Algunos concejales de la ciudad dieron un paso adelante y además de cuestionar el polémico reglamento que elaboró la municipalidad para la elección de la reina de Neuquén presentaron un proyecto que prohíbe este tipo de concursos. Lo hicieron con el convencimiento de que “la elección de la reina de Neuquén constituye un acto discriminatorio y de cosificación de la mujer que vulnera la legislación internacional, nacional y provincial, en términos de erradicar la violencia simbólica contra las mujeres”.

La iniciativa del bloque UNE-Neuquén Puede argumenta además que “estos concursos ponen a la mujer en un lugar de exposición tratándola como un objeto, sin voz ni voto, que deben de ser calificadas a través de parámetros estéticos estereotipados y tiranos como la única opción válida”.

El gobierno municipal que conduce el intendente Horacio Quiroga elaboró el reglamento que, entre muchos otros puntos, establece que las candidatas no podrán ser ni madres, ni estar casadas, ni tener personas a su cargo. Prohíbe además a las chicas que se presenten como candidatas opinar de política o religión en público. Requisitos que dejan en evidencia estereotipos y prejuicios culturales sobre el rol social que debe cumplir una mujer en la sociedad.

“No parece un argumento que atrasa y que no refleja los tiempos de igualdad e inclusión que vivimos hoy”, cuestionó Fernando Schpoliansky, el concejal del bloque que presentó el proyecto.

Su par, Francisco Baggio señaló que “para evitar toda forma de discriminación hacia la mujer vemos como fundamental reemplazar los concursos por acciones que promuevan el pleno desarrollo de capacidades de las chicas y chicos jóvenes de la ciudad en diversos ámbitos como cultura, arte, deporte y ciencias”.

“Neuquén tiene cantidad de chicas y chicos muy destacados en diversas disciplinas, que pueden representarnos con más igualdad, creemos que es importante premiarlos e incentivarlos para que sigan creciendo y educándose para un futuro mejor para todos”, sintetizaron los concejales.

El proyecto de ordenanza contiene en sus considerando legislación vigente relativa a los derechos de la mujer y al deber del Estado de abstenerse a fomentar cualquier acción o práctica de violencia contra la mujer.

No fueron los únicos que opinaron en contra de los requisitos establecidos en el reglamento. La concejal de Libres del Sur, Mercedes Lamarca, dijo que la elección de la reina es un tema que merece un debate.

 “Tenemos que debatir qué características de las mujeres queremos ponderar y cuáles son las cualidades que queremos que tenga quien representa a la ciudad. El reglamento actual es obsoleto y cargado de machismo; la prohibición a participar a mujeres casadas o con hijos es una barbaridad. Habría que pensar en transformarlas en eventos donde el foco no esté puesto en determinados estereotipos de belleza sino en la promoción de otros valores, como la participación solidaria. El Estado debe derribar los obstáculos para participar plenamente en lo que quieran las mujeres”, reflexionó.

Desde el bloque del MPN, la concejal Andrea Ferraciolli, cuestionó el concurso y aseguró que hay conversaciones con otros concejales para tratar el tema y elaborar una ordenanza que “termine con esta cuestión elitista y sexista”, de la elección de la reina.

Aclaró que en Neuquén no hay ninguna ordenanza que establezca el concurso sino que “es un decreto del intendente”. Se mostró en contra de este tipo de certámenes y abogó por “concursos más inclusivos” que no sólo apunte a “un prototipo de chica. Tiene que ser más social, más inclusivo”, insistió.

“Me parece un horror que no puedas participar porque estás casada o porque tenés un hijo. Son requisitos antiguos para el debate en el que está hoy la sociedad”.

 Francisco Sánchez también es concejal y presidente del Pro Neuquén. Para él hay “que desdramatizar” la elección de la reina que “cada año, cuando se realiza, convoca entre 10.000 y 15.000 personas” que van a ver desfilar a las candidatas.

“Yo fue jurado una vez y te puedo asegurar que ninguna chica se sintió degradada o humillada. Todo lo contrario. Había una chica trans y todo el mundo la trató con delicadeza”, argumentó sin dar demasiadas explicaciones sobre lo que este tipo de trato representa.

“Hay que sacarle el contenido ideológico que se le quiere dar. No afecta a nadie. No  hay que banalizar las cosas. Hay que dejar que la gente se divierta y haga las actividades populares con la alegría que corresponde y hay que dejar de sacar tajada de cada cosa con repudios públicos y dramatizaciones que no le suman nada a nadie”, aseguró.