Neuquén
09/10/2016

Quince años de lucha obrera en Fasinpat

Quince años de lucha obrera en Fasinpat | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Los testimonios de Raúl Godoy, trabajador de la empresa y actual diputado provincial, y del obrero Natalio Navarrete, rememoran lo ocurrido desde octubre de 2001, cuando el personal tomó las instalaciones y con el tiempo fue construyendo su propia “fábrica sin patrones”.

Mauricio Rojas

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La ocupación de la ex fábrica Zanon por parte de su personal, luego de que sus propietarios privados la abandonaran y llevaran a la quiebra, ocurrió en octubre de 2001, hace 15 años. Luego de la ocupación y la puesta en producción de la fábrica, llegaron a ser más de 400 trabajadores. En la actualidad son 266, luego de que algunos se jubilaran y otros se fueran a diferentes empresas.

En 2008, después de un proceso extremadamente difícil y que atravesó instancias de negociaciones con gobiernos y fuerzas políticas, disputas en el ámbito del Poder Judicial, y una constante tarea de búsqueda de apoyos en el conjunto de la sociedad, la Legislatura aprobó la ley que expropió la fábrica. Hoy es una cooperativa que, como es sabido, adoptó para identidad el nombre de “Fasinpat”. Fábrica sin patrones.

En aquel 2001, Raúl Godoy llevaba 10 años trabajando en la fábrica de cerámicos. Va Con Firma habló con él acerca del proceso vivido, y también con Natalio Navarrete, un obrero que en ese tiempo andaba por los 8 años de antigüedad en la firma. Ambos testimonios permiten recuperar parte de la memoria viva sobre una experiencia en la que, dentro de ciertas condiciones que marcaron sus posibilidades y sus límites, los obreros se hicieron cargo de la producción de su empresa.

Godoy es actualmente diputado provincial por el PTS-Frente de Izquierda y de los Trabajadores, y va por su segundo mandato. Al recordar cómo fue el conflicto que derivó en la ocupación de la planta, narra que “hace 15 años eran días como estos, eran días difíciles con millones de desocupados en la calle manifestándose por puestos de trabajo, casi 2.000 fábricas que se cerraron dejando a más de 20 mil trabajadores en las calles”.

“Nosotros estábamos primero con la amenaza y la después la efectivización de todos los despidos -continúa el actual legislador neuquino-, con un cierre de la fábrica por parte de una patronal muy amiga de los gobiernos de turno. Una fábrica que se inauguró en la dictadura militar”, destaca.

Dice además que “el empresario siempre gozó de beneficios. Zanon como empresa siempre aportaba a las campañas electorales del Movimiento Popular Neuquino, sus gerentes participaban en todas las cenas de recaudación de fondos del MPN. Cuando intentaron cerrarla (a la fábrica) la lucha fue durísima”.

Natalio Navarrete, el otro protagonista que reconstruye los hechos de los comienzos, explica que desde antes los obreros venían “denunciando lo que Zanon pretendía, que era el vaciamiento, bajar su personal, el chantaje”. Agrega que dentro de ese contexto “la justicia le decretó el lockout patronal”, en una época donde “no se escuchaba hablar de lockout”.

“Lo que pasaba era que la empresa había parado los hornos, sin importarle nada, y los dueños habían desaparecido”, continúa. “Y la justicia en cierto punto le ordenó Zanon que reabriera la fábrica, pero la empresa no lo hizo y en cambio mandó telegramas” a los trabajadores.

El trabajador recuerda que “ese día, un compañero se nos había descompensado en la asamblea y entonces decidimos ir a quemar los telegramas frente a la Casa de Gobierno (provincial). Y ahí vino la represión, que la trasmitieron todos los medios, y donde decían que (las fuerzas policiales) 'salieron a cazar a los de camisa marrón'”.

Un muerto por año, y casi 300 accidentados

El testimonio de Raúl Godoy retrocede por un momento en el tiempo para contar que “hace 23 años hace que trabajo en Zanon. Primero resistiendo ritmo de trabajo, jornadas de 16 horas cuando la empresa exportaba a 15 países y llegó a producir un millón de metros cuadrados por mes. Se llenaban de dinero pero quedaban muchos compañeros lastimados, teníamos la triste cifra de un muerto por año, y teníamos casi 300 accidentados por año, casi uno por día, a causa el ritmo de trabajo que nos obligaban a llevar”.

Explica que “fue duro enfrentar todo eso porque Zanon contaba con la complicidad de la subsecretaría de Trabajo, con estamentos de gobierno que lo bancaban. Así que encarar esa pelea, contra el cierre de la fábrica y en defensa de los puestos de trabajo, requirieron de una decisión fuerte por parte de todos los compañeros que se la jugaron, y parece mentira hoy haber llegado a cumplir 15 años de esta resistencia”.

Para Natalio Navarrete, las últimas semanas del 2001 fueron “un fin de año donde nosotros decíamos que queríamos trabajar. Que la empresa era rentable y queríamos trabajar. Y salimos a la comunidad a buscar alimentos, algo que era impensable para un trabajador que laburaba en una fábrica, con un buen salario, y tuvo que salir a pedir alimentos cuando estaba acostumbrado a cobrar su salario”.

Llegado el 2002, la situación que se planteaba “era seguir con la fábrica parada y que se arruinara todo, el bienestar de nuestras familias, ya que algunos eran jóvenes y no tenían familia a cargo, pero otros tenían a sus hijos en la escuela o la universidad”, reconstruye el obrero.

“Fue una decisión: o seguimos así, o producimos y vendemos”, sigue relatando. “Y fue impensable, pero allí tomamos la decisión de largar la fábrica. Nuestro convencimiento era que teníamos que mantener a nuestras familias, y que la fábrica siempre funcionó de la mano de los trabajadores”.

“Si los hornos los manejaban los horneros, más allá de que estaban sus encargados... Igual los de la línea, los demarcadores, los seleccionadores, y así. Pasando por todos los sectores, la fábrica la manejábamos nosotros, así que ¿cómo no lo íbamos a poder hacer?”, dice Navarrete repitiendo la pregunta que en aquel momento los desafiaba y que tuvo su respuesta en los hechos que ellos mismos generaron con su propia decisión.

“Se largó la fábrica”

Según el testimonio de Raúl Godoy, “en la resistencia dura fuimos 100 compañeros con nuestras familias, bancábamos junto a organizaciones. Para los compañeros que trabajan en la fábrica, tener que salir a cortar una ruta o hacer un fondo de huelga, fue muy difícil. Después, cuando la pusimos a producir, volvieron otros 150 compañeros. Eramos 250 trabajadores ceramistas que abrimos las puertas a distintas organizaciones de desocupados que habían estado peleando junto a nosotros en las calles y en la ruta”.

“Compartimos los puestos de trabajo nuevos que se generaron, eso fue muy importante para nosotros. Llegamos a ser más de 400. Hoy debemos quedar 150 del núcleo inicial, porque después muchos se fueron a otras empresas, otros se jubilaron, y hay quienes dejaron la vida en la fábrica, como Basualdo, Boquita Esparza o Mario Balcaza”, rememora el trabajador de Fasinpat y dirigente político.

El obrero Navarrete, a su vez, manifiesta que “se largó la fábrica y después nos fuimos dando distintos métodos de organización y coordinación, con colaboración de distintos sectores de la comunidad o de otros trabajadores. Los compañeros del hospital nos dieron un apoyo enorme -cuenta agradecido-, porque nos habíamos quedado sin medicina ni nada. También los compañeros docentes, fue enorme el trabajo que hicieron en su momento de informar a los padres que iban a parar para defender los puestos de trabajo de los obreros de Zanon”.

“Salimos adelante. Aprendimos de cosas que no sabíamos, la fuimos remontando, remontando, remontando”, repite para aclarar cómo fue el proceso. ”Fue algo que sorprendió mucho. Por eso la experiencia de Zanon es reconocida y valorada no solo a nivel regional sino nacional e internacional, por todo lo que venimos haciendo. Y obviamente, hoy estamos peleándola. Como en los distintos momentos que ha pasado el país, hoy la seguimos peleando”, concluye Natalio Navarrete.

Con mucho orgullo, Godoy también destaca que “hay 14 documentales de la experiencia de Zanon. De Francia, de Italia, de Canadá, de España, etcétera, y están traducidos a 6 o 7 idiomas. Siempre hay invitaciones a contar la experiencia a distintos países”.

Finalmente, el hombre que desde la lucha de la ex Zanon llegó a ser una figura política destacada y dos veces elegido legislador provincial, completa su relato contando que “hoy hay una composición bastante nueva (del grupo de trabajadores). Aunque en verdad no tanto, si pensamos que el más nuevo debe tener ya 7 años en la cooperativa. Entraron en una instancia distinta pero la han tenido que remar junto a nosotros”.

La fecha precisa de ocupación de la fábrica por parte de los obreros tuvo lugar el 1 de octubre de 2001. En el tiempo transcurrido, las expresiones culturales de apoyo a los trabajadores han sido incontables. Como parte de ese fenómeno, hubo numerosos festivales solidarios de músicos, pero el último había sido en 2011.

Sin embargo, la celebración por los 15 años que se realizó ayer, sábado 8, se hizo con la participación de bandas que siempre respaldaron la experiencia de resistencia y reconstrucción humana, social y productiva desarrollada por los trabajadores de la ex cerámica Zanon.

Los principales animadores del festejo fueron los integrantes del grupo de rock “Todos tus muertos”. Después de cinco años, volvió la música a Fasinpat.

29/07/2016

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