Las trabajadoras afectadas por el cierre de la fábrica Textil Neuquén, situada en el Parque Industrial de la capital, y reclaman una intervención del gobierno provincial ante la grave situación de las 35 mujeres que quedaron sin trabajo tras el abrupto cierre de la planta, mientras que también hicieron una denuncia penal porque consideran que se trata de un “lock out” patronal y de una maniobra de vaciamiento empresario.

Mientras las tareas se habían interrumpido por vacaciones y las empleadas estaban de licencia, hace dos noches comprobaron que la empresa retiró las maquinarias y clausuró la producción. El conflicto se venía anticipando desde diciembre, mes en que la firma promovió retiros voluntarios y redujo drásticamente la cantidad de personas ocupadas.

Tras cortar la ruta 7 ayer por la mañana, las trabajadoras se mantienen dentro de la planta y deliberan para definir sus acciones en medio de una situación desesperante. Una de las delegadas, Marina Catilao, dijo que realizan gestiones ante el fiscal general José Gerez, quien interviene a raíz de la denuncia realizada, y que aguardaban reunirse hoy con el subsecretario de Trabajo de la provincia, Ernesto Seguel.

“Estamos esperando una respuesta de esa subsecretaría y de todo el gobierno provincial, que fue el que benefició a estos empresarios con un crédito de 11 millones de pesos”, dijo la representante de las obreras, quien agregó que los propietarios de la textil “siempre alegaron una crisis por las importaciones y la caída del consumo, pero acá siempre se produjo bien".

“Hace 11 años que trabajamos la mayoría de nosotras. Hace 11 años que les dejamos los riñones en las máquinas a estos empresarios, los hermanos Diego y Hernán Huerta, que son los dueños de las tiendas Amici y Rochas, que está en el shopping. Ellos siempre aludían que la fábrica estaba en crisis, pero nunca nos imaginamos que iban a hacer esto”, expresó Catilao en declaraciones publicadas por el diario “Río Negro”.

La delegada había narrado anteriormente que “la fábrica estaba cerrada por vacaciones desde el 16 de enero. Teníamos que reincorporarnos el próximo lunes y en 15 días se llevaron absolutamente todo del interior”. La firma ya había pasado de 100 a 35 trabajadoras en diciembre, cuando presionó para que haya retiros voluntarios, e incluso ofreció pagar parte de la indemnización con las máquinas de coser que estaban afectadas a la producción.

Diego Huerta, uno de los dueños de Textil Neuquén, afirmó hoy que “los empleados sabían la decisión que íbamos a tomar, de hecho, estaba hablado. No podemos sostener la industria en este contexto de importaciones en el país”, dijo, según información de un diario. Aseguró además que “el crédito que dicen lo estamos pagando. Llevamos 6 millones de pesos pagados”.

Previamente, el diputado provincial Raúl Godoy (PTS-Frente de Izquierda y de los Trabajadores), había advertido que “la empresa fue fundada hace once años con préstamos que le dio el gobierno de Neuquén y que nunca devolvieron"

Por otra parte, la abogada Mariana Derni, integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh), denunció a través de medios de prensa que "los dueños tienen muchos talleres clandestinos instalados en la zona”.

La delegada Marina Catilao relató que en la medianoche del martes al miércoles fue alertada de que entraban y salían camiones de la fábrica, cargados con las máquinas que se usaban para las tareas habituales.

En esas circunstancias se dirigió al lugar y allí encontró con los dueños, Diego y Hernán Huerta, quienes “en ese momento me dijeron que la empresa estaba cerrando y no me dieron motivos", dijo la vocera de las trabajadoras ahora despedidas