroli y su asistente letrado Luciano Vidal no pudieron justificar la tarea de inteligencia previa que se realizó en la marcha de Santiago Maldonado el 1 de septiembre con policía de civil, ni tampoco pudieron justificar las pruebas que habilitaron los allanamientos”.

Sin embargo, el previsible pedido de nulidad de todo lo actuado, le fue rechazado por la jueza Carina Álvarez.

En sendas entrevistas realizadas en el programa radial La Palangana, Marcos Painevil y el fiscal Pablo Vignaroli, describieron sus visiones de la investigación.

Painevil denunció que aún no han podido ver el contenido de las filmaciones. “Lo que pasa es que tengo cara mapuche, y eso es una gran indignación, porque luego me filman y me sacan fotografías en una marcha el día 1 de setiembre, que pedía por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Es gravísimo y estamos tratando de entender este contexto que se está viviendo. Se violan muchos artículos de la Constitución, hay una clara persecución al pueblo mapuche y a todo aquél que lo acompañe o apoye, pero también a opositores de la política” sentenció.

El fiscal Pablo Vignaroli, por su parte, negó la existencia de tareas de inteligencia interna. Acá parte del diálogo con el fiscal:

Periodista: ¿Es inteligencia interna?

Vignaroli: No es tarea de inteligencia sino de investigación. Tarea de inteligencia sería que uno, sin ningún sustento fáctico, vigile las actividades de determinadas personas. En cambio, acá esto es en realidad una tarea de investigación, porque en base a un hecho y a una evidencia que tiene que ver con una filmación, se logró identificar una persona que habría estado en el lugar.

P: ¿No corresponde que, si alguien ve a esa persona, un oficial se identifique y le informe que está bajo investigación?

V: Todo está hecho en el marco de la ley procesal neuquina. Para poder obtener algún elemento que dé mayor certeza de que esa persona que está en la filmación es la que podría estar vinculada con el hecho, resultó necesario hacer las investigaciones telefónicas y luego los allanamientos. Esta es una tarea de investigación, quien diga que esto es una tarea de inteligencia está equivocado.

P: ¿Painevil tiene imputación?

V: Está sospechado, a ninguna persona se le formalizó la acusación.

P: ¿La abogada defensora tuvo acceso a la filmación?

V: Tiene acceso al legajo, dentro del legajo está la filmación, tiene que poder acceder a él.

P: ¿Tiene elementos suficientes para saber si existe la R.A.M.?

Tenemos que hacer todavía una serie de pericias y medidas para poder llegar a una conclusión, y saber si podemos vincular este hecho con uno que se hizo en Allen.

P: ¿Pero usted cree que existe?

V: No es cuestión de creer o no creer, es una hipótesis de trabajo y lo tenemos que probar.

P: ¿Pero todavía no está probado?

V: Hay indicios que podría existir.



(*) Conductor del programa “La Palangana” de FM Mix.
29/07/2016

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